Detrás de esa sonrisa [Kookmin]

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Estaba harto, se odiaba a sí mismo por lo que le decía su padre... Por arruinar sus sueños.

Subió a un solitario puente en el que debajo de éste pasaban carros a grandes velocidades.

Tenía que acabar con su vida y a penas se ponía a pensarlo. Como dijo Seung, ya arruinó trece años, pero era mejor acabar ya que seguir con unos más.

- ¿Qué haces?- Dijo un niño de su edad quien bebía de su jugo de manzana

- Solucionando lo que provoqué- Continuó sacando su pierna al otro extremo del barandal

- Oh no,no, no- El chico lo jaló hacia él- ¿Te imaginas cómo estarían tus padres si se enteran?

- ¿Por qué crees que lo hago? Sólo llegué a arruinar su vida

- No digas tonterías. Ellos en verdad te aman, quizás no lo demuestren pero lo hacen

- ¿Tú crees?

- ¡Claro! ¡Yo lo sé todo!

- ¿Hasta papá me ama?- Sus ojitos brillaron como nunca

- Mamá y papá te aman oh sí

Jungkook dejó escapar una enorme sonrisa.

- ¡Gracias, desconocido!

- Soy Kim Taehyung, por cierto

- Jeon Jungkook, mucho gusto

- Con que Jungkook, ¿Te gustan los videojuegos?

- Soy muy bueno jugándolos

Y así fué como Jungkook conoció a su ahora mejor amigo.

Sin embargo dos años después ya cansado de nuevo, en su habitación comenzó a tomar y tomar medicamentos que ni él mismo sabía para qué eran.

- ¡Jungkook! ¿Qué haces?- Dijo su madre preocupada arrebatando aquella botella

- A penas llevo una caja, ¿crees que con estas son suficientes?- Señaló el resto de las cajas y su madre lo miró horrorizada- Ahorré para comprarlos

- No, bebé- Sus ojos se empaparon de lágrimas mientras negaba con la cabeza abrazando a su hijo- No hagas eso, por favor

- Pero es para que ustedes sean felices, hace unas horas papá me dijo que desearía que yo jamás hubiera nacido

- No lo escuches a él, amor. Escúchame a mí- Se separó ligeramente para mirarlo a los ojos- Jungkook, tú eres lo más hermoso que jamás me pudo haber pasado. Eres un chico muy talentoso y hermoso. Las cosas que dice tu padre son estúpidas, no le hagas caso, bebé

- Pero...

- Sin "pero", yo te amo y si te vas, lejos de ponerme feliz, estaría muy triste y tú no quieres eso, ¿verdad?

Negó con su cabeza

- Por eso Jungkookie, te pido que dejes esos pensamientos de que no eres importante porque lo eres. Perdón por no ser una buena madre pero...

- Lo eres

- Gracias, amor. Ahora prométeme que no volverás a hacer este tipo de cosas- Levantó su meñique y Jungkook un poco dudoso lo entrelazó con el suyo

- Lo prometo

Sellaron su promesa con un cálido abrazo. Su madre lo llevó al doctor para que lo revisaran y se cerciorara que estuviera bien.

Las discusiones ya eran rutina entre sus padres, siempre por lo mismo, sin embargo ya había hecho una promesa y no pensaba en romperla.

Al entrar a la preparatoria vió a un chico pelinegro de estatura baja comiendo una paleta, se veía tan adorable que no dudó ni un segundo en sacarle una fotografía con su celular.

- ¡Deja de sonreír!

"Que masoquista" pensaba Jungkook al ver la sonrisa del mismo chico tras ser molestado por ese grupo. "Te ayudaría pero lo disfrutas" seguía pensando hasta que poco a poco sus pensamientos se convirtieron en odio.

Aquel pelinegro hacía ver las cosas tan fáciles, no lo molestaba porque sabía que eso le gustaba y quería verlo por primera vez sufrir.

Y ahora que ya conocía su realidad quería protegerlo de todos.

Él se había convertido en su prioridad en tan sólo unos días.

No quería perderlo.

Maratón (4/4)