III.

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La molesta alarma suena a las 7 de la mañana en punto y el rubio se remueve molesto porque no quiere ir a trabajar.

Con torpeza, busca la alarma tanteando con sus manos y una vez la encuentra, da varios golpes hasta lograr apagarla.

Abre sus ojos y voltea hacia su lado, viendo la cama vacía.

Lo intenta, pero no puede y mira hacia el techo sintiendo las lagrimas bajar por sus mejillas.

—Demasiado bueno para ser cierto— dice suspirando mientras se levanta de la cama.

Quita sus lágrimas y sorbe su nariz para dirigirse al armario y buscar su ropa.

Acomoda todo y se aproxima a la ducha dándose su tiempo de sentirse miserable ahí dentro.

—Total, no me pueden despedir de mi propia empresa— susurra cuando nota que es tarde y pone la playlist triste que tiene el nombre de Chris.

Desde que el castaño comenzó su relación con Richard, ponía esa playlist recordándose a sí mismo que le habían quitado al chico de sus sueños y no podía hacer nada al respecto.

Salió del baño secando su cabello y prosiguió a vestirse con paciencia y tranquilidad.

Una vez terminado tomó sus cosas, y aunque no quería, sus impulsos —y la esperanza que aún quedaba dentro de él— lo llevaron a caminar a la habitación de huéspedes.

Abrió con cuidado y se adentró buscándolo en ella, suspirando con tristeza al darse cuenta que estaba vacía.

Demonios, sus labios aún picaban con el pequeño beso que había recibido por el castaño.

Bajo las escaleras y entró a la cocina, soltando un jadeo de sorpresa al ver a Christopher ahí.

—Zab— dijo el menor dando vuelta a unos pancakes que había hecho de desayuno —Yo, uh, hice algo para ti, para que comas algo antes de ir al trabajo—

Se encontraba petrificado observando al chico frente a él, viendo como usaba solamente su camisa, la misma que traía el día anterior, junto con sus bóxers.

—Chris— atinó a decir

Suspirando, el castaño comenzó a hablar —No quiero que tomes una mala imagen de mi, Zab, es solo que desde antes tuve sentimientos hacia ti que aunque intentaba ignorar, creo que siempre han sido más fuertes que yo y...

El rubio escuchaba atento, viendo como movía sus labios nervioso.

—Entiendo si no quieres, ya sabes, estar conmigo, o si no sientes por mismo por m...— Christopher fue interrumpido cuando Zabdiel lo cargo en un abrazo, apretándolo fuerte contra su cuerpo.

—Yo te llevo amando tanto tiempo, que ni siquiera recuerdo como se siente no estar enamorado de ti— dijo como respuesta, viendo como la sonrisa de Christopher crecía.

—Zab

—¿Si?

—¿Puedo besa...

Interrumpido nuevamente, esta vez por los labios del rubio quienes se movían eufóricamente sobre los suyos.

—Las veces que quieras, bonito— dijo sobre sus labios, haciendo reír al castaño quien lo tomó del cuello, atrayéndolo nuevamente hacia su boca.

Cruda moral || Chrisdiel [OS] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora