Miss perfection | Descendants [1]

05. ¿Un novio? Eso es estúpido.

Narra Melody.

—Mama dice; Si un chico no ve tu belleza interna entonces no vale la pena. —Hablo Jane, a la vez que se detenía a un lado de Mal. —¿No es muy cruel? En que mundo vive.

—Tss, en Auradon.

Poniéndolas en contexto, Jane me había pedido el favor de que si podía acompañarla a hablarle a Mal, para explicarle algo relacionado con la varita.

—¿Mal, te gusta? —Interrogó Evie, mientras le enseñaba un vestido.

—Sí, lindo. —Respondió Mal restándole importancia. —Resalta tus ojos.

—Evie es muy hermoso. —Hable yo esta vez. —Eres muy buena confeccionando ropa.

—Gracias Melody, ¿Sabes que? También te confeccionare un vestido. —Dejó el vestido que tenía en ambas manos a un lado y comenzó a mostrarme trozos de tela de distintos colores.

—No es nesesario, de verdad.

—Claro que lo es. —Rendida acepte con un movimiento de cabeza, si seguía negandome de seguro lo haría igual.

—Nunca voy a tener novio. —Jane cansada se estiró en la cama junto a mi.

Al parecer el tema de verdad le afectaba.

—Los novios. —Hizo una pausa para retocar su dibujo. —No sirven para nada. —Finalizó Mal.

—¿Y quien te lo dijo, Mal? No has tenido uno. —Agregó Evie a la vez que buscaba que colores combinan para mi vestido.

—No nesesito un novio Evie, solo perdería el tiempo.

—Pienso igual que Mal. —Intervine. —Los novios sólo son una distracción, se meten en tu camino para arruinar tus metas, luego te embarazas y arruinas tu vida. —Analize mis palabras y pensé en retractarme pero terminé por no hacerlo.

Mi forma de pensar, respecto a los chicos en general, siempre había sido la misma, son una simple distracción que a largo plazo te traen problemas.

—Oh, olvidé hacer la tarea de Chad. —Evie fue en busca de las cosas de la Chad. —No, no, no, no.

—Si, exacto, eso es de lo que hablo. —Yo junto a Mal hablamos al unísono y sonreímos.

El ruido de la puerta llamó mi atención y me gire.

—Hola chicas, soy Lonnie. —Se presentó la chica y yo le sonreí, antes eramos buenas amigas, ahora.. No tanto. —Mi mamá es Mulan... ¿No? Como sea amo lo que hiciste con el cabello de Jane, y... se que nos odias y bueno.. que eres mala, pero podrías arreglar el mio.

—¿Por qué haría eso por ti?

—Te pagaré 50 dólares. —Dejó ver una bolsa que contenía dinero y Evie se la arrebato enseguida.

—Bien dicho, nesesito comprar material. —Explicó. —A ver, yo creo que; Sin fleco, tal vez más capas..

—Si, si, lo quiero cool, como el de Mal.

—¿Enserio? ¿Con puntas abiertas?

Solté una risa.