II

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Una pelirosa miraba a los humanos peleando, según lo que le conto Suigetsu, estaban en una época en la que algunos humanos se hacían llamar ninjas, un nombre extraño para ella, pero los humanos eran y siempre serán extraños para todos los ángeles. Ya hace más de 357 años que padre la había castigado y todavía no hablaba con él, las almas que rescato del Inframundo se volvieron fuertes y ahora son arcángeles muy poderosos, padre se notaba molesto cuando le había ganado a otros arcángeles y ellos ocupaban sus lugares como los nuevos arcángeles, no podía hacer nada para impedir que se volvieran arcángeles. Padre siempre había dicho que si un ángel quería ser un arcángel, debía ganarle en una batalla justa y que todo el cielo fuera testigo de eso, los dos azabaches habían peleado y ganaron a arcángeles, ahora padre no podía prohibirle que hablara con ellos, ya no eran almas humanos como los demás, eran arcángeles como ella.

- Lucifer –un peliblanco le hablo a la pelirosa que miraba la pelea con interés- padre no te había prohibido que dejaras de interferir con los humanos?

- Mi castigo termino hace 57 años –respondió con simpleza- además no estoy interfiriendo con las almas de los humanos, solo veo como está progresando la raza humana.

- Y qué opinas de su progreso? –pregunta mientras se sienta al lado de su hermana y recarga su cabeza en las piernas de esta-

- Aun son primitivos –acaricia los cabellos blancos de su hermano quien sonríe y se acomoda mejor para disfrutar las caricias de su hermana- supe que le gastaste una broma a Karin.

- No hice nada de lo cual pueda arrepentirme.

- Bajaste a la tierra para decirle a los humanos que Karin es un hombre, sabes lo molesta que ha estado?

- No –responde con simpleza cerrando los ojos- además ella también le dijo a los humanos que yo era una mujer. Se lo merecía, tuve que soportar que humanos pervertidos… -un escalofrío recorrió su cuerpo- prefiero no recordar eso y borrarlo de mi tan y siempre pura memoria.

- El problema es que Karin es mal impulsiva que tú.

- Qué hizo? –pregunta con una sonrisa mientras se daba vuelta y miraba los ojos de la pelirosa-

- Bajo a la tierra y golpeo al humano que empezó a decir que era un hombre, mejor dicho, le dio una golpiza al humano para después terminar curándolo mientras se quejaba, ahora muchos humanos piensan que es un demonio en vez de un ángel.

La risa del peliblanco llego hasta los oídos de los humanos que se encontraban luchando y miraron en la dirección en donde una pelirosa y un peliblanco se encontraban sentados en las ramas de un árbol viéndolos pelear, ambos ángeles al percatarse que los observaban, miraron a los humanos, había un niño rubio de ojos azules junto a una niña pelirroja, no tendrían más de unos 15 años, el niño rubio protegía a la pelirroja que se encontraba herida en una de sus piernas.

- Quiénes son?! –grita un ninja en posición de ataque, en ningún momento habían sentido el chakra de esas personas, es más, no podían sentir ningún chakra proveniente de ellos, pero algo les decía a todos los ninjas que se encontraban en ese lugar, que esas dos personas eran muy fuertes y peligrosas, es especial la hermosa pelirosa de ojos jade-

- Por culpa de tu risa nos encontraron –habla Lucifer con voz calmada mientras bajaba del árbol en el cual se encontraba sentada, aterrizo en el suelo de forma suave y su hermano no tarde mucho en estar a su lado-

- Lo siento, es solo que no puedo evitar imaginar la cara de Karin mientras curaba al humano, no es algo muy típico de ella ayudar a los humanos.

- Tienes razón.

- No me ignoren! –grita furioso el ninja que había hablado mirando a los dos extraños con el ceño fruncido-

- Había olvida que a los humanos les gustaba gritar –habla el peliblanco mientras se tapaba sus oídos- son irritantes.

- Maldito! –un ninja corre en dirección a donde se encuentra el peliblanco con una espada en sus manos, pero antes de llagara hasta donde se encontraba, la pelirosa se interpuso delante de él deteniendo el ataque con uno de sus dedos-… que? –logra preguntar aun sorprendido por lo que sus ojos ven-

- Después seremos regañados por padre –le habla el peliblanco a su hermana con voz calmada, sabía que ella más que nadie lo protegía sin importarle lo que le pasara, ni padre se preocupaba tanto por el, tal vez era porque para ojos de padre, él y otros ángeles más son “imperfectos”- no vale la pena, hermana.

