Un nuevo día iluminó el cielo, el iré era fresco y se sentían la calma en aquella escuela de-gente-oooh taan-buena ( nótese el sarcasmo)... él estaba dando servicio desde muy temprano... Sasuke Uchiha estaba en el infierno y usaba un mandil.
Muchas cosas inconvenientes (para él) habían pasado en muy poco tiempo, pero una de las peores de todas (hasta el momento) era ser compañero de cuarto de la peor máquina de ruido del universo, Naruto Uzumaki.
Ronquidos, o mejor dicho terremotos atravesaban la noche hasta su cerebro.
Hablar con seres imaginarios con los que peleaba por ramen fue la orden de la noche..
Llamar, haciendo sonidos sospechosos, al hablar con la tal Hinata.
Gracias al rubio casi podía comparar su dolor de cabeza con una resaca de tres días.
E incluso ese hecho no era tan malo como la "cosa" en la que quería evitar pensar, esa "cosa" que lo molesto también esa noche cuando volvió pensar...
Esa "cosa" molesta.
Molestia: Cabello rosa, boca curva, sonrisa recta y blanca, ojos de un profundo verde... Mandona.
Gruñó mientras hacia el primer trabajo de la mañana, el primero de su vida... Lavar los trastes que una docena de niños de 6años habían dejado.
...
Ella había aparecido muy fresca en la mañana envuelta con jeans ajustados, blusa deportiva y zapatillas de correr a la puerta de su "nuevo dormitorio", dejandole ver lo que se había perdido antes: sus otras curvas, su pequeña cintura, otras cosas que prefirió no "notar", y le había asignado la primera labor.- Hoy ayudarás a atender a los pequeños durante la mañana; llevarlos al comedor, servir alimentos, lavar los trastes...
-No - interrumpió tratando de controlar sus ojos traídores. Con los dientes apretados, hacercando su rostro para intimidarla en ese momento lleno de sorpresa y enojo la miró sin ocultar su ira, ¡¿5:45 am, en serio?! todo lo que quería era volver a la cama.
Él la miró desafiante, no podía obligarlo a salir a esas horas inhumanas de la mañana.
Ella también apretó los dientes y como hizo el día anterior sus ojos verdes brillaron con un fuego furioso; y de un modo desconocido antes para él, algo en su interior se removió como si tuviera vida propia.
-'Rabia'- se dijo, ella era una completa loca, y era una verdadera molestia.
Pero ella no dio un solo paso atrás, por el contrario se mantuvo, retandolo.
Era un poco más baja que él, y darse cuenta le devolvió esa extraña sensación.
- Sasuke-kun- dijo con una sonrisa que le dio escalofríos al moreno (¿Qué mujer hace eso con una sonrisa? )y le impidió cerrar la puerta - te recuerdo que solo tendrás capital si cumples con los trabajos asignados y que los papeles para eso, es decir, para que recibas dinero, los firmo yo, si veo tu esfuerzo...
-hmph...¿No pueden lavar ellos sus propios trastes? - respondió molesto y aún rebelde, pero con menos dureza, dinero era autónomia y él no la tenía ahora mismo. Estar con las manos vacías era nuevo e incierto.
- No pueden, los niños pequeños suelen enfermar fácilmente si se mojan demasiado, pero ellos tienen otras labores. Todos aquí trabajan de una u otra forma- explicó cómo toda una maestra sabelotodo.
Rodó los ojos...Un momento estaba enojada, luego lo amenazaba y después se mostraba razonable. Cada momento era menos alentador.
-Hmph...- fue todo lo que respondió, no tenía opción. Pero ella no lo dejo tener la última palabra.
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Lecciones para un Arrogante
FanfictionAcostumbrado a que las mujeres a su alrededor, hagan todo para llamar su atención y así recibir beneficios de él, Sasuke está convencido de que todas ellas son iguales, mezquinas, avariciosas y sobre todo falsas. Sin embargo él puede con eso, ellas...