–¡Perú, despierta!.–México estando casi encima de él, lo sacudía asustado para que despertara.
Hace un rato el peruano lloraba, gritaba y se quejaba entre sueños, cosa que le dio un gran susto, se preguntaba si así había estado él la vez pasada.Cuando Perú por fin despertó, se quedó mirando a México, obviamente asustado. El mexicano al notarlo sólo trató de quedarse callado, pero no pudo, enserio estaba preocupado.
–¿qué pasó?.–intentó acercarse, pero al momento de hacerlo, Perú le dio un golpe en la cara, haciéndolo caer al piso.
Cerró sus ojos con fuerza, después reaccionó, asomándose a donde el mexicano había caído.
–ay...¿quién anotó las placas?.–decía sobando su mejilla, donde había quedado el golpe.
–lo siento, lo siento, me alteré por el sueño...–lo ayudó a levantarse otra vez, notando que le había dejado una marca.–uh, enserio lo siento.–acariciaba su mejilla con cuidado.
El mexicano tenía un expresión de niño pequeño, justo cuando están apunto de hacer berrinche.
–pues ¿qué andas soñando conmigo para que te alteres?.–sostenía las esquinas de su camisa con sus manos para que su orgullo no quedara más destrozado que antes con el caer de sus lágrimas.
Verdaderamente era una sorpresa que no le haya respondido al golpe. Él ni si quiera reacciona a quién lo golpee, con que lo mires directamente por un rato, es capaz de acercarse a ti, completamente enojado y te preguntara varias veces por qué lo miras.
–no quisiera hablar sobre eso por ahora, ¿bien?–el peruano agachaba la mirada, no sabía si aún debía tener miedo. No tenía la menor idea del porqué había soñado eso
–bien bien...–se separó dirigiéndose afuera, buscaría algo que pudiera quitarle el dolor de ese golpe o que mínimo, le ayudara a que no ardiera su piel aún como consecuencia a ello.
El peruano únicamente se quedó ahí de pie, aún intentando averiguar porque había tenido ese sueño, ¿por qué justo en este momento?, ¿fue algo aleatorio que su mente le hizo pensar?, ¿acaso inconscientemente vio algo raro que provocó ese sueño?...¿era eso?...
Su mente comenzó a llenarse de más y más preguntas, distrayéndolo y sin notarlo ya había pasado veinte minutos ene este estado.
–¿te vas a quedar admirando la nada todavía? –el mexicano sostenía una pequeña bolsa de hielo al lado de su mejilla. Al notar que el peruano no reaccionaba, no siguió molestándole, no, no iba a enojarse, pero tampoco iba a perdonar el que le haya golpeado así, de la nada. Se dirigió a su habitación, cerrando la puerta tras de sí, provocando un ruido el cual, esta vez, sí sacó al peruano de sus pensamientos dudosos.
–¿ah?.–no podía ocultar el pánico que sentía, el simple hecho de creer que inconscientemente pudo notar algo que podría hacerse realidad, un pequeño detalle el cual puede decidir un caos de una mejor tranquilidad y convivencia entre ellos. Ya estaba, había visto el pequeño hilo que dividía la realidad de su sueño.
Tragó saliva con mayor temor, este hilo era tan fino que podría cruzarse sin problemas, un pequeñisimo mal movimiento, podría dejar todo tal y como su imaginación lo había mostrado.Sintió temblores pasar por su cuerpo, acompañados de pequeños escalofríos los cuales le comenzaban a hacer sentir débil. Debía dejar de pensar en eso, tal vez nada era, ni sería real; quizá sólo estaba haciendo teorías sin punto alguno. No era la primera vez que le pasaba, pero las otras veces, al menos se sentía seguro para desconfiar de sus sueños.
El mexicano estaba sobre su cama, recostado en aquel colchón cubierto de sábanas coloridas. Si expresión era seria y confundida. No entendía nada, todo iba bien, despertó incluso con energías para un buen día, sin embargo, cuando escuchó aquellos gritos y quejidos del peruano, todo ese sentimiento desapareció en él. Mucho más cuando recibió aquel golpe que no le tenía para nada contento.
Ese enredadero en su cabeza y mente incrementaba, a la vez que se aclaraba, estaba fastidiando y enojado también. Esto era demostrado con las expresiones en su cara.
–¿qué rayos es lo que le hice para que me pegue así por sus huevos nada más? –fruncía el ceño, aunque una parte de él le decía que no debería. Eso lo podía empeorar. ¿Acaso bebió e hizo algo que no debía?.
Suspiró pesadamente, iba a tratar de hablar, quería saber que es lo que hizo y porqué le habían golpeado, tomó valor apretando sus puños. Levantándose de su cama y yendo hacia la puerta, pero antes de abrirla...
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•Convivencia• /MéxicoxPerú/
FanfictionMéxico y Perú, peleando por su gastronomía y otras cosas las cuales los hacen competitivos entre ellos. Este problema los llevará a tener que pasar tiempo juntos, no se llevan mal, sólo en esos momentos en los cuales escuchan las palabras "comida"...