I miss him

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Los días pasan y mi corazón sigue siendo suyo como el primer día que le vi. ¿Se supone que he de esperar a que algo pase? Él, tan imperfecto para otros y tan perfecto para mí; con su alborotado pelo, sus hermosos ojos, sus maravillosos labios... Él, con su amor por la música y el contrabajo, la lectura y su enorme corazón, el cual no le cabe en el pecho...

Guardo grandes recuerdos en el fondo de mi corazón, grandes recuerdos junto a él. Cada abrazo, cada beso, cada caricia, cada sonrisa... Todo lo llevo conmigo, en mi más profundo interior. Mi primer y último pensamiento en el día se lo dedico sin pretenderlo a él, quien ocupa mi mente despierta y dormida. Pero la distancia es dura y se ha cansado de esperar a vernos, se ha cansado de salir conmigo. ¿Por qué? ¿Es que acaso hice algo mal? Cada segundo libre que tuve en este maravilloso mes se lo dediqué a él, esperando a que me respondiera a mis mensajes, pero nunca se molestaba en hacerlo hasta que se aburría. Y dolía, dolía no poder hablar casi nunca con él porque no supiese de qué hablarme aunque yo no parase de sacar temas de conversación. ¿Pero sabéis qué era lo que más dolía? El pensar que en cualquier momento podría encontrar a una mejor que yo, hay millones mejor que yo... ¿Y si lo ha hecho pero le daba miedo decírmelo? ¿Y si su corazón ya no me pertenece? ¿Y si no soy la que ocupa su mente y sus sueños? ¿Y si es otra mejor que yo, una que esté a su lado? Tantas preguntas sin respuesta... Y todo por miedo, miedo a que piense que soy una desesperada a sus espaldas, el problema es que lo soy porque vago desesperada por volver a verle y sentirle entre mis brazos.

Cada vez que recuerdo aquel primero beso, en la cornisa de la ventana, por la noche en aquel campamento, una sensación extraña pero increíble me recorre el estómago; llamadme tonta, pero así es, no puedo evitarlo. Le echo de menos, le necesito a mi lado y no le tengo, es más, no sé si alguna vez le tuve. Desde que nos separamos, solo una vez me ha dicho lo que por mí sentía, pero se notaba que cada vez yo le importaba menos mas como una tonta, seguía soñando con que él me quería tal y como aquella semana que pasamos juntos me dijo. Aquel "¿lo intentamos?" fue lo último que escuché de su boca, justo antes de irme de su lado por un año. Nunca volverá, ¿verdad? No volverá a ser mi novio, ni a quererme... Nunca volverán sus miradas, sus sonrisas, sus abrazos, sus caricias, sus besos... Nunca volveré a perderme en su mirada sin hacer caso a los que a nuestro alrededor estaban, nunca volveré a sentirme a salvo entre sus brazos, nunca volveré a sentirme como él me hizo sentir. Y es que no puedo, no puedo vivir sin él. Nunca se me olvidará la primera vez que le vi, acababa de llegar al campamento y le vi junto a loa demás chicos y pensé "vaya mata de pelo..." pero lo que ahora sé, es que esa mata de pelo fue lo que hizo que sobresaliera de entre todos los chicos, el que robase mis pensamientos y al que no podía parar de mirar cada vez que tenía la oportunidad. Tampoco olvidaré la primera vez que nuestras miradas se juntaron en aquel comedor, mientras ambos comíamos en distintas mesas y hacíamos caso omiso a nuestros amigos. Él es mi todo, le necesito como el aire que respiro, como la música que me inspira, como los recuerdos que me hacen feliz. Y es que aquel 27 de agosto, nunca se repetirá, pero ahora mismo, necesito que vuelva a ser un buen recuerdo porque ha dejado se serlo.

Bueno, si alguien se ha molestado en leer esto, gracias :) supongo que necesitaba desahogarme y pienso que esta era una buena forma de hacerlo, idk. Siento si os he aburrido con mi drama romántico pero llevo unos días regular y necesitaba soltarlo...

Os quiero, Lola xx

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