𝙦𝙪𝙞𝙣𝙯𝙚

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Su madre estaba extrañamente eufórica, y eso, sumando a la actitud rara de sus amigos, que su hermano estuviera saliendo con la chica de la que llevaba enamorado años, y que tenía que esforzarse por no irse a su habitación y encerrarse a llorar, hicieron que estallara.

- ¡¿QUÉ ESTÁ PASANDO?!

Su padre, quién veía con atención y cariño a su mujer tan feliz y animada, pegó un pequeño brinco y le miró como si le hubiera salido una segunda nariz.

- ¿Cómo? - preguntó algo perdido. - ¿Te encuentras bien, hijo?

- ¡NO!

Gritó, y se tiró al sofá con un pequeño grito.

Sus padres se miraron, preguntándose que pasaba por la cabecita de su hijo mayor.

- Hijo... - dijo su madre lentamente, sentándose a su lado. - ¿Es la edad? Sabemos que es una época difícil, más por los estudios, pero sabes que nosotros no te presionamos a nada...

- ¡No mamá! - dijo, frustrado, tapándose la cara. - Parece que nada va bien.

Eso activó las alarmas de la casa.

- ¿Es... Por una chica?

Namjoon dudó antes de asentir.

- Estoy muy enamorado de ella, mamá - murmuró, sin apartar las manos de su cara. - Pero jamás se ha fijado en mí.

- ¿Y por qué no podría hacerlo? - exclamó- He criado a unos hijos guapos, caballerosos, inteligentes y altos, ¡esa chica tendría que estar mal!

- Ese es el problema, mamá - sollozó. - Se ha fijado en uno de tus hijos, pero no en mí.

Su madre puso una cara de pena, ahora enlazando hijos en su cabeza, recordando a la chica que su hijo menor había traído a casa más veces, y como él dijo alegre que al fin era su novia.

- Ven aquí, cielo - dijo con un tono cariñoso, abrazándole.

Después de todo, aunque Kim ShinEun era de odiar a todo el que hiciera daño a sus hijos, era incapaz de sentir rencor hacia esa chica, quien solo se había enamorado de otra persona.

𝘾𝙡𝙞𝙘𝙝é» Kim NamJoon ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora