Capítulo 7
Bondage ¡¡Ay mi madre, en que me metí!! Había leído mucho del tema pero imaginarme inmovilizada a merced de mi Amo me llenaba de ansiedad pero también me humedecía, ya lo sé dirán que soy alborotada pero es que de solo imaginarme así mi entrepierna enardece y mi capullo se coloca con esas ganas de tener su lengua dentro de el, yo no le entregaría ese poder a nadie y lo hacia porque sabía del hombre dulce más allá de su frialdad.
Me mantenía siempre en alerta a lo que pudiera suceder ,a veces me atormentaba cuando me decía lo que iba a hacerme antes de una sesión.
Me sacó de mis pensamientos con una nalgada en cuanto abrí la puerta, su labios me sometieron una vez más, sus besos me dejaban sin aire, con maestría me envolvía a la avidez de su ritmo, sus manos abordaban mi cintura y con tanta rapidez me quito la blusa apoderándose con su lengua en el centro de mis pechos, era una delicia sentir el salvajismo que él me brindaba, mis terminaciones nerviosas estaban al tope más alto, me quitó mi brasier y dejo libre mi voluptuosidad aprisionando mis senos con su boca famélica, sisee en jadeos, subió mi falda y metió con rapidez apartando mi braga sus dedos con ese movimiento que él llevaba, acariciando mi montículo húmedo y bramante por mi Señor.
- Gia estas malditamente caliente, estás deliciosa mi pequeña, mientras saboreaba su dedo anular con mis fluidos en el, cosa que me excitaba demasiado, me quitaba el aliento con sus dedos en mi carne, jugueteando y cuando sintió que yo estaba al limite detuvo el movimiento diciendo:
-Por ahora estuvo bien
Lo odie en ese momento por no tomarme e incrustar mi carne con salvajismo con su deliciosa virilidad, su anatomía irradiaba un fuego tan brutal, estaba su falo brillante y sus venas sobresalían de la erección.
--Mi chica hermosa, te necesito
Fue cuando me pidió que me diera un baño, mientras él preparaba la sesión, estaba tan deseosa de ver que haría que mientras me daba la ducha hasta el roce con el jabón me provocaba humedad, al salir del baño él tenía en una de sus mano una cuerda y en la otra una copa de vino, no supe que me excitaba más si el querer probar el vino o que me amarrara.
Me quité la toalla dejándola caer mientras me dirigía a él, pero me detuvo en seco, con esa voz que aceleró mi ritmo cardíaco por completo.
--Arrodíllate Ragazza, quiero verte en posición.
Le obedecí y con mi mentón de frente y mi mirada al suelo, me susurró :
-Tú eres una muerte dulce y una resurrección al mismo tiempo, la mia bella Ragazza, me desquicias, me haces quererte solo mía, nada te va a separar de mi, ni tu misma Gia, mia , mia, mia, lo que más deseo está en el medio de esas bellas piernas que en este momento reclaman a su Señor, pero aún no.
Como gozaba martirizarme, ¡¡Dios lo deseaba tanto!! Que estaba tan mojada.
--Amo esa niña que eres, como tiembla ante mi, como tu respiración esta errática, convertiré esa niña en mi puta, que pida mi miembro dentro de ella y al mismo tiempo seas una dama, soy un loco sexual en potencia, te haré a mi modo, te va a gustar.
--Empezaré a anudarte tomando una cuerda de 15 cm y 6 mm, quiero preguntarte algo mi Dolce ¿Confías en mi?
Como no confiar en él, sabía que jamás me haría daño, mi voluntad era suya, yo confiaba plenamente en él.
--Sí, Amo confío en usted plenamente.
Fue así como me dio un beso voraz antes de empezar, pasando sus manos por mi cintura, susurrando:
-Cierra los ojos mi pequeña
Antes de empezar buscó los extremos y con maestría paso la cuerda por sus manos asta encontrar la mitad y la puso detrás de mi nuca, puso justo encima de la mitad de mi espalda, lo ató y conforme iba anudando se iba ajustando, hizo un nudo simple justo por encima de mis pechos lo hacía con una seducción inminente, clavando en mi esa mirada moja bragas, cuidando que al pasar la cuerda no me diera un latigazo en el ojo, ajustaba el nudo, bajando 7cm con la anchura de su mano y así sucesivamente repetía hasta llegar al ombligo y luego otro más abajo, puso un nudo entre mis piernas mientras pasaba sus dedos por mi sexo dándose cuenta de mi humedad pasando la cuerda por mis partes subiéndola a la espalda girándome suavemente, pasándola por en medio cuidando los extremos de modo que no volarán, ajustó un poco sin apretar, paso por debajo las líneas que acaba de tirar asegurando el arnés para sostener la tensión, pasó de nuevo por mi espalda cruzandolas y volvió a pasar por el medio siguiente del bloque de nudo, ajustando mis pechos, abrió por la mitad y pasó toda la cuerda ajustándolo pasando por debajo y tirando el cáñamo haciendo vibrar todo el arnés y con el mi vagina que ya sentía espasmos, mi vientre se arremolinaba el placer contenido y así sucesivamente llegando al último diamante creando tensión y volviendo atrás quedando mis glúteos más firmes de lo que eran, él miraba su obra de arte y tenía una mirada de que quería devorarme completa, pellizco mis pezones y lancé un gemido, vi que se alejó un poco y saco de la bolsa que había traído algo y vertió sobre sus dedos, se acercó a mí que estaba expectante, colocándo unas gotas que me hacía sentir calor por dentro, me estaba martirizando, masajeaba mi montículo con movimientos rápidos, luego presionaba lento hasta colocarme frenética, yo gemia sin parar, se me escapaban ronroneos mientras él me tocaba, lo hacía con mis hendiduras de arriba hacia abajo, a lo largo me estaba enloqueciendo para que le suplicara.
ESTÁS LEYENDO
El Sentir De Una Sumisa
Short StorySinopsis "Muchas veces me han preguntado: ¿Qué se siente ser Sumisa? solo puedo decir que en el BDSM y en mi Amo yo encontré libertad" Gianna Sinisterra/Protagonista del sentir de una Sumisa. Esta es la historia de Gianna Sinisterra una hermosa es...