Palabras 1422
Y sí
Epilogo
...
Sakura estaba bastante nerviosa en esa ocasión.
Ahora que las pruebas de Eriol ya habían quedado y que el joven que resultó ser la reencarnación de Clow iba a volver a Inglaterra, entonces...
¿Qué sería de Shaoran?
Las palabras que le había dicho aquella vez en el puente la perseguían, ¿sería que el momento de volver a Hong Kong también se acercaba para él? ¡No quería, no quería que eso pasara! No quería volver a separarse de Shaoran, otra vez...
Estaba pensando que podría hacer, cuando recordó la historia de los ositos de felpa y sus significados. Armada de valor, un trozo de tela y su caja de costura, esa noche no dormiría.
Ese osito iba a ser una muestra del cariño especial que sentía por él y a su vez, quizás, el motivo para retenerlo en Japón... si es que la correspondía.
Sacudió la cabeza. No importaba. Tenía que hacerlo.
...
Como era de esperarse, al otro día llegó tarde. ¿Por qué los sábados tenían que ir a clases?
Agitada se derrumbó en su escritorio tratando de estabilizar su respiración, mientras a su lado, Tomoyo abanicaba su mano sobre ella para darle algo de aire. Pero no fue la última en llegar, un par de segundos después, llegó Shaoran.
Quien, tras sentarse en el banco tras ella, soltó un largo suspiro.
—¿Sucedió algo? —preguntó girándose en su asiento, pero cuando éste iba a responder el profesor Terada entró al salón.
—Necesito hablar contigo —le susurró, aquello la hizo sonrojar, pero a la vez la preocupó.
...
El lado bueno de ser sábado es que no tenían clases hasta muy tarde, así que ambos esperaron hasta que todos se fueran de la sala y, tras la pequeña porra que Tomoyo le echó a Sakura y confundió a Shaoran, el par se quedó solo.
—¿Nos vamos? —le preguntó Shaoran adelantando un par de pasos.
—Claro —dijo, afirmando entre sus manos la bolsa que encerraba su regalo, era ahora el momento de todo.
...
Llegaron hasta los columpios, aquel lugar en el parque Pingüino para Sakura tenía muchos significados. Y en cada uno de ellos, él estaba con ella. Como ahora.
Se sentaron uno en cada uno. Y Shaoran apretó las manos en ambas correas del suyo. Sakura notó que él quería hablar, pero no le salían las palabras, así que habló por él.
—Te tienes que ir, ¿verdad? —le preguntó, causando sorpresa en Shaoran, quien luego suspiró y afirmar con la cabeza— Lo temía...
—Mi madre me llamó esta mañana —dijo sin mirarla—, necesita que vuelva. Tengo un par de trámites de los que debo encargarme y necesitan que termine la primaria allá, por temas académicos y técnicas.
—¿Y eso cuánto tiempo es? —preguntó confundida.
—Usamos el mismo sistema que aquí, sería un año mínimo —respondió elevando la mirada.
—Supongo que... —dijo Sakura apretando la bolsa que cargaba contra su pecho— un año será fácil de soportar —ante aquello último, Shaoran la miró confundido—. Verás, Shaoran, yo —dijo apretando aún más la bolsa. No le salían las palabras. Se regañó mentalmente por eso, así que decidió irse por otro lado, sonrió—. Antes que volvieras, hubo una moda aquí, en Tomoeda, se dice que, si le haces un osito de felpa a la persona que te gusta, y éste te corresponde, le pondrá su nombre. Si esto pasa, es una muestra de que su amor será eterno —Shaoran no había dejado de mirarla, su corazón había empezado a latir de sobremanera, mientras las mejillas de Sakura empezaban a colorearse de rosa—. Entonces yo... —se supo de pie rápidamente y se paró frente a él, extendiéndole la bolsa que cargaba. Shaoran la tomó sorprendido y tras abrir el paquete, se encontró con un osito rosado con alas que lo miraba fijamente. Se quedó paralizado.
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Y sí...
Fanfiction¿Y sí lo que ves, no se siente real? ¿Qué harías? Touya y Shaoran decidieron dejar ser felices a Sakura y a Yukito como Clow lo estableció tras el Juicio, pero esa rara sensación en ellos los hará cambiar de parecer. Mas al ver que aquella pareja no...