XIX
-¿Por qué no me dijiste que conocías a mi hermano Sasuke?
-Si te lo dije...- si recordaba bien, así era.
-Si, pero dijiste que lo consiste en la preparatoria ¿O me equivoco?- Sakura dijo que si con la cabeza -¿Se sieguen viendo hasta ahora?
Sakura se mordió el labio inferior. ¿Qué podía decir? -Bueno... ahora, ahora, no- Sakura no podría mentirle a Itachi nunca.
Itachi se paró de su silla y camino hacia ella -¿Cuándo?
-Hace dos años, antes de conocerte en el avión- miro el suelo, tratando de no ver a Itachi a los ojos.
-¿En dónde?- se detuvo justo en frente de ella.
-¿Por qué tantas preguntas?- por fin Sakura lo miro a los ojos, sus preguntas la empezaban a incomodar un poco, pero Itachi no contesto por unos largos minutos.
Mirando la ventana, contesto serio -Tiene años que no lo veo, cuando viene a NY siempre me evita... creí que si tú tenías contacto con él... yo- no termino su oración por un nudo en su garganta.
Al escuchar a Itachi el corazón se le oprimió. Estúpido Sasuke. No solo la lastimo a ella, también a su propio hermano. ¡Su hermano!
-Lo lamento, yo... - ¿Le diría? ¿Le diría su relación con Sasuke? No. No podía, era demasiado humillante su pasado, o así lo veía ella -No se nada de él- si hacer como si nunca lo hubiera conocido, iba a hacerla olvidar. Mejor para ella.
Itachi suspiro. Sabía que daría con él, era cuestión de tiempo. Dio media vuelta y camino a la puerta de la Salida -Por cierto, lindo anuncio- sin más, cerro la puerta y se fue.
Sakura siguió mirando la puerta, escuchaba hasta los pasos de él alejándose. Suspiro y miro su computadora. Estaba encendida. Si mal no recordaba, se había dormido con la pantalla en el anuncio, pero ahora estaba en el inicio. Tal vez Itachi lo guardo y olvido apagarla.
Tomo su bolso y salió de su oficina.
...
-¡Levántate! ¡Levántate!- una rubia brincaba sobre una peliazul.
-Deja de molestarme Ino- gruño entre las sabanas.
-¿Estás bromeando? ¡Tienes una cita!- grito como si la cita fuera de ella.
-Odio las citas- susurro.
-No es cualquier cita, es un baile- le saco la sabana que casi se estaba encarnando al cuerpo de Hinata.
-También odio los bailes.
-¡Que amargada, vamos! No vine desde Londres solo para verte dormir- volvió a brincar -¡Tenemos un vestido que comprar! Párate o te arrastraré hasta el baño y te meteré en una tina con agua helada- dijo un poco molesta.
-Que te den.
-¡Hinata!- grito sorprendida por su grosería.
-Ya voy, ya voy- se obliga a levantarse a sí misma, pero su cara era una sorpresa... tenía los ojos perezosos, lagañas y su cabello era un desastre, Además de los labios agrietados.
-Te hace falta un buen polvo, estás horrible.
-Uhm- Hinata quería protestar, pero su cuerpo le peso y cayó de frente en su cama, con la cabeza casi metida en sus piernas.
-Demonios, tendré que bañarte.
...
Ino pasaba el cepillo por el cabello de Hinata y con su otra mano le acariciaba la cabeza. Después del incidente en el baño, Hinata no había dicho nada más. Solo estaba frente al espejo mirando como Ino la peinaba.
-Te verás hermosa, ya lo verás- le dice desenredando sus puntas -Estoy segura de que ese tal Toneri se morirá de un infarto cuando te vea con el vestido que te aparte y el peinado que te voy a hacer.
Ino seguía cepillando, mientas Hinata se miraba en el espejo- ¿Crees que soy fea?
-¿No me escuchaste? ¡Te verás hermosa! Por supuesto, yo haré el trabajo.
-¿Entonces por qué Naruto no me quiere?- susurro -Porque no me ve como mujer...
Ino se detuvo y se colocó frente a ella -Porque era un tonto, pero ahora sabe lo que hizo y te quiere.
-No es verdad- se talló sus ojos con sus dedos, empezaban a arder -Si fuera así, me buscaría.
-Lo hace...
-¡No lo defiendas!- grito
-¡No lo hago! Siempre me está chingando preguntando por ti, me llamo. ¡Pregunta por una estúpida que nada más se está escondiendo y trata de olvidarle con otro hombre!
Hinata estaba sorprendida, no porque Ino le gritara, fue por enterarse de que el amor de su vida la estaba buscando y llamo a su mejor amiga.
Ino se colocó de nuevo detrás de ella y volvió a cepillar su cabello, pero esta vez lo estaba haciendo de manera brusca. A Hinata no le molesto, sentía que se lo merecía.
Cuando Ino termino, tomo su bolso y camino a la puerta de la recámara -Vamos- abrió la puerta y salió de la habitación.
Hinata solo la siguió sin protestar.
...
Tock tock
Un chico de cabello albino esperaba a que una chica pelirroja le abriera, pero al ver su expresión no pudo decir lo que tenía pensado decir.
-¿Estás bien?
Karin se hizo a un lado y lo hizo pasar. Camino al minibar que estaba en aquella casa y sirvió dos copas de vino.
-¿No tienes Whisky?- pregunto el dientes afilados.
-No
-¿Estás bien?- volvió a preguntar.
-Sí, toma- le tendió la copa de vino y Sui la miro.
-No, no estás bien ¿Es por lo de Sasuke?
Karin le dejo la copa en la barra y le dio la espalda caminado a la sala, donde se sentó en el sillón individual -No... estoy bien.
-Repítelo hasta que te lo creas
Eso hizo que Karin se molestara y lo mirara seria -Mira Suigetsu, si solo me vienes a molest-
-¿Sigues enojada conmigo?- interrumpió
-No, nunca estuve enojada- se recargó por completo en el sofá.
Sui camino y se sentó frente a ella -¿Te puedo besar?
La pelirroja por fin sonrió después de tanto tiempo -¿Desde cuándo me pides permiso?- Sui solo levanto una ceja esperando su respuesta. Karin haciéndose la molesta con sus mejillas sonrojadas, asintió con la cabeza.
Sui tendió su mano hacia ella, esperando a que la tomara. Vio duda en sus ojos, pero segundos después lo hizo. Karin se puso de pie del sillón y se sentó en las piernas del chico, como si montara un caballo. Ella se acercó a sus labios, esperando ser correspondida, pero en vez de que Sui la besara, sus brazos rodearon su espalda, dándole un gran y tierno abrazo.
Era consiente que lo que necesitaba ahora era eso, más que un beso. Necesitaba su apoyo, porque sabía que aunque ella lo quería a él, a Sasuke lo amaba.
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Enfrentándome al amor © [En Curso] #2
Fiksi Penggemar[SEGUNDO LIBRO] Han pasado 2 años desde que Sakura se fue. Antes de que ella llegara a Kanoha, todos vivían tranquilos... dizque eran felices. Pero cuando llego, solo hizo que una pareja de cazados dudara de su matrimonio. Solo fue a revolver la mar...