4.Senses

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Los dulces suspiros del menor eran lo único que podía ser escuchado en esa silenciosa habitación. Por la mirada en el rostro de Jaebum, era claro que estaba disfrutando del espectáculo frente a él.

Aquel chico con el cual creció y al que alguna vez vió como una criatura inocente se encontraba tocándose frente a él, y Jaebum no podía estar más satisfecho.

Yugyeom sonrió sin dejar de tocar su propio miembro. No había nada que le gustase más que complacer al mayor.

No sabía cuánto tiempo llevaban haciendo eso. Eran tantas las veces que había perdido la cuenta. Sólo sabía que pasó de ser un tímido virgen a un experto en cuanto a sexo que carecía de pudor, y todo gracias al que le miraba con lujuria en ese momento.

Aquella experiencia era bastante extraña, y una que Yugyeom nunca imaginó, pero no podía quejarse. Le gustaba absolutamente todo de ello y no lo cambiaría por nada.

Cada que estaba junto a Jaebum sus sentidos se agudizaban. Era como si su sola presencia volviese todo mejor de lo que en realidad era. El mayor llenaba de color el mundo blanco de Yugyeom.

Sólo mirarlo era adictivo. Cada que sus labios se juntaban, Yugyeom saboreaba la gloria. El roce de sus cuerpos lo llevaba a la más dulce de las locuras. Los seductores susurros de Jaebum en su oreja lo transportaban a un mundo desconocido. El aroma que Jaebum dejaba en la cama una vez se había ido era como un íntimo regalo.

Todo con Jaebum era emocionante y provocaba maravillas en el menor. Yugyeom siempre había sido considerado el típico chico bueno e inocente, por cuya mente no pasaban ningún tipo de pensamientos perversos. Y sin embargo, la realidad estaba lejos de esto.

Cada que se encontraba con el mayor, ambos realizaban los más obscenos de los actos, dejando a sus más profundos deseos controlarles por unos minutos.

Yugyeom pasó de ser un chico inocente y tierno a un completo pervertido, y lo cierto es que en verdad no le molestaba.

La sensación de Jaebum dominando por completo sus sentidos le encantaba.

Jaebum se había vuelto su droga personal, y sentía que no podría vivir si le faltara.

No se sorprendió al sentir el cuerpo del mayor colocándose sobre él. La sensación de las manos de Jaebum explorando su cuerpo era una con la cual estaba ya muy familiarizado.

El momento en que sintió un par de dedos adentrarse en él no fue inesperado, sin embargo le resultó inevitable dejar salir un pequeño gemido.

𝘍𝘖𝘊𝘜𝘚 ✧《𝘉𝘎𝘠𝘌𝘖𝘔》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora