... amigos

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Palabras: 568

Y si...

Amigos

...

Desde que Li Shaoran había regresado, Sakura era nuevamente ella misma. Y eso Tomoyo Daidouji lo sabía mejor que nadie, le bastaba segundos para descubrir que era lo que le pasaba a su mejor amiga. Tomoyo conocía a Sakura mejor que ella misma y era por esos pequeños factores, que estaba segura que su adorada castaña estaba más que encantada con su compañero chino, tanto y, quizás un poco más, de lo que estaba Shaoran por ella.

Sí, era posible.

La mirada de Sakura cuando lo observaba, cuando hablaba de él... todo denotaba una gran admiración por su compañero de clases, a un punto que nunca le había escuchado por el joven Tsukishiro.

Sakura -en Shaoran- había encontrado un compañero, alguien que la entendía, un refugio seguro en el cual resguardarse cuando sentía que todo a su alrededor se derrumbaba. Sakura se hizo dependiente de Shaoran sin percatarse de que aquello no era simplemente por considerarlo su amigo, sino porque, aunque estaba cegada por la atracción hacia su guardián, su corazón le pertenecía a él.

Y Tomoyo sabía que era cuestión de tiempo para que su querida amiga se diera cuenta de ello.

Recordó como conversó con Meiling la noche en que Shaoran volvió a Japón, el dolor que le había provocado saber que su adorado primo estaba enamorado de alguien más; pero no podía engañarse.

Tomoyo comprendía muy bien lo que Meiling sentía, lo vivía a diario cuando observaba a su mejor amiga, esa que el destino quisiera que fuera su prima, esa con quien inconscientemente, había creado un lazo tan cariñoso como el que habían tenido sus madres.

Sonrió.

Porque a pesar de todo, ella era muy feliz por lo que estaba pasando.

Se acercó a Shaoran quien observaba oculto como Hiiragizawa conversaba con Sakura, había notado que el joven de Inglaterra estaba muy entretenido hablando con Sakura más de la cuenta, desde que Shaoran había regresado. ¿Estaría probando a Li? ¿Lo haría adrede para ver su reacción? Sabía que Eriol no era una mala persona, pero también podía sentir que había un gran misterio rodeándolo...

Misterio que no evitaría usar a su favor, sobre todo si era para hacer que Shaoran confirmara sus sentimientos por su amiga.

—¡No lo ocultes más! —dijo de repente, obligando que el joven chino diera un salto involuntario. Lo había tomado desprevenido.

—¡Daidouji! —protestó, casi con el corazón en la boca— ¿Qué estás haciendo?

—Corroborando lo que creo —comentó colocando su pose de detective.

—No sé de qué hablas —protestó Shaoran, volviendo a mirar la escena que observaba.

—¡Te gusta Sakura! —declaró— ¿Verdad?

—¡¿Qué cosas dices?! —exclamó totalmente apenado. Al ver que no iba a conseguir nada, usó su plan B.

—Hable con Meiling —comentó mirándose las uñas derechas despreocupadamente. Shaoran suspiró, por unos segundos había olvidado la buena comunicación de ambas.

—De acuerdo —soltó con resignación—. Sí, me gusta Sakura —confesó, causando una gran y enorme sonrisa en el rostro de Tomoyo.

—¡Esto se está poniendo muy emocionante! —exclamó juntando sus manos bajo el mentón.

—No lo creo —soltó el otro mirándola—. Ella está con Tsukishiro —comentó. Pero al contrario de él, Tomoyo no pareció verlo como un obstáculo a tal punto que lo tiró frente a Sakura para que se le confesara.

Aquella noche, Shaoran haría su primer intento en confesarle sus sentimientos a Sakura. Aquella noche, sería su primer intento fallido.

Y sí...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora