- Nosotros nos volveremos míticos, una leyenda, seremos la historia de romance más linda jamás contada. Nuestra aventura será la portada del mejor libro de amor que haya existido
-Pero creí que no te gustaba leer...
- Por ti escribiría el libro más...
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—Me gusta... ¿Sabes qué? Paso la pregunta, no puedo responder todo.
—¿Que no puedes responder? No es tan difícil, confía en mí. Aunque sea dame características de esa persona.
—Si tan solo supieras la cantidad de veces que me dijieron "confía en mí" y no resultó cómo yo esperaba. Me gusta una chica, en realidad no sé si estoy realmente enamorado porque hace poco que la conozco, pero me encanta su personalidad y su forma de ser, y la verdad es que es muy linda.
—¡Ya adiviné quien te gusta! ¿Es Carol, verdad? Ella es muy linda, y realmente lo entien...
—No, no me gusta Carol— Me afirmó— Me interesas, cuéntame algo de ti que nadie más sepa, no sé... Te comes las uñas, no te bañas por días, algo raro.
—Dejame pensar... Pocas personas saben que cuando estoy estresada o nerviosa rio descontroladamente.
Podía observar como su cara cambiaba a asombro, se que es difícil de creer, pero es una extraña forma de liberar que tengo.
—¿Cómo?— Preguntó desconcertado.
—Si, comienzo a reír sin ninguna razón. Algunas personas corren, otras comen o escuchan música, son distintas formas de descargar tensión, y la mía es cocinando.
—Tu me dijiste algo muy personal, ahora es mi turno. Cuando me siento mal tengo un lugar, un lugar en el que estoy solo, en el que el único sonido que hay es el de los pájaros cantando y el de mi corazón latiendo. Es un lugar en el que la soledad es mi único acompañante, un lugar que nadie conoce pero todos quisieran tener.
—Suena tan lindo ese lugar, me gustaría conocerlo algún dia.
—Lo harás.— Me aseguró.
Me levanté y me retiré con una sonrisa, mi mejor forma de despedirme cuando las palabras escaseaban. Era hora de volver a casa.
Mientras caminaba pensaba en todos los secretos que revelé, y en todo lo que hablamos. No suelo abrirme de esa forma con las personas que recién conozco, pero hay algo que me hace querer pasar el tiempo con él. Algo misterioso que me fascina.
—¡Francesita! ¿Quieres que te lleve a casa?— Me preguntó Gastón que estaba a unos metros del instituto parado junto su auto.— ¿Donde estuviste durante el almuerzo? No estabas con nosotros y te extrañamos.
—Hola, Estuve conversado con el chico nuevo.
—Así que conociste a el chico nuevo... ¿Cómo se llama? ¿Cómo es? ¿Lo conozco?
—Bueno, conocer conocer, no lo conozco, se llama Lucas, es muy lindo y bueno, y parece agradable, aunque no me gustó el debate que tuvimos en clase, no me gustan los conflictos, pero parece tan buena persona, es más creo que...—Me interrumpió en medio de mi monólogo acelerado
