Subaru volvió a suspirar viendo a aquella torre con la daga de plata que su madre le había dado anteriormente.
¿Porque estás en aquella torre? ¿Porque estás tan inestable? ¿Hubieras estado bien si yo nunca hubiera nacido? ¿Estarías feliz? Lamento mucho el haber existido.
Las risas en el patio principal siempre eran escuchadas, Laito y Kanato solían jugar todos los días; Cordelia coqueteaba con Richter en una mesa un poco alejada como de costumbre. Beatrix y Reiji siempre estaban aislados de todos cercas de la entrada de la enorme mansión donde vivían las tres esposas de KarlHeinz. Subaru no evitó observar sólo un momento a los niños jugar y observó nuevamente la torre, su madre se había acercado a apreciar por la pequeña ventanilla que este tenia, sería, triste, sin expresión alguna; presionó con más fuerza la daga sin quitar la mirada de su madre que ignorándolo como siempre entró sin dar rastro alguno, bajo la cabeza decepcionado evitando que su corazón se rompiese aún más.
—Estarás bien, ya lo verás.
Unos pasos se escucharon cercanos a él, nunca desvió su mirada del suelo cuando sintió que alguien estaba allí.
—¿Porque sigues viendo aquella torre? ¿Estás jugando a que salvas a la princesa de la Torre? —preguntó Ayato. Subaru tardo unos minutos en responder.
—No lo entenderías.
—¿Ahh? ¿No lo entendería? Lo único que no entiendo es porque tú madre se comporta de esa forma —cruzó sus brazos.
—Lárgate de aquí Ayato. Mi madre no tiene la culpa de ser así. —presionó con fuerza sus puños y observó nuevamente a la torre. La extraña bastante.
Por otro lado, Ayato soltó un bufido y se acercó a él horizonte para observar a su madre con su tío y así hermanos mayores jugando, detestaba tanto tener que estudiar. De la misma forma observó a Beatrix y Reiji junto con Shu que estaba estudiando con su madre con un rostro que se podía notar el puchero en el, al igual que sentía Ayato. Volvió a ver a Subaru que seguía idéntico a diferencia de que ahora observaba la torre.
—Ese hombre tiene la culpa de esto, de lo que está pasando —recalcó Ayato.
El Albino no decía nada, no le complacía hablar con nadie lo único en lo que podía pensar era en estar con su madre, ya que ese hombre la había encerrado en esa torre, si él no se hubiera acercado a su madre ella no estaría sufriendo en ese lugar.
•••
Hacía frío, el dióxido de carbono era notable salir de su boca a causa de la neblina que había esa noche, el no pensaba irse de allí él estaría con su madre a pesar de que ella no quisiera eso. Unos zapatos con tacón resonaban, el pequeño tenía sus manos sobre sus piernas y su rostro en medio de aquellas. La mujer se acercó quedando aún lado de él, observó la torre con seriedad y volvió a ver al niño, nadie se preocupaba por el, nadie fue capaz de buscarlo podría decir que nadie se había preguntado dónde estaba Subaru.
La mujer culta de grandes ojos azules zafiro dejó la lámpara de vela en el suelo volviendo a dirigir su mirada a la torre susurrando "Estarás bien, Christa" de su brazo destendio una brazada cubriendo el cuerpo del pequeño albino.
—¿Porque está haciendo esto?—susurro sin verla.
—Tú madre es una buena mujer, lo menos que puedo hacer es estar al tanto de ti en el tiempo que KarlHeinz decida sacarla de la Torre. —dijo fríamente.
—No nombre a mi padre por favor.. el le hace bastante daño a mi madre, siempre la engaña y la hace llorar mucho pero cuando quiero alejarla de él para que no la lastime ella simplemente se molesta mucho y me golpea porque soy idéntico a él —hablo bajo.
Beatrix no había cambiado su semblante, ella seguía igual que como llegó escuchando al albino que no se había movido en lo absoluto. No evitaba ver la torre una niña estaba encerrada en esa torre y todo por KarlHeinz el hombre que la engañó como a las demás mujeres pero que también las hizo amarlo con todo su ser.
—¿Cree que mi madre estaría mejor sin mi?
Escucho atenta a la pregunta, el no tenia la culpa, ninguno de los niños tuvo la culpa de lo que KarlHeinz les había hecho, ellos solo fueron cosecha de un "amor" y eran jamás sería capaz de culpar a sus hijos por esto.
—Esta feliz de que estés con ella, solamente dale tiempo es la menor de nosotras, es normal. —se justificó. —Vamos a la mansión, debes dormir en tu habitación y comer algo.
Para evitar hablar más, Subaru se levantó lentamente y observó a Beatrix que como siempre estaba serena y seria, Shu era idéntico a ella, antes de irse ambos voltearon a la torre pero no había ningún rastro de Christa así mismo, caminando hacia la mansión.
Beatrix no solía ayudar a nadie, evitaba hacer contacto con alguien si no fueran sus hijos que era a los únicos a quienes cuidaba de esa mansión y cada vez que KarlHeinz solía irla a visitase dándole pequeños regalos pero Subaru.. era un niño que desde que tiene memoria siempre fue tímido y apegado a su madre pero ahora que ella está lejos de él no habrá quien pueda cuidarlo y ella... podía entender sólo un poco a Christa y su estado de bipolaridad y mental que tenía la menor. Subaru siempre fue un buen chico de eso no lo dudaba; Christa tenía un niño magnífico como hijo, ella trataría de cuidarlo solo en aquel tiempo.
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El Pasado De Christa; Diabolik Lovers
Fanfiction'Yo siempre ame a Karlheinz como un hermano, pero cuando me case con el, estaba muy feliz' - A Subaru mientras ella esta en su lecho de muerte. 🌻<3 Historia basada en los videojuegos de Diabolik Lovers, la historia tiene cosas basadas en la ruta d...