Enfrentándome al amor © [En Curso] #2

Capitulo 5 .:Invitación:.

XVII

En la mesa solo se escuchaban los sonidos de los cubiertos. Sakura no dejaba de pensar, y Itachi comía tranquilamente, mientras miraba a Sakura menear la cuchara en el plato.

Después de lo de Hidan, Sakura no dejaba de pensar en él. Tuvo un bago recuerdo, un recuerdo donde era mala persona. Mala con ella.
¿Desde cuándo tenía tantos enemigos? Primero los Akatsuki, después Suigetsu, Karin, Sasori, Sasuke y ahora Hidan.

Pero de lo que si estaba segura, es que no recordaba de donde lo conocía. Lo único que sabía de él, era lo que le había dicho Itachi y los dos recuerdos que tuvo. Unos que no le decía mucho, solo 3 cosas:

1.- Lo conoció hace años. Cuando era una niña, como de 8 años. Lo recuerda porque pudo ver en su recuerdo un vestido rosa, uno que le regalo su madre en ese cumpleaños. Uno que no le gusto.

2.- No era buena persona. ¡La amenazo! ¡Con un cuchillo! ¿Cómo era así posible?

3.- Era como un tipo de brujo. Con un reloj, o lo que sea que fuera, la estaba controlando, recuerda que él quería que lo olvidara, que los olvidara. ¿A quiénes?

Su cabeza le dolía de tanto pensar, de recordar. ¿Cómo olvidar algo así? ¿Cómo es que sigue viva?

-¿Te ocurre algo?- Sakura lo miro -Has estado así desde que llegamos- tomo la botella y se sirvió un poco de vino tinto.

Sakura pensó rápido. No podía decirle que su amigo del restaurante, trato de matarla -Es que... el restaurante me recuerda a Kanoha. Me trae malos recuerdos, como hay uno igual pues...

-No te preocupes- su mano paso por la mesa y tomo la suya -Mientras estés conmigo, no dejaré que esos recuerdos te atormenten... no esos.

Sin soltar su mano, se paró de su silla y se acercó a Sakura, se agachó a la altura de ella y la abrazo.

Sakura no se movió. Su corazón latía rápidamente sin parar. Su calor, la de él, la tranquilizaba. Sabiendo lo que hacia, sus manos rodearon la cintura de Itachi y lo abrazo con fuerza, temiendo a que se vaya y regrese aquella pesadilla.

-¿Interrumpo algo?

Itachi se alejó lentamente y lo miro alzando una ceja. Parecía como si le hubieran interrumpido algo muy importante.

-Algo así.

¿Qué? No es como si estuviéramos apañando ¿o si?

-Itachi- susurré avergonzada.

-Bueno, solo pasaba a ver como estaban mis clientes favoritos- sonrió ampliamente mostrando sus dientes. Juraría que tenía colmillos.

-Estamos de maravilla, hasta que llegaste- reclamo Itachi.

-Este es mi restaurante y puedo venir cuantas veces se me de la gana.

-Entonces no volveré a este estúpido lugar.

-Las puertas están muy grandes.

Las miradas de ellos estaban discutiendo entre sí, conozco a Hidan, lo matara.
Hidan se río y Itachi lo acompaño. ¿Qué demonios?

-No se avergüence miss, su acompañante y yo, siempre nos llevamos así. No es algo nuevo- estaba segura  de que mi cara estaba roja. Jugaron a desafinarse enfrente de mí, y yo como una tonta les creí.

-¿A qué vienes en realidad?- parece que no le creyó.

-Vine a hacerles una invitación.

-¿Una invitación?- pregunté confundida.

-Así es, este viernes se celebrará un baile por el día de muertos en mi restaurante. Todos mis empleados son los invitados de honor. También gente importante y con poder asistirán. Me gustaría que la familia Uchiha se presente con nosotros esa misma noche.

-Sabes que no me gusta ese tipo de reuniones Hidan, y mi familia casi nunca se presenta.

