Capítulo 26: La ansiada paz

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Quien los viese tenía en clara esencia que se amaban con locura. Siempre compartiendo miradas cómplices, besos secretos y caricias inocentes y otras veces no tan inocentes.
El nuevo año escolar de Alois comenzó mejor de lo deseado.
Sus calificaciones dieron en el punto perfecto desde el primer día, además de la sorpresa de tener a su único primo estudiando su último año ahí con él.
Si bien había sido un inicio escolar con muchas sorpresas también muchas cosas habían mejorado últimamente.
Su relación con Claude nunca estuvo mejor, la relación con su madre también era mucho amor y mimos, su padre no le dirigía la palabra y ya ni siquiera se metía en su vida y Ciel, bueno con su serio primo de ojos azules se habían vuelto un poco mas cercanos gracias a que este último entabló una relación amorosa con quien mas que él mismo hermano de su novio.
Todo iba bastante bien. O mejor dicho todo iba; ¡De completa maravilla!.
Alois jamás había sido tan feliz, jamás se había sentido tan a gusto, tan amado, en esencia tan él. Aquella paz en su vida era como un sueño echo realidad y no solo porque a él le estaba yendo bien si no porque todo a su al rededor parecía volverse mas brillante y claro para las personas que amaba.
Claude había tratado con Sebastian que este último trabajase como supervisor de las recidencias en el instituto como trabajo temporal y Sebastian accedió. Aquello había echo que la relación de hermanos que poseían se viese estable y fuerte nuevamente puesto que Alois había notado la tensión y la molestia cuando antes estaban juntos, de echo, Claude incluso se había ido de la casa unos días alegando que su hermano menor no era mas que un mocoso sin futuro e infantil que jamás aprendió a comportarse. Pero ahora todo volvía a la normalidad. Y ver a su novio tan animado y apasionado como siempre ponía inmensamente feliz a Alois.
También estaba la agradable situación en su casa.
Su madre había abandonado la terapia dejando en claro que era una perdida de tiempo, como ella había dicho; "Sólo sirvió para gastar dinero al cual pudo darle un mejor uso" y claro que así lo hizo.
Había abierto una pequeña cafetería en el centro de la ciudad que tenía muy buena fama, el padre de Alois aún decía que era innecesario pues él podía proveerle el dinero o el pudo haber pagado los costos iniciales del local, pero la mujer se negaba repitiendo que eso era algo solo de ella, que a veces es bueno tener la cabeza en algo que a uno realmente le pertenece desde la raíz, y tenía toda la razón. Aquella cafetería había tenido mejores resultados en su madre en una semana de los nunca tuvo la terapia durante un año. Otra cosa que hacía a Alois sentirse mas relajado.
Últimamente ni siquiera su padre le estresaba, luego de tener una charla tranquila Alois había dejado muy en claro que su opinión no formaba en su vida y que lo único que les unía era el apellido, que ya ni siquiera lo volvería a llamar padre, y el hombre se resignó, solo era una parte muerta en la ya casi resuelta vida de Alois.
El nubarrón negro que le acosaba se había vuelto blanco y ahora en vez de hacerle una lluvia ácida sobre la ropa le protegía del sol, se sentía aliviado, como si el viento se hubiese llevado todo –aunque quizá sí fue así–.
Thompson no volvería a contaminar su vida, ni sus recuerdos quedaban en la cabeza de Alois.
Su padre ya no existía (o al menos la presión psicológica y física que ejercía su progenitor no existía, se conformaba con eso).
Su miedo se habían disuelto, sus dudas se habían echo cristales y luego polvo.
Ni siquiera los matones que usualmente le estaban acosando habían aparecido.
Ahora solo era Alois.
Ahora solo era un adolescente con las típicas preocupaciones adolescentes.
Era un hombre libre con una última cadena que cortar que muy pronto le dejaría marchar libremente por el mundo mostrando como era verdaderamente. Esa cadena era la de revelar su sexualidad al ser mas importante en su vida. Su madre.
Aún no quería inquirir mucho al respecto pero planeaba hacerlo en algún momento, era un echo, tarde o temprano pero se había prometido hacerlo. Con ello también revelar su relación, aunque aún tenía diecisiete quizá eso pudiese esperar hasta abandonar el instituto y no tener presiones... Legales.
Por ahora sólo quería enfocarse en su relación, en sus estudios y perderse en la problemática situación de buscar una buena universidad, una preocupación que podía tener como cualquier chico normal en su último año de preparatoria.
Le emocionaba tanto aquella nueva vida libre y liviana, que de forma ingrata también estaba dejándose llevar por la distracción y olvidaba cosas importantes que estaban surgiendo en su vida.
Cosas como que era la primera vez que estaba por cumplir un año de relación.
Una hermosa relación con el hombre mas maravilloso que a sus ojos existía.
Por fin, era hora de que en su vida reinará la paz, era hora de que sus llantos clamando a dios por piedad fueran recompensados.
  
  

Fuera De Cámaras-AloisClaude.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora