YOU// Harry Styles y Tú

TRES

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De nuevo me despierta el despertador a la misma hora de ayer. No recuerdo cuando me quede dormida.
Me levanto de la cama y me pongo a pensar en todo lo ocurrido ayer. Sigo sin poder creérmelo, todo pareció un sueño.
Sonrío como tonta y me dispongo a vestirme. Como no me da tiempo a desayunar en mi casa decido hacerlo en el trabajo, pues hoy es viernes y no suelen haber muchas personas a estas horas allí.

Una vez entro en la cafetería, no sé porque pero tengo la esperanza de mirar hacia la mesa del fondo y volver a encontrarme al chico misterioso, bueno ya no tan misterioso. Lo hago pero para mi mala suerte esta vacía la mesa.
Suelto un suspiro.

-¿Ocurre algo?.- dice la voz de Axel que hace que vuelva a la realidad y me dé un susto al oírlo.- perdón, no quería asustarte.
-No te preocupes.-le digo sonriente, me pido mi desayuno de siempre y Axel me lo sirve encantado.

Suena la campanita de la puerta y me pongo nerviosa. Me hago la esperanza de girarme y encontrármelo allí, pero solo viene el cartero a dejarle un paquete a Axel. Suspiro de nuevo y esta vez decepcionada me llevo un sorbo de café a la boca.

Pasan las horas y cada vez que oigo ese sonido de campana no hago nada más que girarme y girarme con la esperanza de ver entrar al chico de mis sueños. Pero como siempre todo se queda ahí, en un sueño.

-Bueno ya está bien, ¿que narices te ocurre hoy _____? No haces nada más que girarte cuando oyes que alguien entra y cada cliente que viene te decepciona más.- dice Axel y yo miro para otro lado intentado evitar esta conversación puesto que si se la cuento me perseguirá el resto de su vida con ello.
-No es nada Axel, siempre que viene un cliente miro hacia la puerta. Ya sabes, por inercia.
-¿Crees que después de tanto tiempo vas a conseguir engañarme a mí? Ya puedes soltar por esa dulce boquita pequeña.- dice Axel y no tengo más remedio.
Le empiezo a contar todo, desde principio a fin. Al terminar la historia Axel está igual de blanco que yo ayer cuando me encontré a Harry.

-Ósea que llegas aquí y ¿no tenías pensado decirme nada? Mira te perdono porque el otro día me salvaste de la bronca del jefe, pero ni una más, ósea ¡qué fuerte, qué fuerte! Harry Styles ha estado aquí, te ha acompañado a tu casa y encima te dio un beso. ¡Qué envidia! Ojalá apareciera por aquí Angelina Jolie.
-¿Angelina Jolie? ¿No eres...? Bueno en fin...
-¿Gay?-el se ríe a carcajadas- No, simplemente te lo dije el día que nos conocimos porque una chica pesada que había a tu lado no dejó de tirarme la caña en todo el día. Creí que te habías dado cuenta de que era mentira, ósea pensé que esa noche te lo conté.-Estoy flipando, mi mejor amigo, el que creía que era gay, resulta que no lo es. A ver realmente su orientación sexual no me importa, el amor es algo libre y me da igual que le guste un chico o una chica mientras sea feliz.- Bueno volviendo al tema, ¿cuando habéis quedado de nuevo?
-¿Quedar de nuevo? Axel, él es Harry Styles, cantante de una banda, famoso. Yo soy ______ López, camarera de una cafetería que apenas puede mantenerse a si misma. Soy una simple fan para él, una entre las miles de millones que tiene. Para él soy como un grano de arena más en la playa. No vamos a volver a quedar, es más no creo que vuelva a verle.
-Desde luego eres la persona más negativa que jamás he conocido.- dice Axel y se va a limpiar unas mesas.

Yo suspiro, lo que he dicho tiene sentido y es todo verdad. Soy una simple chica, con una vida sencilla. Él ha salido con chicas más guapas, más ricas y mejores que yo. Jamás se fijaría en alguien como yo, simplemente me ve como una fan.

Termina nuestra jornada laboral y hoy Axel decide acompañarme hasta mi casa pues dice que tiene que ir a comprar unas cosas por el Upper East Side. Cuando llego a mi casa veo que hay un coche aparcado justo enfrente. Yo me extraño, nunca aparca nadie ahí; alomejor es un vecino. Pero mi sorpresa es aún mayor cuando del coche sale un chico, alto, con gafas de sol, gorro y bufanda. No puede ser...