Lección 4: Tal vez... no todas son iguales/II

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Muchas gracias a tod@s los que me leen, y a quienes siguen mi fic, está historia sigue gracias a eso. Yo les mando los mejores deseos de todo corazón.

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Era hora de ver a Sasuke de nuevo, no quería hacerlo pero apenas era su segundo día ahí, sería demasiado dejarlo por su cuenta tan pronto, y justo por eso se obligó así misma a ir al comedor.

-¿Ya te vas Sa-sakura-chan?- Hinata la miró con sus grandes ojos que notaban todo. Era una buena amiga aunque era más joven y lo que es más la conocía bien.

Tranquila, respira Sakura- Se dijo a si misma

- Bueno, si- respondió tratando de parecer calmada - como estamos de vacaciones, podremos hacer más rápido las actividades de los talleres... - explicó recordando que casi terminaban de coser almohadas y sábanas -No hay tareas, ni exámenes...

-No estés nerviosa- dijo entonces su compañera de labor interrumpiendo sus divagaciones- aunque parece brusco Uchiha-san no creo que sea mala persona...

Sakura suspiro. Hinata era como una pequeña bruja, era un poco tímida pero era muy hábil leyendo a la gente. Como si tuviera una habilidad especial que viera a través de las personas. Y como ahora, otras veces ya había pasado que su amiga, con unas pocas veces de observar a otros lograba ver algo esencial dentro de cada individuo.

Sabiendo eso suspiró aún más fuerte, no tenía sentido ocultar su nerviosismo.

Después de todo no entendía porque le pasaba esto, Sasuke no era el primer hombre-joven guapo que conocía.

¿Y si estaba hormonal?

-¿Es uno de tus presentimientos?- preguntó sin ocultar sus conflictivas emociones.

La joven morena sonrió a Sakura sin afirmar ni negar. Por ese tipo de cosas decían que Hinata era un poco rara.

Bueno no es que Sakura pensara que era muy normal tampoco, más bien por eso creía que se entendían bien.

-So- solo se tú misma- le replicó la otra- sueles to-tomar buenas desiciones - le aseguro mientras sonreía.

- Muy bien - se animó un poco por la amabilidad de la morena- Eso haré - hizo la promesa aunque no estaba tan convencida.

Su corazón latió más rápido al momento que empezó a caminar.

Sabía a dónde iba. Otra vez deseó no tener que enfrentarse a él, solo por unos momentos tuvo que reflexionar en algo que le quitara ese nerviosismo.

Y fue más fácil de lo que creía.

-Sasuke es joven- pensó - soy mayor por seis años - claro que eso era una razón más que adecuada para controlar sus emociones. Además él contaban
con posibilidades económicas muy altas, era muy atractivo, lucia  arrogante , y por lo que venían en el informe que le mando Fagaku Uchiha, Sasuke también era brillante en la escuela. Su segundo año de universidad nada menos.

Tenía 17 y era un muchacho muy adelantado.

Seguramente lo seguían las jóvenes enamoradas, y no tan jóvenes, por donde quiera que fuese. Si lo pensaba era imposible que un adolescente como él, se fijara en ella. En la mañana ni siquiera se puso una base de maquillaje, ni arreglo su cabello, es más, si compraba algun producto de belleza le duraba un año completo de tan poco que los usaba.

Eso facilitaba su labor, estaba segura ya que no existía ninguna posibilidad de que "la tentación hecha hombre (muchacho)" le diera mayores problemas que su rebeldía.

Lecciones para un ArroganteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora