James & Audrey: A love like moonshine

Capítulo 3

Capitulo 3

James

Sorprendentemente, Audrey aceptó salir conmigo.

Ya en mi habitación, esa noche, pregunté si se me tenía permitido hablar por teléfono -siendo ya muy tarde- y para mi buena suerte, sí pude. Bueno, el punto fue que cerré la puerta de mi habitación con seguro y me dirigí al balcón. Ya ahí, marqué a un número de teléfono muy distante.

-¿Hola?

-Greg, ¿qué tal? Soy James.

-¡Ah! c'est toi, Jimmy. ¿Qué tal van tus grabaciones en Francia?

-Van bien, felizmente. Te llamo porque quiero preguntarte algo, ¿no interrumpo, verdad?

-¡Como crees! Siendo así de exagerado, se podría decir que estoy en mi jardín jugando con mi perro. Y por si tienes curiosidad, el cable del teléfono es muy largo como para tenerlo aquí desde la sala.

"No entiendo por qué cree que necesito explicaciones", pensé yo.

-Conoces a...Audrey, por mucho tiempo...creo. ¿Desde que ella empezó a actuar? – pregunté

-Oh, pues sí. La conocí hace unos cuantos años, cuando era pequeña (por así decirlo). ¿Qué necesitas de ella?

-Quiero saber cómo hablar con ella, comportarme y sobre todo qué actitudes debo tener.

-Lo importante es que seas tú, seas lo mas natural posible. Audrey no vive de las apariencias y mucho menos tú estando con ella. Puede que sea una mujer tan bella y tan elegante, pero es un ser humano que tiene lo suyo, mi consejo sería que no finjas ser algo que no eres, eso podría incomodarle, ¿y a quién no? Lo otro, no fuerces las cosas si no se pueden dar en el momento. No te pido que la trates como una princesa, tan solo respétala y dale su lugar, ya verás que dentro de poco cada uno de ustedes se soltará y todo pasará sin que ambos se den cuenta. Simplemente, no pienses mucho las cosas, ¿sí? Deja que tenga lo que tenga que suceder.

Gregory me impresionó con todo aquello. Tal vez y creo que necesitaba ese tipo de consejos, ya estaba entrando al punto de pensar que me estaba creyendo mucho, aun estando sin ella y las cosas no deben ser así.

-¡Gracias! Necesitaba ese tipo de consejos – dije yo

-No te preocupes... Y una cosa más, no te engrandezcas y tampoco la engrandezcas a ella, ¡sean lo más humildes posible!

Ese último consejo fue como si hubiera sabido lo que pensaba.

Teniendo en cuenta todo aquello, dormí muy tranquilo.

D O S   S E M A N A S   D E S P U É S

Audrey

Habían pasado dos semanas desde que James me pidió salir con él, pero lamentablemente no hubo tiempo siquiera para cada uno. Las cosas en el estudio empezaron a complicarse por falta de presupuesto y las constantes "metidas de pata" que había durante las grabaciones. Llegó un punto en el que el director -después de las dos semanas- dijo a todo el elenco que nos tomáramos dos semanas y media libres para que la industria resuelva el problema del presupuesto. La película estaba prevista para ser estrenada en marzo del 51, así que no había problema si se retrasaba del todo, aunque de todos modos era preocupante la situación.

Las condiciones puestas eran dos:

1. No salir de París por nada -salvo emergencias-

2. Tener mucho cuidado con nuestras vidas