Estábamos todos sentados en unas grandes rocas que había al pie del lago. Luna y yo sacamos dos bocadillos que llevábamos en la mochila para la hora de comer y los chicos hicieron lo mismo. Sacaron dos botellas de refresco y nos sirvieron en vasos.
Todos comíamos entre risas y palabras que parecían de, ¿amistad? Bueno, creo que podría calificarse así. La verdad es que me lo estaba pasando bastante bien, aunque sé que podría mejorar pero bueno, creo que no lo haría.
-La verdad es que ha sido una casualidad que viniésemos todos al mismo bosque, y más todabía coincidir en sitios cercanos.
-Si, la verdad es que si Luna, pero no me digáis que no os ha encantado la casualidad.- Todos reimos, Theo era un poco picarón, y por lo que pude ver él y Luna estaban tonteando bastante.
-Ha estado bien la mañana, pero creo que deberíamos ir a buscar a los demás, no los vemos desde hace horas.- Yo me levanté, pero alguien me cogió y me sentó sobre sus rodillas.
-De eso nada Granger, tú no te vas de aquí.- En ese momento puede que parezca que debí de sentir miedo, pero Draco lo dijo entre risas, yo me zafé de él y salimos a correr los dos, él detrás de mí. Cuando me alcanzó estábamos a orilla del lago, le di un empujón y cayó al agua. No me podía reir más.
-Granger, ven aquí.- Estaba a pie del lago riéndome como nunca jamás lo había hecho. De repente alguien me empujó por detrás y caí al agua. Cuando mi cabeza salió del agua maldije en todos los idiomas a Zabini y sentí al momento los brazos reconfortantes de Draco en mi cintura.
-¿Qué haces?- Draco me miró con sorpresa.
-¿Qué pasa?
-¿Por qué lleváis así todo el día? Es decir, antes os metíais con Luna porque vivía en su mundo, ahora ya no lo hace, pero vosotros no creo que lo supiéseis, aún así estáis perfectamente con ella, y qué decir de mí, siempre, desde primer curso os habéis metido conmigo llamándome sangre sucia, y muchas otras cosas que es mejor ni comentar. Es más, tú y yo hemos sido enemigos, de los peores, y para mí, con lo que ha pasado esta mañana ahora eres un amigo, de verdad, qué estáis planeando, porque no me gusta nada.
-Hermione, no estamos planeando nada, la verdad es que antes nos reíamos de vosotras, pero entiéndenos, somos Slytherin, en realidad es nuestra obligación, es lo que nuestros padres nos dicen que hagamos. Tanto que dices que este verano os ha cambiado a todos, ¿qué pasa? ¿Que nosotros no podemos cambiar? Somos iguales que vosotros, aunque creo que por lo visto tenemos incluso más cabeza. Puede que no me creas, es difícil hacerlo, pero ya no somos como antes, ahora me caes bien incluso, y mucho, es más me asombra el gran cambio que has dado en verano, hasta me atraes físicamente, pero tu carácter me atrae más. Sé que es difícil, pero hemos cambiado, danos una oportunidad.- Me quedé de piedra, sé que había algo detrás del cambio de los Slytherin, y lo iba a descubrir, pero tiempo al tiempo.
Pasamos casi toda la tarde con los chicos, era un día perfecto, pero tenía que acabarse ya, por desgracia.
-Hermione, tenemos que irnos, sino no nos dará tiempo a llegar al campamento y se nos hará de noche.
-No chicas, no os vayáis, ¿por qué no os quedáis con nosotros?- La verdad es que la idea de Theo no estaba nada mal, pero no podía ser.
-Nos quedaríamos, pero nuestros amigos tienen que estar preocupados, además, necesito hablar con ellos.
-De acuerdo, pero entonces os esperamos mañana aquí a la misma hora de hoy.- Miré a Zabini, ¿de verdad querían que volviésemos a venirnos con ellos?
-Me parece genial, aquí estaremos.
-Si, pero venid preparadas para pasar la noche, nos lo debéis de hoy.
