Llamada Francesa

CAPITULO SEIS

¿Qué?

Las palabras que me había dicho, eran simplemente difíciles de creer. La certeza que se reflejaban en sus ojos eran increíble. No podía imaginar a Carol y a Lucas juntos, como pareja, me parecía que era imposible.

De repente me vi metida en un dilema: No me gusta Lucas, no siento nada por él, entonces ¿Por qué me molesta que ella diga esas cosas? ¿Por qué quiero decirle que se aleje de el? Es mi mejor amiga, debería estar feliz por ella, el amor ha llegado a su puerta y ha invadido si corazón, ella siempre fue una persona hermosa con muchos chicos detrás. Ya he escuchado varias veces la frase "Me enamore" acompañadas de largos suspiros que terminan siendo sentimientos pasajeros. Espero que este, sea uno de ellos.

-Has dicho esa frase muchas veces, ¿Estas segura que te has enamorado?- Pregunté realmente esperanzada de que la respuesta sea un no.

-¿Estas cuestionando mis sentimientos? Quiero decir, me siento como en las nubes cuando estoy con él. Siento que tengo mosquitos en mi estómago.

-¿No serán mariposas?

-Si, eso... Siguiendo con lo que decía, me siento bien con él cerca.

-¿Cuantas veces has estado cerca de él? Has hablado con él solo una vez- Le respondía tratando de convencerme a mi y a ella que era solo una simple atracción.

-¿Qué te sucede? ¿Por que no estas contenta por mi, por que siento algo? Me extraña de ti, amiga.

-Lo siento, es que estoy algo sorprendida todavía.

No, no creo que ella cambie de opinión. La conozco demasiado bien como para saber que es muy terca y se que va a mantenerse en esa postura le diga lo que le diga.

Pasamos toda la tarde charlando sobre lo que había sucedido mientras no estábamos juntas, también le hablé sobre el inconveniente con Gastón y Lucas. El tiempo con ella pasaba volando. Me dijo que ojalá encuentre pronto a mi Lucas.

Comenzó a llover, igualmente decidí caminar hacia casa. Necesitaba tiempo en soledad, tiempo para pensar.

Sobre mi caían grandes gotas de agua que, de a poco, mojaban mi abrigo. El ruido de lluvia se oía cada vez más fuerte y con más frecuencia. Nubes negras decoraban el cielo y escondían las estrellas entre ellas. Pasos largos definían mi andar acelerado para llegar a mi casa, los faroles de la ciudad trataban de iluminar lo que la oscuridad ya había arrebatado.

De repente sentí a lo lejos el ruido de una bocina y luces resplandecientes me iluminaban

-¡Ey Francia! Sube, te llevo.

Era Sofia, la hermana de Lucas, con su dulce voz y actitud. Aprecio que quiera llevarme, pero me extrañe que este aquí cuando se supone que su hermanastro está enojado conmigo.

-Hace mucho frío alla fuera. Vaya que llevo mucho tiempo dando vueltas por aca.

-Ah, que coincidencia. ¿Y a quien buscabas? ¿Alguna novia?

-No, a ti.

-¿A mi?

-Si, Lucas me contó que tuvieron una pelea, que lo arruinó como siempre, y que estaba preocupado por como volverías a casa. Así que me pagó para que te buscara y te llevara sana y salva.

Me quede mirando a Sofía como un minuto más sin saber que decir, aún no lo podia creer.

¿Que? Sigo sin entender por qué razón le pide a alguien que me pase a buscar cuando se supone que está enojado. ¿Por qué no vino el, para que solucionamos el problema? ¿Para que involucra a alguien que no tiene nada que ver en el asunto? ¿Por qué hace esto? Se preocupa como si fuéramos amigos de toda la vida, como si en verdad yo le interesara.

-Se lo que estas pensando-Comenzó a hablar luego de un rato Sofía- Y me imagino como estaras aborreciendo a Lucas en este momento. Pero yo no soy quien para juzgarlo, siempre hace las cosas por un motivo, cuando te lo diga, lo perdonaras.

Y asi pasó el tiempo, queria dispersar mi mente y pensar en otra cosa que no sea Lucas. ¿Que motivos tendría? ¿Porque se preocupa? No soy muy importante en su vida ¿Cual es ese motivo?

Hasta que llegamos a casa fue que mis pensamientos sobre él pararon.

Aguarda. ¿Como sabe ella donde vivo? Mi casa se volverá famosa de tanta gente que ya sabe la dirección. En realidad solo vinieron hoy Lucas y su hermana, pero considerando que soy una chica tímida sin muchos amigos, eso es mucha gente.

El agudo silencio se vio interrumpido cuando se volvió a sentir su voz dentro del lugar:

-Uff, al fin en tu dulce hogar, mi hermanastro me mataba si te pasaba algo. Oracticamente me rogó, y dijo que debia pasar un dia entero dando vueltas si hacia falta, el lado bueno es que recibiré mucho dinero.

-Ja ja si, emm, bueno, me voy. Muchas gracias Sofi, adiós.

-Adios Fran, duerme bien, sino también me culpará a mi.

Bajé del auto con una sonrisa incómoda. Aún no termino de creer lo que ella dice, no termino de entender por qué se fue sin dar explicación, y de repente se preocupó de sobremanera por mi.

Al llegar a mi cuarto me recosté en mi cama, un dia más habia pasado, un dia menos en mi vida. Y asi, poco a poco mi mente se fue despejando y caí rendida.

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Cualquiera diría que se despierta con los resplandecientes rayos de sol filtrandose por la ventana, con un gran cantidad de ganas por comenzar una nueva mañana. Pero no, yo me desperte de una manera un tanto común y realista: Con el molesto y ensordecedor ruido del despertador.
¿Que me tiene preparado el dia hoy? Quizas encuentre la cura del cancer o tal vez observe un alienígena, porque últimamente suceden cosas raras en mi vida, como que alguien se me declare.

Cuando llegué a el instituto las grandes rejas blancas me dieron la bienvenida abiertas de par en par.

Caminaba tranquilamente con un gran abrigo cubriendome, a paso sereno y con el viento moviendo mi pelo, hasta que siento que alguien toma mi mano y me lleva a otro lugar sin decir palabra alguna, mientras cerraba mis ojos y me imaginaba que estaba Lucas ahí, comigo.

Sentia que había alguien parado delante mio que me miraba de manera lenta y precisa. Mis nervios comenzaban a crecer a medida que me analizaba.

Hasta que sentí esa voz, esa voz particular e inconfundible que podria distinguir entre mil personas porque había estado pensando bastante en ella.

-Te lo puedo explicar.

Me dijo, era él.