- … está bien –empuja la espada del humano y este sale volando hasta chocar contra un árbol- no diré esto otra vez, lárguense de este lugar, no queremos lastimarlos.

- Que!? Quién demonios te crees que eres para hablarnos de esta forma?!

- Te aconsejo no decir nada más, humano –el peliblanco se pone al lado de su hermana y mira a los adultos con el ceño fruncido y los puños apretados. Los dos niños se mantenían al margen mirando todo, ambos no podían despegar su mirada de la hermosa pelirosa de ojos jade, su cuerpo era la envía de toda mujer, la niña no dejaba de mirarla para después mirar su cuerpo, esperaba tener el cuerpo de esa hermosa pelirosa- no permitiré que le hablan a mi hermana de esa forma.

- No lo hagas, Suigetsu –la voz de otra persona resonó en el bosque donde se encontraban, de los arboles salió una pelirroja mirando al peliblanco con enojo- padre quiere hablar con nosotros.

- No he hecho nada –se defiendo Suigetsu al ver que su hermana mayor lo quedaba mirando-

- Tal vez se enojó con nosotros por pasar mucho tiempo con los humanos –responde la pelirosa mirando el cielo al igual que sus dos hermanos- volvamos.

- No irán a ninguna parte! –grita otro hombre con enojo al ver que esos sujetos no hacen más que ignorarlos-

- Karin, por favor.

- No tienes por qué pedírmelo, hermana –la pelirroja levanta su mano en dirección a donde están los humanos y en segundos caen inconscientes al piso- aun no entiendo porque padre los ama tanto, son una raza primitiva que solo sirve para matarse entre ellos.

- No todos los humanos son malos, existen excepciones –Lucifer mira a los niños y se acerca a ellos, enseguida el rubio se pone delante de la pelirroja causando una risa en los tres ángeles- lo ven? Existen humanos como ellos.

- Algunos humanos no son tan irritantes –habla la pelirroja mientras dejaba ver sus alas blancas, los niños abren los ojos sorprendidos ante lo que ven, Suigetsu imita la acción de Karin e igual deja al descubierto sus alas. Ambos se miran y sonríen para después salir volando rápidamente al cielo-

- Siguen siendo unos niños –habla la pelirosa con una sonrisa al ver a sus hermanos competir por quien llega primero, voltea a ver a los niños que la miraban con sorpresa, sonríe al ver sus expresiones y los niños se sonrojan al ver su sonrisa- guardaran esto en secreto?

- S…Si! –responde la niña sin dejar de mirarla-

- Tienes cara de querer preguntarme algo –le dice Lucifer a la niña que no dejaba de mirarla- que es?

- U…Ustedes que… Son?

- Me creerías si te dijera que somos ángeles? –le pregunta con una sonrisa-

- Ángeles? –pregunta extrañado el rubio mirando a la pelirosa-… sus alas?

- Quieres verlas?

- … Por favor…

- Está bien –deja ver sus alas, más hermosas y grandes que las de sus hermanos, la pelirroja grita de emoción mientras el rubio no despejaba la vista de sus alas, el cielo se oscurece y empiezan a caer rayos y llover con fuerza logrando asustar a los niños que se abrazan en busca de protección, Lucifer mira el cielo y suspira al saber que la ira de padre no puede ser ocultada ni por los serafines-

- Qu… Qué pasa? –pregunta la pelirroja con miedo mientras es abrazada por el niño rubio, ambos miraban a la pelirosa frente a ellos-

Lucifer mira a los niños y después al cielo, estaba segura que padre volvería a enojarse con ella, pero no podía dejar que dos niños humanos murieran por culpa de padre, eso sería manchar su nombre y eso era algo que ella nunca permitiría, camino hasta donde se encontraban los niños y con sus alas los protegió de la lluvia, el cielo se volvió más oscuro y los rayos se intensificaron, la niña humana grito con miedo abrazando al rubio con más fuerzas, lucifer suspira al verlos y coloca su mano en la cabeza del niño rubio que no hace nada para impedirlo, cierra los ojos y cuando vuelve a abrirlos se encuentra en una oficina con varios humanos viéndola con sorpresa, aleja sus alas de los niños y se acerca a la pelirroja para colocar su mano en su herida y en segundos curarla, causando aún más sorpresa en los humanos, ambos niños dejan de abrazarse y la miran a los ojos para después mirar donde se encontraban.

- Permanezcan en sus casas, el mundo humano es muy duro para dos niños.

