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Indra miraba desde los cielos como evolucionaba su Clan desde su muerte, y debía decir que no le agradaba para nada la forma en como las personas en esa aldea los trataban, ellos son el clan Uchiha, el mejor clan del mundo humano. Apretó lo puños al ver como los aldeanos de ese lugar los miraban, no eran un clan se asesinos para que los miraran de esa forma… aunque el tal vez tenía la culpa por la forma en como los demás Shinobis y civiles los miraban, sin tan solo no hubiera cometido los errores que cometió cuando estaba vivo.

-Indra? - Lucifer se ganó al lado del azabache que apretaba los puños con fuerza- porque te encuentras tan enojado?

-No es nada –la pelirosa lo quedo mirando durante varios minutos hasta que suspiro rendido- me encuentro molesto.

-Por la forma en como tratan a los de tu clan? –termino de hablar por el mientras dirigía su mirada hacia abajo, viendo la aldea en donde todos esos humanos que se hacen llamar ninjas viven- es normal que te sientas de esa forma al ver como tratan a las personas de tu clan. Y Madara?

-Está entrenando –queda mirando a la pelirosa-

-Tienes algo que quieres preguntarme?

-Sí, es verdad que decidiste cambiar tu nombre?

-Que rápido se expandió la noticia… Es verdad, Suigetsu me ayudo a escoger un nuevo nombre.

-Porque? Digo, nunca antes te molestaste por el hecho de que te llamaran Lucifer.

-Fue el día que padre se negó a ayudar a dos humanos que aprecio, Namikaze Minato y Uzumaki Kushina. Te acuerdas de ese día?

Nunca podría olvidar, nadie en el cielo podría hacerlo. Fue el día que Lucifer se revelo a su padre por negarse a ayudar a esos dos humanos, Lucifer intento bajar a la tierra para ayudarlos, pero el creador se lo había impedido y con la ayuda de miguel y otros arcángeles lograron detenerla para que no bajara a la tierra y ayudara a esos dos humanos de su muerte. Al sellar sus almas no podían ingresar al cielo nunca. Desde eso día Lucifer dejo de hablarle al creador y con la ayuda de Suigetsu escogió un nuevo nombre para ella.

-Que nombre escogiste?

-Sakura –le responde con una sonrisa- Suigetsu dice que combina con mi color de cabello.

-Hmp, un lindo nombre.

-Gracias.

:::

El tiempo seguía pasando y Sakura no dejaba de ver a los humanos, todavía se lamentaba no poder ayudar a Minato y Kushina, los vio crecer y cumplir sus sueños de formar una familia, pero todo eso no duro mucho. Justo el día que Kushina dio a luz a su hijo fueron atacados por otro humano que termino acabando con sus vidas gracias a un enorme animal que los humanos conocían como Bijuu. Le imploro y rogo a padre para que los ayudara, pero él siempre le decía que no debía involucrarse en los asuntos de los humanos. Hasta el día de hoy no podía perdonarlo, con su ayuda pudo haberlos salvado, pero su padre estaba empeñado en que no ayudara a los humanos, cuando el muchas veces los ayudo sin importarle el destino y todo para complacer a la perra que tenía por mujer, se llevó una mano al pecho al reconocer ese dolor, debía despejar su mente y no tener pensamientos tan negativos, solo empeoraba su salud.

Cada cierto tiempo vigilaba al clan Uchiha, hasta el día en el cual ya no lo soporto más y decidió ayudarlos, un niño había asesinado al clan solo por el bien de su aldea, su muerte era solo cosa de tiempo y ella estaba segura que su lugar estaba en el cielo.

-Ese humano no entrara por las puertas del cielo –hablo el creador al lado de Sakura, había notado que la pelirosa miraba a ese clan en específico cada vez que tenía tiempo-

La Historia del Ángel caido; LuciferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora