La rubia de ojos rosados observó a su alrededor, tocó con delicadeza su cabeza que le dolía demasiado solo recordaba que ella había quedado en medio después de que Subaru dijo que iría a un lugar y ella insistió en ir con el.
Habían pasado 9,000 años y Subaru tenía su cabeza de Yui sobre sus piernas mientras observaba a un lugar fijo, ella no despegó su mirada de él, era bastante guapo, su cabello era hermoso, era fan varonil.—Vamos, tienes que levantarte no está lejos de aquí el lugar a donde quiero ir. —la observó frío.
Yui se incorporó sentando aún lado de el, volvió a analizar sus alrededores percatándose de que no parecía ser un lugar que ella conociese parecía bastante... extraño. Subaru se levantó de la banca con sus manos en sus bolsillo y dando una vuelta de 90° estiró una de ellas para con Yui. Caminaron así durante tiempo, ella evitó preguntar dónde estaban ya que él parecía no querer hablar durante ese tiempo, presionó con fuerza la mano de Yui ocasionándole un poco de dolor, estaba nervioso, asustado, no sabría cómo describir aquello.
—Este no es el mundo humano, estamos en el Makai. —hablo después de tiempo.
—¿Porque estamos aquí?—susurro tímida. El menor simplemente tenía su mirada en el suelo sin soltar su mano, tenía el ceño fruncido y cada vez presionaba más la mano de la rubia. —Está bien si no respondes Subaru, lamento por preguntar.
No hubo respuesta. En su alrededor habían bastantes árboles muy bien cuidados, a lo lejos se asomaba un enorme castillo; uno de esos que solían nombrarse mucho en los cuentos de princesas del mundo humano, el lugar era bastante extendido y había mucho fruto.
Subaru no hablo en el tiempo que accedieron a la enorme entrada, estaba nervioso, estaba triste pero contento era algo extraño incluso para el sentir ambas cosas, tenía ya que no iba a esa Castilla, solía ir 1 vez al año desde que cumplió los 10,000 años pero hace 3,000 años dejó de ir por razones que solamente él entendía.
Se acercaron a la enorme compuerta negra, sin quitar la mirada del suelo soltó la mano de su acompañante. Yui no pudo evitar preocuparse por Subaru parecía bastante angustiado y ella no sabía la razón sólo sabía que no quería dejar a Subaru solo.
—¿No tocaras la puerta?—se limitó a decir.
—Cállate por favor, estaba en eso. —susurro duro.
El menor toco la puerta fuertemente esperando segundos, Yui estaba detrás suyo viendo todo curiosamente, una sirvienta abrió la puerta con una enorme sonrisa.
—¡Subaru-samaa! ¡Como ha crecido! —dijo contenta.
Subaru entró ignorándola y detrás suyo entró Yui inclinándose frente de ella.
—KarlHeinz-sama sabría que vendría así que lo está esperando. —sonrió viendo el suelo posicionando una de sus manos en su pecho. —Y Christa-sama también lo espera, no deja de preguntar cuándo vendrá.
Yui abrió su boca sorprendida, ¿Christa? Así se llamaba la madre de Subaru, el menor la observó de reojo cerrando sus ojos soltando un suspiro.
—Iré con el, ¿puedes darle una habitación? Se quedará igual aquí conmigo.
La sirvienta observó seriamente a Yui de arriba abajo, su aroma le era tan conocido para ser una simple y detestable humana.
Yui sintió tal mirada tratándose de esconderse con sus brazos incomoda. Subaru al percatarse de tal escena se acercó a la rubia poniendo su mano en su hombro y dándole un pequeño beso en su frente separándose un tanto sonrojado alejándose de ella.
Camino a la sala de estar donde esperaría su padre y así mismo su madre... estaba asustado, estaba nervioso, estaba bastante ansioso.. tan solo ver a su madre le hacía sentirse inseguro con Tere a que pudiera golpearlo.
Abrió las puertas con fuerza encontrando a su padre tomando una copa de vino con una sonrisa. El mayor al verlo no evitó sonreír.
—Subaru, sabría que estarías aquí, ya hace mucho tiempo que no te veía han pasado miles de años y ya eres todo un hombre.. tan idéntico a tu madre —sonrió sorbiendo de la copa. —Por cierto, ¿donde eta tu acompañante? Creí que vendrías con alguien.
—Fue a alojarse, no era importante que la conocieras ahora. —serio.
KarlHeinz sonrió burlonamente volviendo a sorber del vino.
—Donde está mi madre.
Lo observó retadoramente a su padre, jamás perdonaría a ese tipo por todo lo que le hizo a su madre, a pesar de que ella aún lo amara. Solo soltó un bufido cruzando sus manos sin que su padre respondiera.
—¿Subaru? —susurro una delicada voz. —¿Eres tú, Subaru?
Este abrió muy grandes sus ojos dándose una vuelta de 180°. Su madre estaba ahí frente suyo, seguía estando de la misma estatura una cabeza abajo de la de el, su rostro había madurado un poco de su rostro y su cabello había crecido aún más.
Christa corrió hacia Subaru y tomó su mano para besarle, estaba feliz de verlo, hace 3,000 años que no sabía nada de él y ahora estaba hecho todo un hombre.
—Ya no eres un niño —susurro acariciando su rostro. —Eres un hombre... —se quedó en silencio.
Había desaparecido su sonrisa y su mirada había cambiado, Subaru se separó un poco de ella con temor.
—¡Ustedes son mi verdadera familia! —dijo acercándose a Subaru tomándolo con sorpresa. —Christa, siempre estás tan hermosa. —sonrió.
—¡KarlHeinz-samaaaa!—puso sus manos sobre sus mejillas chillando de emoción.
No dudó Christa en abrazar a ambos hombres, Subaru se sentía molesto pero feliz.. el.. El se sentía feliz y aprovecharía ese momento donde su madre podría ese estable ya que.. no tardaría en que su bipolaridad apareciera.
Christa se acercó a Subaru abrazándolo de la cintura y el no correspondió, poco después tomó su rostro y le dio un beso su mejilla, hacía tanto que ella no había hecho eso.
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El Pasado De Christa; Diabolik Lovers
Fanfic'Yo siempre ame a Karlheinz como un hermano, pero cuando me case con el, estaba muy feliz' - A Subaru mientras ella esta en su lecho de muerte. 🌻<3 Historia basada en los videojuegos de Diabolik Lovers, la historia tiene cosas basadas en la ruta d...