- Disculpe –habla un hombre de edad mirando a la pelirosa de pies a cabeza- quien es usted?

Lucifer lo mira durante segundos para después mirar a los niños que le hacen una reverencia al humano, vuelve a mirar al humano y frunce el ceño, la lluvia no hacía más que aumentar a cada segundo.

- No deberías mandar a niños humanos a la guerra, es patético. Para eso están ustedes los adultos, no? –pregunta viendo al humano que la miraba con la boca líberamente abierta, los demás humanos fruncen el ceño y rodean a la pelirosa que los ignora-

- No permitiré que le hables de esa forma a Hokage-sama –habla un humano poniéndose delante de la pelirosa que levanta una ceja ante su tono de voz-

- Patéticos –se da media vuelta y observa a los dos niños humanos- niños, sus nombres?

- Namikaze Minato –responde el niño rubio-

- Uzumaki Kushina –habla la niña pelirroja sin dejar de mirar a la pelirosa- y su nombre?

- … Lucifer –responde con simpleza para después desaparecer del lugar dejando a todos los presentes con los ojos abiertos de la sorpresa, más una sola persona del lugar tenía una media sonrisa en su rostro, salió del lugar en silencio y se dirigió a su hogar-

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En el cielo todos esperaban la llegada de Lucifer, padre estaba muy molesto y no había nadie que pudiera controlarlo o hablar con él sin que le gritara, varios ángeles le echaban la culpa a Lucifer por el comportamiento de padre, desde que ella visitaba el mundo humano padre estaba molesto y de mal humor, ahora eran muy pocos los ángeles que todavía le hablaban a Lucifer y la mayoría la retaba a una pelea para quitarle su puesto y rebajarla a la jerarquía angelical más baja. Pero ninguno podía igualar su fuerza o poder. Miguel seguía perdiendo y eso solo aumentaba el odio que sentía hacia su hermana, no entendía porque no fue él el primero en ser creado, Lucifer no sabía cómo usar el poder que se le fue concedido y no sabía cómo controlar sus sentimientos por los humanos, siempre quería ayudarlos y salvarlos de ir al inframundo, algunos humanos simplemente no tenían salvación y debían sufrir en el Inframundo por los pecados que cometieron en vida, pero eso era algo que Lucifer nunca lograría entender, para ella solo existían humanos interesante y buenos. 

Frente a todos los ángeles apareció Lucifer y empezó a caminar sin prestarle atención a ninguno de sus hermanos, ella ya sabía que a muchos no le agradaba solo por ser la primera en ser creada, Miguel siempre la molestaba al decirle que había dejado de ser la favorita hace años atrás. Padre había bajado a la tierra y había procreado a su hijo con una simple humana del montón!, una humana que no era digna de llevar al hijo del creador en su vientre, muchas veces quiso bajar al mundo humano y acabar con su vida, padre debió escoger a otra humana, pero el escogió a una codiciosa que le abría las piernas a cualquiera que le diera un poco de dinero, esos eran los humanos que ella más odiaba, mas nunca pudo hacerle nada porque Miguel y Gabriel la seguían a todos lados para impedirle que bajara a la tierra y acabara con la vida de esa insignificante humana. Después de eso no volvió a dirigirle la palabra a padre nunca más.

Otros ángeles también no estaban de acuerdo con la decisión que padre había tomado, pudo haber procreado su hijo con cualquiera de los ángeles que estaban en el cielo, o escoger a una humana de la realeza que sea digna de él y de llevar a su hijo, pero no, padre escogió a la primera humana que vio. Porque padre había hecho eso? Él siempre había dicho que los ángeles nunca debían involucrarse con los seres humanos, acaso él podía solo por el hecho de ser el creador? Ahora su hijo estaba en los cielos y padre le enseña todo para que un día el gobernara los cielos.

Lucifer apretó los dientes al ver la sonrisa burlona que le daba Miguel, él fue uno de los primeros en felicitar a padre cuando se enteró que su hijo crecía en el vientre de esa humana, los demás ángeles también lo felicitaron y muchos se alegraron al saber que tendrían a un hermano ángel y humano, pero Lucifer junto con otros ángeles no lo consideraban como su hermano, era el hijo de una simple ramera que su padre utilizo, sin mencionar que ese niño creció con gran poder y no supo utilizarlo, termino asesinando a su mejor amigo solo por celos! Y aun así las puertas del cielo estaban abiertas de par en par dándole la bienvenida cuando murió? Que estupidez.

La Historia del Ángel caido; LuciferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora