Sin mirar atrás

El después 9. Epílogo

- Hola Melissa ¿cómo estás? _ Me saludó Elvira, una de las compañeras de Janet.

- Hola Elvira bien, vengo a raptar a la jefa _ Señalé en modo gracioso hacia la oficina de Janet.

- ¡Ja! Suerte con eso _ Dijo desestimando que pudiera hacerlo, pues estaba embebida en su proyecto nuevo y cuando eso sucedía, no había poder de Dios que la sacara de su oficina.

Sin embargo, yo estaba segura que en esta ocasión, no pondría peros, ni excusas. Sabía que diría que sí sin dudar, pero esa era una información que no tenía por qué dar, sólo nos competía a ella y a mí, así que seguí hasta la puerta de su oficina y toqué un par de veces antes de abrirla con cuidado.

Efectivamente, Janet estaba tan concentrada que no se dio cuenta quién había entrado, hasta que levantó la mirada.

- Mi amoooooorrrrrr _ Me saludó con emoción levantándose de la silla y caminando hacia mí hasta rodearme el cuello con sus brazos y abrazarme fuerte - ¡Qué sorpresa tan maravillosa!

Janet era una mujer muy expresiva y era uno de los rasgos que más me gustaba, pues compensaba de manera perfecta, lo poco expresiva que era por naturaleza. De hecho, había logrado que me abriera enormemente en este sentido y al menos en privado, ya no me cohibía en ser cariñosa con ella.

- Hola princesa hermosa _ Le correspondí el saludo con la misma efusividad.

- ¿A qué debo el honor? _ Me preguntó con fingida formalidad y sonriendo.

Janet entrelazó sus dedos en mi nuca para mantenerse unida a mi cuerpo en ese abrazo de bienvenida.

- A que hoy está de cumpleaños la mujer más hermosa de este continente.

- ¿Sólo de este continente? _ Preguntó con asombro exagerado.

- Bueno mi vida, no puedes acaparar toda la belleza del mundo, debes dejar algo para las demás mujeres _ Le sonreí, antes de darle un beso suave rozando sus labios y luego pegar mi frente de la suya - Pero aquí entre nos, eres la mujer más hermosa del planeta.

- Aaaawwww _ Su expresión cambió a ternura - Es que por esas cosas me tienes completamente enamorada _ Apretó el abrazo con emoción.

Janet era una columnista de una revista de la ciudad que tocaba temas varios dirigido al público femenino, que si bien, no eran temas que salvarían al mundo, le proporcionaba un escape banal y superficial a la realidad diaria de las mujeres en general. Al principio, cuando recibió la oportunidad de escribir en esa revista, pensó que sería sólo un trampolín para subir a otros niveles, sin embargo, con los meses, y a raíz de los comentarios e interacciones con las lectoras, se dio cuenta que hasta las secciones más "banales" de una revista, tenían sentido y un propósito para quienes lo leían, así que había decidido quedarse allí hasta que sintiera que no tenía nada más que aportar a su público, cosa, que aún no había ocurrido.

Físicamente, era una mujer bonita sin ser una belleza extraordinaria. Morena clara, cabello castaño a nivel de los hombros, entre liso y crespo, rasgos delicados, con una mirada muy expresiva, con una sonrisa radiante capaz de iluminar todo a su paso y con un cuerpo delgado y menudo que me encantaba, porque al yo ser totalmente lo opuesto en cuanto a peso y estatura, sentía que era su protección y esa sensación me fascinaba.

- ¡Feliz cumpleaños mi vida! _ La felicité cuando aflojamos el abrazo para vernos - Espero que este año que hoy empieza, esté lleno de bendiciones, de risas, de alegrías y que pueda compartir cada uno de sus días junto a ti.

- ¡Graaaaaciaaassss mi viiiiidaaaaa! Estoy segura que así será y estando tú a mi lado, mucho más Respondió a sus felicitaciones.

- Y para asegurarme de eso, me gustaría que vayas a tu escritorio, apagues la pc y te vinieras conmigo.