-Por eso mismo lo hago, tienes con quien venir ahora- me señalo con la mirada.

-Pero yo no pertenezco a la familia Uchiha, tampoco trabajo aquí, no soy importante.

Entrelazó sus dedos con los míos -No digas eso, eres importante Sakura, para mí lo eres.

Itachi siempre se comportaba como un caballero conmigo, siempre me apoyaba en todo y me daba ánimos. Era más que mi mejor amigo -Gracias.

-Entonces es un hecho, nos vemos este lunes. Miss- hizo una reverencia y se fue.

Itachi y yo seguíamos tomados de las manos, eran cálidas -Te compraré un vestido.

-No, tengo muchos en mi armario.

-Pero no vestidos de noche, ¿O me equivoco?

Desvíe mi mirada y mire la ventana. La verdad, no. No salgo a fiestas nocturnas o algo así. Solo tenía vestidos claros.

-Bien, entonces mañana mismo te lo compraré- soltó mis manos y se quitó la servilleta del pecho, ya que el mesero se acercaba con la cuanta en las manos.
...
Días después...

Los días pasaron, y los días de Sakura en la clínica -según ella- están de maravilla. En los días transcurridos, solo había atendido a dos pacientes. Casi no había enfermos -y eso era bueno- pero no era bueno para ella. Quería ayudar a las personas que iban a aquel lugar, ¿Pero qué pasaba si no iban? Tenía que hacer algo para que más personas enfermas, vayan a aquella clínica.
Pegar carteles tal vez, poner un anuncio en Internet, pasar en televisión, lo que fuera. Para eso tenía mucho tiempo.

Decidida, prendió la computadora para hacer lo único que podía hacer en ese momento, un anunció. Instaló un programa para hacerlo y puso manos a la obra.
...
Itachi toco la puerta. Una vez... dos veces. Como no obtuvo respuesta, abrió la puerta.

Dentro, estaba Sakura con la cabeza recargada en su teclado. Entro por completo y miro la pantalla. Sonrió. Había hecho un gran trabajo con el anuncio. Los colores, la forma en la que envolvía al público, todo era interesante.
Guardo el documento y apago el ordenador. Miro a Sakura y vio que su respiración era rápida. Estaba teniendo una pesadilla. Su mano se movió sin pensar y acaricio su cabeza, como tratando de tranquilizarla.

Al tocarla, vio como sus hombros tensos se suavizaron. Sin despertarla, la tomo en brazos y la condujo a la puerta del baño. Dentro, en el, había otra puerta que conducía a otro cuarto. Abrió y la coloco en la cama con cuidado.

Satisfecho de no despertarla, abrió el cajón de a lado y saco una sabana. Sin despertarla aun, le coloco la sabana hasta los hombros y le beso la frente.
Se separó lentamente y miro a Sakura durmiendo. Respiraba normal. Mirándola bien, ahora que nada se lo impedía, podía ver que tenía unas pestañas largas como una cascada, sus labios eran carnosos y húmedos. Sus mejillas estaban llenas y rosadas. Era bellísima.

Sintió comezón en su palma, quería acariciarla. Sin pensarlo dos veces levanto su mano y acaricio su mejilla. Estaba tibia. ¿Qué estaría soñando ahora? ¿Estaría tranquila? Su mano baja más rosando sus labios, eran suaves.
Sin poder resistirse, con su dedo indicé le recorrió la forma de sus labios. Con ese toque, los labios de Sakura se abrieron. Creyendo que la había despertado se alejó rápidamente. Pero seguía dormida.

Teniendo que despertara, se alejó despacio caminando hacia la puerta -o eso es lo que pretendía- hasta que la voz de Sakura lo detuvo.

-No te vayas.

Itachi se tensó y giró lentamente hasta toparse con su cara -No me dejes...- estaba hablando dormida.

Camino hasta a ella para tranquilizarla -Aquí estoy- le acaricio la frente -Tranquila.

-Sasuke...-