La vida de Jungkook había cambiado en una sola noche, y mientras intentaba entender la filosofía de Sócrates en un salón completamente vacío, le fue imposible no pensar en lo que había hecho: literalmente le fueron suficientes un par de horas para acabar con algo que, tristemente, ni siquiera tuvo la oportunidad de comenzar. Sin embargo, Jungkook juraba sentir el corazón en mil pedazos, como si se tratara de la peor ruptura de su vida.
De un momento a otro su mente ya no estaba en aquel libro de texto, sino en lo que había sido de él las últimas semanas: los días transcurrían como de costumbre, iba a clases y regresaba al departamento, ya no solía visitar a Jimin, y por supuesto, este sabía que no sería recibido en casa de Jungkook.
Era más fácil culpar a Jimin que aceptar el peso de la responsabilidad.
—Hey, Jungkook —para su mala suerte se trataba de Jimin, quien tomó asiento a su lado con la esperanza de lograr entablar una conversación con su mejor amigo—. ¿Podemos hablar?
Jungkook simplemente negó.
—Yo sé que no fui el mejor amigo esa noche... —dijo—, pero tampoco fui un desastre.
El menor ni siquiera se molestó en mirarlo.
—Vamos, Jungkook —suplicó—. Habla conmigo.
No obstante, Jungkook no dijo palabra alguna.
—¿No crees que ya fue suficiente? Han pasado más de tres semanas desde que te dejó, deberías simplemente seguir —continuó, mostrándose un tanto exasperado con la actitud de su mejor amigo—, ¡bien! Él no te quiso, alguien más lo hará. Si Yoongi no pudo perdonarte un pequeño error, ¿crees que te merece?
—¿Por qué no te callas de una buena vez? —dijo Jungkook, mirándolo finalmente—. Porque, francamente, no entiendo el estúpido punto al que vas.
Jimin, sin moverse de su lado, le miró asombrado. Jamás lo había visto actuar así, no con él.
—Sólo digo que...
—Tú no dices más que estupideces, Jimin —se adelantó Jungkook—, dices que él hizo las cosas mal, ¿pero fue él quien hizo mal? —preguntó, pero al no recibir una respuesta por parte del más bajo, simplemente tomó sus cosas y le miró—. No vuelvas a hablarme.
Park se quedó petrificado, y fue ahí cuando no supo cómo impedir la partida de su mejor amigo. Lo vio marcharse.
El castaño caminó por el pasillo, pensando en lo cruel que había sido con Jimin. Ese mejor amigo al que conocía desde el primer día de universidad, cuando ambos llegaron a Seúl y que, para su sorpresa, también era de Busan.
Hicieron click de inmediato: disfrutaban de las mismas cosas y solían complementarse a la perfección; pues mientras Jungkook era el responsable en esa amistad, Jimin era incondicional. Aquel pensamiento formó un nudo en su garganta y acumuló lágrimas en sus ojos, jamás había pensando en la posibilidad de perderlo, pero ahora, de pie en medio del largo pasillo, parecía ser así.
—Mierda, Jungkook, realmente te ves terrible.
Escuchó la grave voz que alguna vez le pareció irresistible. Ahora parecía un infierno.
—Vaya, Taehyung, no recuerdo haber pedido tu opinión —respondió sin más.
Taehyung se detuvo frente a Jungkook, quien retrocedió de manera automática. Rechazaba su cercanía y todo lo que tuviese que ver con él.
—Hace algunas semanas no querías separarte de mí y mírate ahora —dijo el mayor, cruzándose de brazos—, no me quieres cerca.
—Ambos estamos sorprendidos, ¿no es así? —contestó de inmediato, imitando el movimiento del mayor—, es decir, yo no sabía que eras un patán y tú no sabías que estaba enamorado de otro.
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WHO ARE YOU? | Yoonkook
أدب الهواةJeon Jungkook llegó a la vida de Min Yoon Gi para quedarse. ✘Capítulos cortos (algunos largos). ✘Contenido homosexual. ✘Actualizaciones indefinidas.