lección 24: El que ama no duda II

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Lo siento mucho por tardar. Escribir este capítulo fue una verdadera odisea; se fue la electricidad en mí casa por dos días, tuvieron que venir a arreglar el medidor. Luego de eso tenía que viajar al otro día ( por 4 horas) y gracias a que el autobús traía señal de internet pude escribir una parte ahí.

Por eso gracias por su paciencia.

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Muchas veces después de un evento social no se molestaba en ver la hora, no le interesaba la llegada de otro día, ni sus responsabilidades, ni ningún otro ser humano. Solía ignorar al mundo... pero después de estar con Sakura toda la noche, de acariciarla por completo y recibir también su total atención, supo todavía con más certeza que la amaba.

Y aunque ella dudara en hablar sobre sus sentimientos por él, sabía que lo que pasaron juntos hasta la noche anterior no sería cosa de broma para ella.

Era tan sería que no podía imaginarla huyendo a mitad de la noche, la sola idea era un poco graciosa.

Hasta antes de él no había habido otro, y como buen hombre de su familia el sentimiento de posesividad se estaba intensificando con rapidez.

Era suya y no iba a dejarla ir... pero también él era de ella.

Ya no podía pensar de otra manera.

El recuerdo de su sonrisa confiada, su besos tiernos y su sinceridad evitaron que pudiera seguir durmiendo despreocupadamente.

Ahora tenía más claras las cosas que deseaba conseguir.

Sasuke sabía lo que quería: primero deshacerse de los peligros para Sakura, después quería tener una relación formal con ella, y si tenía que convencer a Fagaku de su madurez para lograrlo, por desagradable que le sonara tal vez hasta rogaría, aunque su ego esperaba no tener que llegar a eso. La escuela por otro lado no era problema, pero ahora creía que era conveniente terminar antes y hacer las prácticas en la empresa.

El reloj marcaba las 5:00 AM en el reloj electrónico mientras él observaba a Sakura duermiendo profundamente a su lado.

Tal vez en otro momento dirían que era el instinto de huida, haber despertado a esas horas después de pasar un día lleno de actividades. De todos modos estarían equivocados.

Acarició el hombro desnudo con el dedo hasta llegar a cuello y ella se removió con un sonidito. Sasuke sonrió y se agitó por igual.

Algo fundamental había terminado de cambiar en él. No quería hacer como si hubiera sido otra noche más, quería que Sakura entendiera lo serio que era respecto a su relación.

Que no era una adolescente jugando con ella.

Que no sé arrepentía.

Quería ser responsable por elección, no solo por obligación. No porque sintiera que había hecho nada malo, no era así.  Pero debía admitir que tal vez fue muy precipitado para ella, ¿tendría que haber esperado un poco más, estaría arrepentida Sakura, tendría que haber resuelto lo de Sasori?

Eso era lo que realmente le preocupaba.

Con eso en mente se levantó de la cama, arropó a la agotada pelirrosa. Se vistió olgadamente y salió en silencio de la habitación.

Si quería que Sakura estuviera segura y  deshacerse del Akatsuna no podía esperar a que las cosas sucedieran. Fue a la sala donde había dejado el portafolio que Orochimaru le entregara al principio de la gala y empezó a revisar su contenido.

Lo primero que encontró fueron fotografías pero no precisamente de Saori sino de ciertas chicas, unas comiendo en algún restaurante, otras paseando en un parque, sus rostros con el título de desaparecidas en la parte inferior del papel. Atrás se incluyó el reporte de desaparición, dónde mencionaba el lugar donde fueron vistas por última vez... Lugares donde aparentemente había estado también el pelirrojo, como las imágenes en cámara de seguridad indicaban.

Lecciones para un ArroganteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora