«Eres La Mejor Canción Jamás Escrita»

6. Bliblieka

- Luka, ¡corre! - abandonamos los dulces y corremos lejos hasta un kiosko de periódicos.

¿Qué hago? ¿Cómo me alejo de luka para transformarme sin que parezca extraño?

- Necesito ir al baño - menciono como si fuese lo más normal del mundo querer hacer pis a medio ataque mortal.

- ¿Es una broma? ¿Justo ahora, Marinette?

- cuando hay que ir hay que ir. Busca un escondite mientras yo voy al baño, podré refugiarme allí - empiezo a correr.

- ¡espera, Marinette!

Ya estoy lejos para ese momento. Una vez oculta en un callejón abro mi bolsa y tikki sale volando lista para el combate.

- ¡Tikki, Motas!

°°°

- Espero no hayas esperado demasiado, My lady - Chat Noir salta a mi lado al borde de un edificio, a cuatro patas sobre la saliente - ¿Qué tenemos aquí?

- creo que es la bibliotecaria.

- a los jóvenes de hoy día no les interesa leer nada que no sean cotorreos en sus celulares - traía un sello en sus manos y flotaba sobre un libro abierto - si tanto les interesan la vida de los demás me encargaré de que puedan leerlas a detalle.

De aquello que parecia un sello ginante brotó un rayo de luz.

- ¡Señorita Carmesí, no! - gritó una chica que iba a nuestro instituto justo antes de caer como un libro al suelo.

- ya no soy la señorita Carmesí, ahora soy Biblieka.

- me pregunto qué capítulo del libro de tu vida dedicas a todo tu amor por mí, my lady - menciona coquetamente mi compañero parpadeando rapidamente sus ojos verdes en mi dirección.

- ese capítulo ni siquiera existe, gatito - rio en plan bromista - y no creo que a alguien le interesara leer eso.

Arrojo mi yo-yo y Chat me sigue. Alejamos a los civiles de Biblieka, pero ya habia varios libros regados por todos lados que debiamos devolver a la normalidad.

- ha sido suficiente, biblieka - caigo frente a ella dando vueltas a mi yo-yo.

- entregenme los prodigios o los convertiré en mamuscritos de segunda mano - lanza su rayo librosificador hacia nosotros y logramos esquivarlo por poco.

- me temo que no podemos hacer eso. ¡Amuleto encantado! - arrojo mi yo-yo al cielo y cae transformado en - un... ¿Frasco de talco para bebé?

- hora de empolvar algunos libros, my lady.

Miro hacia todos lados y una idea asalta a mi mente.

- gatito, ve hacía allá. Cuando te diga.

- a tus ordenes, my lady.

Chat Noir corre hacia la derecha saltando por los edificios, yo corro hacia un callejón mientras biblieka me sigue. Hay una bolsa de papel en el suelo, la lleno con el contenido del frasco y lo arrojo tan alto como puedo, justo sobre la cabeza de Biblieka. La bolsa se abre dejando esparcirse el contenido blancuzco por los cielos.

- ah, no puedo ver nada - se queja perdiendo el equilibrio.

- ¡Chat Noir!

- ¡Cataclismo!

Un segundo después, rosa sus dedos contra la parte de abajo del libro volador y Biblieca cae enredandose en las cuerdas de un tendedero. Su sello cae al piso y lo rompo usando mis manos.

- suficientes maldades para ti, pequeño akuma. Es hora de acabar con la maldad - purifico la criatura sale volando, una pequeña mariposa blanca - bye bye, mariposita. ¡Ladybug milagrosa!

Tras arrojar el frasco de talco al cielo todo parece volver a la normalidad.

- ganamos - decimos Chat Noir y yo al mismo tiempo mientras chocamos puños.

- boogaboo, siempre es un placer - me entrega una flor, una rosa roja - My lady, hay algo de lo que queria hablarte.

- chat, estoy a punto de destransformarme, que sea rápido.

Me mira y parece dudar.

- necesito verte. Esta noche, a las nueve treinta en la torre Eiffel - es extraño para mi ver a Chat Noir tan serio - por favor.

Escucho a mis aretes sonar y quedarse sin energia.

- esta bien. Debo irme, Chat, te veré esta noche.

- hasta luego, my lady.

Ambos corremos en direcciones opuestas. Llego al callejón donde me transforme justo a tiempo para destransformarme.

- buen trabajo, Tikki - esta agotada. La dejo dormir en mi mochila junto con algunas galletas y luego salgo de mi escondite.

- ¡Marinette! - Luka se ve exaltado por primera vez desde que lo conozco, sin embargo tras unos segundos su rostro vuelve a la calma - no tienes idea de lo preocupado que estaba, hace ya rato que el akuma se ha ido y no aparecias.

- ah, yo, estaba oculta aquí, supongo que no me di cuenta de cuando Ladybug y Chat noir vencieron al akuma - me rio nerviosa y espero que él no lo note - ¿Tu estás bien?

- mejor ahora que estoy contigo - mis mejillas se encienden y bajo el rostro. Luka es tan... descarado. Levanta mi mentón con su mano y de nuevo ruelta esa risa tan peculiar - es una lastima que se haya arruinado nuestra cita.

- ¡¿c-cita?! - me escandaliza y aparto algunos centimetros completamente avergonzada - ¡¿E-esto es una c-cita?! - incluso su risa más estruendosa es muy silenciosa y pacifica.

- Marinette, eres un poco lenta en ocaciones - se burla de mi cubriendo sus labios con una mano - tu si que eres una chica bastante interesante - comienza a caminar y lo sigo a un lateral - me gustaría pensar que esto es una cita, pero si no lo sientes así, no diré que lo sea.

- Luka...

Me acompaña hasta casa y lo último que me dice antes de irse es: - la proxima vez, me asegurare de que sepas que es una cita.

«lo sé, lo sé, mi imaginación para crear akumas es un asco.
Tienen derecho a pegarme»
-leviatan