DIECISEIS

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Le dejo entrar y rápidamente recojo un poco el desorden. Puedo notar su mirada en cada movimiento que hago. Me pone nerviosa, pero son unos nervios que he aprendido a sobrellevar. Me he acostumbrado a estar nerviosa cuando estoy cerca de él.

Después de recoger durante 20 minutos, lo miro y él me mira sonriente.
-Eres muy ordenada.- dice él.
-Solo cuando tengo visita.- digo yo y m doy un golpe mental. Ahora pensará que soy una sucia.-Bueno, no sabía que habíamos quedado.
-Oh no, no hemos quedado. Solo me apetecía venir a verte. Tengo unas horas de descanso antes de volver al estudio y que mejor que aprovecharlas con mi persona favorita en Nueva York.- le miro y él me mira sonriente pero se le quita la mueca.- y en el mundo entero claro.- dice el enseñando media sonrisa y yo me río. Le tiro el trapo que tenía a la cabeza y se empieza a reír.
*********
Harry se marcha y me cuesta un mundo despegarme de él. Tiene que irse a ensayar, pero las tres horas y media que ha estado conmigo se me han pasado como dos segundos. Si me duele separarme de él por solo unas horas, no quiero ni pensar cuando esté en la gira.
Unas lágrimas amenazan con salir, vaya... solo de pensarlo ya me pongo tan triste... Harry está profundizando en mi más de lo que creía.
Decido salir un rato a despejarme y me dirijo hacía un Starbucks. Cojo mi café favorito y me siento en un banco de Central Park. Empiezo a darle un sorbo al café, el cual casi se me cae al ver la imagen que tengo justo enfrente de mis ojos...
Axel y Loren juntos. En un banco. Sentados. Café en mano. Ella se está riendo de algo que ha dicho él.
¡Claramente están saliendo!
Saco mi móvil del bolsillo para comprobar mis sospechas.
Miro como mi amigo coge el teléfono e intento esconderme un poco para que no me vean.
-Hola Axel, mira estoy aburrida en mi casa y me apetece ir a tomar algo. ¿Te parece si nos vemos en Central Park en dos minutos?
-Eee.... ______, hola.-dice el pobre nervioso y mirando a Loren enfatizando mi nombre. Ella abre los ojos como platos.- Veras ahora mismo no puedo quedar porque...em.... pues porque me encuentro fatal. Tengo un dolor de cabeza y de estómago impresionante.- miente, miente y miente. Será mentiroso.- Lo siento amiga, nos veremos otro día, chao, te quiero.- dice y sin dejarme decir ni mu me cuelga.
Lo fulmino a lo lejos con mi mirada y decido irme. Si no me ha querido decir la verdad ahora, sé que me la acabará diciendo. No voy a obligarle.

Paseo durante media hora por las calles de Nueva York hasta que noto como mi móvil vibra. Es un mensaje de Harry.

Princesa, te recojo en tres cuartos de hora en la puerta de tu casa. Voy a llevarte a cenar a un sitio que te encantará. Nos vemos amor.
-HARRY

Miro la pantalla como boba con una sonrisa inmensa debido a sus piropos hasta que miro la hora del reloj y me doy cuenta de que estoy a siete calles de mi casa y solo tengo 3 cuartos de hora. Empiezo a correr hasta que no noto que mis piernas toquen el suelo y cuando llego a mi portal subo las escaleras casi volando. Llego a la puerta y vuelvo a tomar el aire que me he dejado por el camino y abro la puerta.

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Con la toalla enrollada en mi cuerpo me planto frente a mi armario indecisa. No sé qué clase de sitio será, elegante, básico, fiestero... y no tengo ni idea que ponerme.
Tras varios segundos decido ponerme una falda larga de color rosa claro con estampado de florecitas con una camiseta básica blanca. Me pongo mis deportivas más cómodas a juego con la camiseta y en el pelo una trenza básica. Quizás vaya muy sencilla para una cena de gala con Harry pero hoy no me apetece ponerme más arreglada. Me pongo un brillo de labios y un poco de rímel y me miro al espejo un par de veces. Tampoco estoy tan mal.
Me llega un mensaje de Harry avisándome de que baje. Cojo mi bolso y con la misma rapidez que subí las escaleras las bajo.
Entro al coche donde lo veo a él con su disfraz de incógnito. Me mira y me sonríe y me da un corto beso en los labios que me sabe a poco.
-Estás preciosa. Dice el poniendo su mano en mi muslo y yo me sonrojo. A parte me sube como una ola de calor por todo el cuerpo. Otro síntoma que Harry provoca en mi.
-¿Y donde vamos?- le pregunto a Harry murándole a los ojos. Él sonríe de lado.
-Es sorpresa.- dice el y me guiña un ojo.
Otra sorpresa más.
Yo sonrío y miro hacia adelante.
Llegamos a un restaurante he parece ser hindú. El nombre es rarísimo, no sé ni siquiera pronunciarlo.
-Hemos llegado ______. No quería decirte donde íbamos porque sinceramente no puedo pronunciar ese nombre. No tengo ni idea de cómo se pronuncia.- dice riéndose y me río con él.

Entramos dentro y el ambiente es precioso, la decoración es súper bonita y huele de maravilla. Nos sentamos como en una mesita pequeña la cual está rodeada de cojines.
Presiento que va a ser una bonita cena.

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Al salir del restaurante, el cual ha vuelto a pagar Harry la cena, nos dirigimos de nuevo a nuestro lugar favorito (anteriormente el suyo, pero ha decidido que ahora sea el de los dos). Nos la pasamos hablando la mitad del tiempo hasta que hace una pregunta que me descuadra.
-Dime, _______, a parte de convertirte en la mejor modista del mundo ¿qué otros sueños tienes en mente que Sean más asequibles para mi?- dice mirándome y yo me quedo pensativa unos minutos.

Jamás había pensado en otros sueños. Ósea, uno de mis mayores sueños era venir a Nueva York cosa que ya he realizado, pero otros sueños más pequeños... nunca lo había pensado. Otro era conocer a One Direction, cosa que también he cumplido. Entonces se me ocurre uno.
-Volar.- digo yo mirando al cielo.
-¿Volar?- dice el migándome extrañado debido a que no es un sueño fácil de lograr.
-Si, me encantaría por un momento no sentir mis pies en el suelo sino todo lo contrario. Sentir que estoy volando. Me encantaría saber que es esa sensación. Es uno de mis pequeños sueños.

Notó su mirada en mí y rápidamente se tumba a mirar las estrellas, me tumbo con él.
-Seguro que lo consigues también, te conozco lo suficiente para saber que consigues todo lo que te propones.

Yo le miro y sonrio. Que confíe así en mi me da mucha ternura al corazón. Me lanzo a darle un beso y él me agarra de las mejillas y convierte el dulce beso en algo más intenso.
Antes de que me de cuenta estamos los dos sin ropa.
-Ha...Harry.- digo con mi respiración entre cortada.- Puede venir alguien y vernos.- digo yo casi con un jumó de voz debido a que me está dando besos en el cuello y eso es mi debilidad.
-Relájate princesa.... aquí nunca viene nadie. Confía en mí.

Y con esas palabras confío plenamente en él. Desde el minuto uno.

Y así, bajo las estrellas, Harry y yo conseguimos dar un paso más. Para mi el más especial.

YOU// Harry Styles y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora