Lección 15: Todo lo bueno requiere trabajo

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Gracias por leer.
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Sabia que la razón por la que pudo dormir esa misma noche en el hospital, fue a causa del cansancio y los analgésicos que le suministraron para el dolor del tobillo, que según el doctor "estuvo a poco de sufrir una fractura grave", si no fuese por eso sería una historia diferente... todo ese día se torturó a si misma con la persistente idea de que Sasuke la iría a ver en cualquier momento... pero nunca pasó.

La culpa causada por sus propios sentimientos la tenía inestable.
¿Qué le diría cuando lo viera a la cara, podría siquiera soportar su mirada fija sin sonrojarse? Fue lo que pasó por su cabeza a las diez de la mañana.

Pero sus latidos la traicionaban pensando en su sonrisa sesgada, en su oscuros y atentos ojos que lo notaban casi todo.

¿Con qué cara lo vería, podría él percibir sus emociones y saber que había logrado su propósito?- Tal vez le daría una sonrisa de autosuficiecia y presumiría que nadie podía resistirse a su atractivo de todos modos.

Pasaba el tiempo con las visitas periódicas de las enfermeras, pero ella la paso adormilada y temerosa.

Sasuke ¿Por qué tenía que tener todo lo que a ella le atraía?

¿Él notaría lo nerviosa que estaba?

¿Se burlaría de ella por eso?

¿Iba a ponerse de todos los colores como una completa tonta o lograría mostrarse lejana? Hasta que llegó la noche perdió toda esperanza, dividida entre el alivio y el enfado, momentos después le dieron algo fuerte para el constante dolor...

- estúpido Sasuke-kun...- fue su último pensamiento al recordar cómo saltaba su pulso cada vez que se abría la puerta de su habitación de hospital.
...
- a, Sakura - la llamó una voz grave con una cadencia gentil que no era familiar con la persona a la que pertenecía. Nadamas abrir los ojos sus labios fueron besados con la misma cadencia, tan gentilmente que no pudo resistir ni un poco. Sabía que no debería estar respondiendo, que debería ser más responsable u avergonzarse de si misma, pero la sensación de sus besos, su aroma ahora ya tan conocido le causaba tanta felicidad que casi quería llorar de emoción, por la forma en que esa acción le llenaba el corazón - buenos días pelirrosa - saludo Sasuke una vez dejo su boca.

Lo miro sin responder enseguida...

Tan hermoso que dolía, tan inteligente que era extraño que continuará con ese juego rebelde de conquistarla.

-No deberiamos hacer ésto Sasuke-kun - le dijo en respuesta ya sin ocultarle sus tormentosas emociones, feliz y culpable a partes iguales, no podía evitarlo, ya estaba enamorada - no es correcto - se obligó a continuar ignorando esa vocecita interior que le decía "que no debería preocuparse tanto porque sus sentimientos eran sinceros".

Cállate. Este tipo de situaciones siempre traen problemas. Le dijo a su tonta voz interior.

Pensó haber renunciado a su romanticismo infantil, a los sueños donde encontraba el amor de forma inesperada.

Pero mirando a Sasuke de frente, mirándola al mismo tiempo, así, tan atento y seguro, se llenaba de un anhelo profundo. Deseaba que las cosas fueran más fáciles, poder acercarse con la misma despreocupación.

Pero no podía.

- creo saber bien lo que piensas- expresó el muchacho después de un corto silencio, un silencio donde no hubo enojo, ni sonrisas de autosuficiecia, sino una calma reflexiva mientras la miraba con... tal afecto que su estómago salto hasta su pecho - tienes que saber que no estoy jugando.

Imposible, tal vez la estaba probando como de costumbre.

- entonces ¿qué estás haciendo Sasuke-kun?- exclamó bajo pero con cierta angustia para no llamar la atención de las enfermeras- soy mayor que tú, y no solo eso, eres menor de edad...

- ¿ese es el mayor impedimento para que no me tomes encerio?- la interrumpió calmadamente, firme.

- en parte Sasuke-kun - continúo la joven tratando de hacerle entender su punto - además eres joven tienes tanto por pasar, podría llegar una jovencita a tu vida que sea mejor opción que yo, que se ajuste a tu vida...

- pero te quiero a ti - replicó con completa seguridad, tanto así que su reciente argumento empezó a perder fuerza. Él se sentó lentamente en la orilla de su camilla.

-ta- tal vez estás equivocado - respondió con sonido tembloroso, casi en un murmullo ahora que lo tenía tan cerca.

-no- insistió rotundo -soy muy serio - su voz era baja porque estaban sus rostros a solo unos centímetros - te quiero Sakura.

-pe-pero

-ya no soy menor de edad- los ojos de la pelirrosa se abrieron muy grandes de sorpresa, y apretado las sábanas contra su pecho las palabras se atascaron en su lengua - eso era lo que quería decirte

-... - un incontrolable sonrojo subió a sus mejillas.

-ya no tienes un pretexto válido para no tomarme encerio - insistió el Uchiha acariciando el cabello rosa.

-y-yo n-no sé- tartamudeo haciendo cortocircuito- Sasuke - Kun...

- solo quiero la verdad Sakura - en cuanto dijo aquellas palabras una solitaria lágrima corrió por la mejilla de la joven, se sonrojó ligeramente - se que te gustó ¿ Nos darás una oportunidad?

- Sasuke- Kun ¿ Es que no escuchaste lo que te dije? Soy mayor que tú y una empleada de tu padre, nunca nos habríamos cruzado en la calle si no fuera por tu castigo...

- Estás preocupada por mi - no fue una pregunta - no lo hagas. Ese castigo terminó siendo un regaló.

Si estaba preocupada por él. Pero lo que él no entendía es que también estaba preocupada por si misma. ¿ Qué pasaría cuando ella estuviera completamente enamorada y el se encontrase una bella chica de sus círculos, de su clase, o una linda heredera como él... Tendría el corazón hecho pedazos, no se recuperaría.

Y a su pesar, quería saltar para decirle que sí, que lo intentaran, que también... lo quería.

Cuando finalmente estaba por decir algo Sasuke la beso, y estaba de más decir que era imposible alejarse. La seriedad y cuidado de su caricia era palpable.

- está es solo la prueba de que no miento, también puedes preguntarle a Fagaku - le murmuró él moreno poniendo una identificación nueva en su mano, la fotografía de Sasuke, su edad, dirección... - no me voy a detener hasta que tú también digas que me quieres...

Ya lo hacía, pero las palabras se atascaron en su garganta. Solo pudo atinar a tomar su rostro masculino entre sus finas manos y mirarlo asistiendo, temblando de miedo, por lo que sería de ellos, de su corazón. Anhelando lo mejor.

- ¿no te vas a detener? - dijo insegura con los profundos ojos oscuros de Sasuke observándola de cerca.

- me conoces suficiente para saber la respuesta directora.

- p-podemos salir juntos - cedió un poco, Sasuke empezó a sonreír - como amigos - a pesar de la respuesta la sonrisa ni decayó.

- Bien- dijo - por ahora - aunque él Lucia satisfecho y sereno, ella sentía como si acabara de caer de nuevo por el barranco.

No sabía si había hecho más mal que bien con esa simple concesión. Puede que solo quisiera darle tiempo de entenderse a si mismo, de ver qué no era ella lo que buscaba.

Tal ves solo se engañaba a si misma, y no era tan madura como creía ser.

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Muchas gracias por leer❤️

Lecciones para un ArroganteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora