Capítulo 3.

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Me desperté por la mañana con muy feliz, pero mi felicidad desapareció al recordad lo de ayer por la noche. No me podía creer todo lo que Ronald me había dicho, estaba todabía en estado de shock. Creía que eso iba a tardar mucho en olvidarse y así sería. Una de las personas más importantes de mi vida me había faltado al respeto, a mí y a todos, pero es que además no tuvo consideración ninguna. Me insultó de las cosas de las que siempre ha intentado protegerme, y eso me duele, porque sobre todo él y Harry, por supuesto, saben qué cosas me duelen y ayer Ronald las utilizó en mi contra. 

No sé que hubiese hecho si no hubiesen aparecido ellos, de verdad. Creo que no hubiera sabido qué hacer, pero ellos me ayudaron. Eso me da mucho en qué pensar, porque mientras que mis amigos estaban observando, ellos llegaron y me ayudaron, lo que quiere decir que es hora de plantearse quienes son de verdad mis amigos.

Definitivamente lo que me pasaba era que estaba harta de que me trataran mal, porque cualquier persona que había conocido acababa aprovechándose de mí y luego haciendo lo que Ronald. Los slytherin siempre me insultaron, pero nunca se habían aprovechado de mí, además, lo hacían porque es lo que les enseñaron desde pequeños y lo que les obligaban a hacer, pero anoche me demostraron que habían cambiado y que de verdad querían ser mis amigos más que cualquier otra persona.

Estaba pensando en todo esto cuando me sacaron de mis pensamientos internos.

-Herms, buenos días.

-Buenos días Luna.- Oir la voz de Luna nada más levantarse, prácticamente, era de lo mejor, pues te relajaba.

-¿Qué tal estás?- Mi cara debió de entristecerse, porque se levantó y me abrazó.- Intenta olvidar lo que pasó anoche, ¿vale?- Yo asentí.

-¿Y Ginny?- Las dos nos miramos; deberíamos estar nerviosas o precopadas, pero la verdad es que sólo estábamos intrigadas. Nos vestimos las dos y salimos de la tienda de campaña; y ahí estaba Ginny, charlando con Blaise y Theo.

-Vaya, vaya, las dos bellas durmientes por fin hacen acto de presencia.- Las dos sonreimos y nos miramos mútuamente.

-Si, lo raro es que haya sido yo una de las bellas durmientes y Ginny no.- Ginny rió.

-En eso tienes razón Herms, pero no sé qué me habrá pasado esta mañana que me he levantado super pronto.

-Bueno, más bien ellas super tarde, porque dentro de nada vamos a comer.- Luna y yo nos miramos incrédulas, ¿tanto habíamos dormido? 

-Bueno, pero estaros tranquilas.- dijo Theo.- Que hay otra bella durmiente que todabía no se ha despertado.- Todos empezamos a reir.

-Pues habrá que ir pensado en despertarlo, ¿no?- Todos me miraron y se miraron entre ellos.

-Si, tienes razón.- Dijo Luna.

-Si, ¿por qué no vas a despertarle Hermione?- Yo asentí ante lo que dijo Blaise y todos rieron cómplices, aunque no sé exactamente por qué.

Caminé hacia la tienda de campaña de los chicos y cuando entré ví que era como la de Draco, solo que un poquito más pequeña, pero no demasiado. Busqué a Draco y lo encontré dormido. Parecía un angelito y me daba pena despertarle, pero tenía que hacerlo. Le llame, le zarandeé, le grité, pero no se despertaba, así que decidí ir por lo rápido; le eché un cubo de agua fría. Se derpertó enseguida y completamente sobresaltado.

-¿¡Pero qué...?! Hermiones, por qué estoy empapado.- Le miré divertida.

-Porque no te despertabas y tuve que tomar medidas.- Me miró riéndose.

-Pues eso no ha estado nada bien leoncita, ahora te tocará a ti bañarte.- En cuanto dijo eso sali a correr y él detrás de mí. Él llevaba unas calzonas solamente. Salimos de la tienda y todos nos miraron. Yo no sabía ya ni donde meterme para que no me alcanzara.- No escaparás.

Hermione Granger, la vida da muchas vueltas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora