Corto #OO2.

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— Y entonces... 

Dio un giro en el entorno silencioso del humano, obvervándole a él con atención y a cualquier movimiento de improvisto que éste podría llevar a cabo en un cerrar de ojos. Se removió intranquilo, impaciente y levemente incómodo por no tener una respuesta rápida del chico, pero sabía que el castaño estaba en un estado de diminuta presión y estrés que poco a poco iba carcomiendo cada centrímentro de su piel hasta la distancia más recondita que él podría tener. Nuevamente continuó las vueltas que empleaba en el centro de la sala, esperando alguna reacción del aspirante. Esto era inquietante, muy inquietante. 

— ¡Ya llegué! — Rajeev, entró azotando la puerta, creando una entrada que parecía ser bastante ensayada, algo así como en el espejo. Shanilla, posicionada detrás suyo, masajeó el puente de su nariz, agotada. 

— Viejo, ¿de verdad ensayaste esa entrada barata? ¿Sabes lo que es entrar a un lugar con clase y estilo? 

Levitó a una distancia cercana y prudente hacía él, mostrándole con arrogancia como debía ser realmente. Mientras el par vivía aquella especie de competencia, la hindú se aproximó al castaño, acariciándole la nuca con sutileza para hacerle volver a la tierra. Prontamente, fue atraída por los brazos de Spencer, quedándose ahí, viendo como en el cineasta aún yacía en una especie de shock. Billy, perpicaz y con un diminuto aire de sospecha, se acercó a ellos para observar lo que sucedía en el vínculo de amistad. 

— Lolo rompió mi cámara por "accidente" y tenía un buen filme en el que Billy me había ayudado. — pronunció rápidamente, manteniendo su mirada fija en la de Shanilla. — Y a pesar de ello, no quiere recaudar dinero y hacerse cargo de lo que rompió. 

— ¿Por qué haces comillas? — Rajeev se acercó, entrecerrando los ojos levemente porque, al tener a Lolo en un altar de su interior, nada de lo que provocaba ella era una maldad.

— Amigo, por dónde va tu coeficiente intelectual. — tanteó el hombro del hindú, ganándose una mirada lo bastante molesta para que Billy riera, junto al par. — Además, hay un vídeo que grabó Spence sin querer donde Lolo se tira un gas, pero, para qué lo voy a publicar, no soy desagradable como ella.

— Ella no sabe lo que hace. — acarició el cabello castaño rojizo de Spencer, provocando que éste se dejará caer ante las tentadoras caricias que le eran sutilmente proporcionadas. Billy observó con atención esto, y jaló con inocencia el chaleco de Shanilla, anhelando tanto estar ahí. Tan pronto como se pudo, ahora era él quien le regalaba aquellas caricias al castaño, siendo tan bien recibidas.

— ¡Viejo, eso es de gánsters! — exclamó el moreno, riéndose un poco por lo recientemente dicho por el cantante. Comentario que le hizo volver a la tierra de los terrícolas y no de los mal enamorados.

Spencer alza la vista para ver el rostro fantasmagórico de su pareja, dándose cuenta a los pocos segundos que él también le observaba, con anticipación. Su mirada era bastante cómplice, muy cómplice.

Días después.

Giró alrededor de Spencer, emocionado pero sin demostrarlo. Mientras hacía aquellas acciones, jugaba en la consola cualquier vídeo juego que pudo encontrar, sólo quería divertirse, ya que el castaño se mantenía ocupado completando secciones de sus libros escolares.

— ¡Otro récord para Cobra! — quiso alzar la voz para que  Spencer levantará el rostro y le hiciera callar. Exactamente eso sucedió, pero antes de que el castaño volviera a su mundo, Joe hizo flotar una cámara totalmente remodelada en frente suyo, tomando desprevenido al aspirante. — ¿Te gusta?

Spencer, se ve obligado a darse la vuelta para ver a Billy, tomando la cámara consigo.

— ¡Viejo! ¿¡Dónde la conseguiste!? — alterado y eufórico a la reciente emoción de felicidad, Billy ríe tontamente, encantado por verle así.

— Púes... — se rasca la nuca, nervioso. — Tuve que pedirle ayuda al loco de Bobby a cambio de unos de mis discos originales. Te vi triste por lo de tu cámara así que quise hacer eso. Por ti.

Se aproxima al cuerpo de Spencer, lo suficientemente cerca para que el humano le abrazará por el cuello, de esa forma, para darle a entender que estaba tan agradecido por aquello.

— Mira, bro. — telepáticamente enciende el computador, mostrándose de ese el vídeo el cual el fantasma le decía a Rajeev. — ¡Viejo, es un éxito!

Spencer carcajeó un poco escandaloso, fijándose al poco rato después en las visitas, quizás ya era un poco viral. Billy nuevamente apaga el computador, y ahora, volviéndose a Spencer, se posiciona encima de él.

— Subiste el vídeo de manera anónima. — habla apenas, recuperándose de la risa poco a poco. A penas puede, toma el mentón del cantante y lo masajea  constantemente, así, hasta descender a su quijada, acariciándole con suavidad. — ¿Te gustaría recuperar tu disco?

Ambos se miran cómplices, sonriéndose mutuamente.

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¡hola!

〔día: 19 | O7 | 19.
publicado: 26 | O7 | 19.
palabras: 800. ❳

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