Hace años, muchos años atrás en algún lugar de un pequeño pueblo todos creían en los hechizos, pócimas y brujería. A pesar del peligro que estas pudiesen causar, los practicantes de estos continuaban sin freno y enseñando a quien estuviera interesado en realmente aprender.
Esta época era el escenario perfecto para desarrollar cualquier historia de amor todas diferentes y aun así perfectas.
Y al parecer esta historia no iba a ser la excepción; una gran pareja unida, linda, perfecta, hasta que la desgracia los inundara y esto empezara a cambiar, poco a poco.
* * *
Esto comenzó así; una linda chica llamada Arlet que diario iba al viejo columpio de la colina que daba una hermosa vista al bosque que ella disfrutaba mucho, más al atardecer y Obed un apuesto hijo de un cazador muy famosos que pasaba todos los días por ese viejo columpio a ver a Arlet sin que ella lo notara. Él sabía a qué hora iba ella a aquel solitario columpio, Obed se mostraba asombrado de que ella siendo tan linda era tan solitaria.
Un día decidió acercársele e invitarla a salir, tuvo miedo en hacerlo, ya que no conocía de que familia descendía y que costumbres o creencias tenían, le aterraba la idea de que lo a rechazar a consecuencia de esto, pero su intención no era mala quería conocerla y para eso era la salida.
Él intentó acercársele, pero simplemente no tenía el valor para hacerlo, ella inevitablemente notó su presencia así que fue ella quien se acercó a él.
¡Hola! - Dijo con una dulce voz en un tono lindo, cordial y servicial.
Ho…Hola. - Contestó él entre tartamudeos y con un tono nervioso.
¿Qué hace por acá? ¿Todo bien, puedo ayudarle en algo?
Ammm… Pues. - No supo qué contestar a la primera pregunta. - Sí, todo bien. Y puede hablarme de tú, si así gusta.
Por favor, no me hables de usted. - Dijo amablemente. - Y dime, ¿qué te trae hasta acá? - Preguntó insistente.
Pues… llevo viéndote un tiempo… y contemplando toda esa hermosura, me pareces la niña más linda que jamás he conocido y… y me gustaría conocerte más allá de lo físico… co… conocer cada parte de ti y no lo digo con afán de un piropo nada más, y… realmente me gustaría conocerte. Y espero no lo tomes a mal, o como un atrevimiento mal intencionado.
Jejeje, pues no soy de esa clase de chicas que toman todo a mal y aunque suena apresurado sí me gustaría salir contigo. No me cuesta nada.
Ambos fueron a una pequeña choza donde servían las mejores infusiones de todo el poblado. La charla inició escasa, pero conforme el tiempo transcurría, la calidez y confianza de ambos comenzó a apoderarse del ambiente, fue así como la confianza empezó a brotar, al igual que la charla.
Todo comenzó a ser un ambiente más familiar, las salidas juntos comenzaron a ser más frecuentes y con esto el interés por conocer al otro también empezó a crecer.
La choza no era muy recurrida a pesar de su gran calidad en su servició, pero las pocas personas que llegaban a verlos juntos no podían evitar lanzarles algunas miradas de desprecio, asco o extrañeza. A Arlet no le inmutaban esas acciones, en cambio a Obed si le parecía bastante raro e incómodo ya que Arlet era hermosa y él no se consideraba feo.
Fue así que decidió preguntarle a Arlet el porqué de ser tan solitaria siendo tan guapa, ella quedo atónita con esa pregunta, pues le sorprendía que no supiera la razón siendo tan evidente, así que prefirió mentir un poco y sólo decir. - No lo sé.
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Hechizos, pócimas y brujería
FantasyLos hechizos, pócimas y brujería son buena convinación, pero ¿sólo entre si?, ¿sólo traen desgracia o también pueden contrastar con el amor? ❤️ Esta es una historia original, queda prohibido que copien o hagan uso de este relato. El único fin de est...