Deva

Uriel: El fuego de Dios

Tras el increíble encuentro de Lobu y Lucifer, ambos quedaron exhaustos, y Lucifer, quedo como el ganador de este encuentro de una manera completamente injusta, pero el ultimo que tenía la palabra era el árbitro, quien decidió darle el puesto de ganador a Lucifer por estar de pie cuando Lobu quedo desmayado por su increíble transformación. Tras varias horas Lobu despierta en el sótano en la mansión de Lucifer, con una gigantesca mesa al lado de su cama con un increíble banquete para Lobu. El al ver esa comida no lo piensa dos veces y se pone de pie de su cama tan rápido como puede, y come con desesperación y emoción.

- Mmmmmmm- Se saborea Lobu- ¡ESTO ES INCREIBLE! ¡SIMPLEMENTE! ¡FANTASTICO!- Grita de lo emocionado y feliz que estaba.

- ¿En serio es tan bueno...? Lobu...- Una voz dulce voz de una chica entrando a la habitación con cuidado de no hacer ruido.

- Je... ¡JEAN!- Dice Lobu mientras traga grueso su comida- ¿Qué...? ¿Qué haces aquí...?- Dice Lobu nervioso y eufórico.

- Vine a hacerte una dulce compañía mi Lobu- Se acerca Jean quitándose el sobretodo blanco que tenía hasta quedar en ropa interior.

- Jean... No entiendo que pasa- Dice Lobu aterrado y algo feliz por la idea de que Jean aun lo extrañe.

- Ayy... Mi querido Lobu tan nervioso como siempre...- Se quita el brasier de una manera muy lenta, con intenciones de excitar a Lobu

- Pero... Si quieres hacerlo... ¿Es por qué aún me extrañas...?- Dice Lobu algo triste.

- La verdad- Se baja el bikini de una manera muy lenta, arrojándolo a un lado y acostándose con las piernas completamente abiertas en la cama de Lobu- Nunca quise dejarte mi Lobu. Mi hermano Lucifer sabía que te convertirías en la siguiente Parca y... Me dijo que lo hiciera para que te pudieras convertir... Y... De verdad perdón... Pero te lo juro te lo compensare mi Lobu... Si estás dispuesto a volver conmigo...

- Por supuesto que sí pero... ¿Qué pasara cuando tenga que llevarte al rio de las almas...?

- No te preocupes por eso. Mi hermano y yo tenemos una idea. Solo... Ven acá y házmelo como siempre me lo haces papi...~- Dice con una voz tierna y chiquita.

- Odio... Cuando me dices así- Lobu se quita la camisa con fuerza lanzándola hacia atrás.

- ¿Por qué mi papi~?- Se pone en 4, con las rodillas pegada a la cama y mirándolo sobre su hombro.

- Así que quieres que lo tome serio- La nalguea con fuerza y ella suelta un gemido- Entonces... Me lo tomare serio- La vuelve a nalguear con gran fuerza y ella gime aún más duro- Voltéate.

- Voy papi~- Se gira manteniendo las rodillas pegadas a la cama. En ese momento Lobu, se desabrocha el pantalón colocándose detrás de Jean, prosigue a agarrarle el hermoso y largo cabello de Jean jalándola con fuerza hacia atrás mientras la penetra con gran fuerza- Más... Más rápido... Papi...~

Fuera de la mansión de Lucifer, se encontraba un hermoso patio gigante y lujoso, con corrientes de agua que le daban la vuelta al patio, muchos animales hermosos, y un sitio para hacer bodas (que no eran Católicas en sí) él se encontraba caminando solo y divagando, recordando cada expresión, cada ataque, cada poder y movimiento de Lobu en el combate. Él sabía que era fuerte, pero no sabía que era capaz de poder derrotarlo tan fácilmente... Tras caminar varios minutos, ve a la cercanía un banco donde sentarse a descansar los pies. En ese momento, un resplandor cayendo del cielo directamente al frente del banco donde se encontraba Lucifer. Se veía descendiendo lentamente a un chico rubio cabello largo, con ojos verdes y de piel blanca, rasgos fuertes y definidos, unas hermosas alas doradas detrás de su espalda, eran tan gigantes y formidables las alas, con una armadura plateada que brillaba más que el mismo destello. Cuando termina de tocar el suelo, se acerca a Lucifer con una mirada completamente seria.

- Hola... Hermano...- Dice el sujeto con una voz muy grave.

- No... No puede ser- Murmulla Luci con fastidio y arrogancia, mientras se recuesta en el banco- ¿Qué coño haces aquí Uriel?

- ¿Acaso tu hermano mayor no puede venir a saludar? Luci- Sonríe Uriel mientras oculta sus alas para tomar asiento al lado de su hermano.

- No quiero que estés aquí, yo soy Dios aquí, y como Dios aquí te ordeno a que te largues y te vayas con tus hermanitos idiotas que usan faldas, no te quiero aquí- Se pone de pie para irse y dejarlo solo, sin mirar atrás, solo camina para alejarse de Uriel.

- Hermano- Suelta un suspiro- Vine a hablarte de Lobu, y de las personas que vienen tras él- Lucifer queda paralizado, apenas podía respirar después de esas palabras.

- Acaso... Pandora... ¿Volvió...?- Dice Lucifer aterrado y con un increíble miedo mientras voltea a ver al hermano con un gesto de desesperación y miedo.

- Si... Y no solo ella... Tus anteriores pupilos... Los 7 pecados también están vivos. Ahora hay exorcistas que si, al parecer saben de Lobu, y vienen tras él, y son los mismos imbéciles que por poco te matan hace 3 años. Así que te recomiendo seas precavido. Y Padre sabe sobre tus intenciones de matarlo. Y antes de que se te ocurra tocarlo, te las veras con todos nosotros. Y nadie va a tener miedo de hacerte daño hermanito, así que no pienses que podrás usar a Lobu a tu favor- Un símbolo dorado apareceré alrededor de Uriel y el desaparece, regresando al cielo.

-Acaso... Pandora... Los pecados... Esos imbéciles exorcistas... Que Lobu no tenga necesidad de dejar a alguien que ame en el rió de las penas... Todos mis hermanos... Y mi estúpido Padre... Parece que la balanza no esta de nuestra parte... Pero... No saben de lo que somos capaces de hacer...- Dice Lucifer mientras sonríe y vuelve a caminar esta vez dirigiéndose a su mansión en busca de Lobu...