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Jaebum vivía estresado.
Su vida como estudiante le quitaba muchísimo de su tiempo y lo consumía por completo.
No podía recordar la última vez que había salido sólo para divertirse. De cualquier forma, siempre se había visto como a un introvertido. Lo que en verdad era divertido para él era quedarse en su cama todo el día y mirar Netflix desde la comodidad de esta.
Y sin embargo, ahora se encontraba en una fiesta con personas a las cuales él nunca había visto en su vida.
No tenía ganas de estar ahí. Su querido amigo (a quien en esos momentos deseaba estrangular) Yugyeom lo había arrastrado hasta aquel lugar, prometiendo que se la pasaría bien. Desde un principio se sintió escéptico pues nunca se considero una persona que disfrutara mucho de las fiestas o cualquier tipo de evento social en general.
Pero Yugyeom era convincente. Sabía decir las palabras correctas para obtener lo que quería y Jaebum no era inmune a los poderes del menor.
Así que ahí estaba. Alrededor de un montón de gente que nunca había visto ni volvería ver, tomado de la mano de un muy animado Yugyeom.
A pesar de sentirse fastidiado, no podía negar que la sensación de sus dedos entrelazados a los del menor le agradaba. No entendía muy bien el por qué, y prefería no pensarlo demasiado.
Yugyeom lo llevaba de un lado para otro, presentándolo a personas cuyos nombre Jaebum olvidaba en cuestión de minutos. La única razón por la que se hallaba ahí era por su amigo, quien le había jurado aliviarlo de su estrés, mas no estaba funcionando particularmente bien.
---Yugyeom, ¿podemos irnos?---pidió con algo de frustración el mayor tras un rato de seguir sin más al otro chico---Aprecio que intentes animarme, pero esto en verdad no está funcionando.
Yugyeom hizo un pequeño puchero y Jaebum no pudo evitar pensar que se veía extremadamente tierno.
---¿No podemos quedarnos por lo menos un rato más?
Jaebum soltó un gruñido.
---Bueno, sólo una media hora y nos largamos de aquí.
Yugyeom sonrió triunfante y continuó jaloneando a un desganado Jaebum a lo largo del lugar.
---¡Hyung! ¡Vamos a bailar!---insistía el más alto, señalando la pista de baile.