Capítulo 3

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Rumor de guerra

Con absoluta molestia, Orochimaru asomó la cabeza en la superficie del agua. Jiraiya se le quedó viendo curioso por algunos segundos antes de reírse de su cara de mata tontos. Kakashi solo botó un suspiro mirando de reojo hacia el bosque. Algunos de los que estaban en el medio del lago hasta sufrían de un molesto tic nervioso en la cara cada vez que escuchaban el crujido de ramas rompiéndose, más los gritos de los chicos repartiéndose ordenes entre ellos.

¿Era demasiado pedir un poco de tacto a los mocosos con menos de mil años?

—¿Por qué hacen tanto ruido?— se quejó uno de ellos, esforzándose por mantener la concentración en las leves vibras que quedan en el aire alrededor del portal.

—Son jóvenes. Están entusiasmados, es su primer encuentro con una quimera en trecientos años.

Aquello había sido una sorpresa muy grande, encontrar una quimera en este lado de los portales no debía ser posible. A no ser que esa cosa haya estado vagando y ocultándose en la Tierra durante miles de años desde antes de que los portales fueran custodiados, antes del tercer origen.

—Yo no sabía que mis muchachos pudieran ser tan escandalosos.

—Son como cachorros que no se han visto en mucho tiempo.

—¡Es lo que son!

Aparte de Jiraiya, Orochimaru y Kakashi, otros tres hombres estaban metidos en aquella tarea de tomar muestras orgánicas, y revisar el perímetro del portal, mientras que los discípulos le daban caza a una quimera de piedra que encontraron merodeando alrededor del lago.

Orochimaru terminó de salir del agua emitiendo un gruñido de fastidio

—Alguien haga algo con ellos o los usaré como sujetos de prueba— murmuró escurriéndose el largo cabello. Todos dejaron de trabajar para verlo, esperando encontrar un mísero atisbo de broma, pero no había nada de eso —Me muero por diseccionar un cuerpo joven.

—Yo voy— dijo un pelinegro de barba, resoplando ante la poca disponibilidad de sus compañeros para salvar a sus estudiantes.

Nadie quería discutir con Orochimaru, pero tampoco querían cortar la diversión de los chicos y ser llamados aguafiestas. Así que ninguno reprochó cuando Asuma empezó a caminar con pereza hacia la orilla del lago.

—¡Apúrate, que es para hoy!— le gritó Orochimaru exasperado con aquel relajado andar.

Todos emitieron una discreta risa de diversión, pues aquel hombre solo levantó la mano sin voltear, pero no fue más rápido.

***

En interior del espeso bosque de pinos, las cosas estaban un poco agitadas, y solo entonces los jóvenes cazadores fueron conscientes de que han perdido forma para esas cosas. O podría ser que subestimaron a la criatura que perseguían... o incluso a ellos mismos.

Una quimera es un cuadrúpedo feroz, con una cola que les facilita atacar y proteger su retaguardia. En su mundo evolucionaron hasta volverse elementales; la capacidad de mimetizarse con los elementos de la naturaleza representa una dificultad para aquellos que deben matarlas cuando son infectadas por algún parásito umbra, especialmente si la criatura en cuestión posee un blindaje natural de roca fundida con otros elementos que aumentan su defensa; en este particular caso, es como estar enfrentando una jodida piedra viviente, y no es divertido, ni un poco. Ni siquiera comprenden como es que esa cosa puede moverse tan rápido y escalar como si no pesara nada.

 Ni siquiera comprenden como es que esa cosa puede moverse tan rápido y escalar como si no pesara nada

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