Después de un par de horas en la casa de Simón, me fui a mi casa sola. Abrí la puerta y la única luz prendida era la de la cocina, papá siempre la deja encendida cuando vuelvo de noche.
Después de apagar la luz, subí las escaleras y entre a mi habitación, me lleve una gran sorpresa al ver a Reese dormido en mi cama, no lo desperté, simplemente me puse mi pijama y me acoste a su lado.
***
La alarma sonó y estire mi brazo para apagarla, Reese se movió a mi lado y se sentó en la cama
-Bueno días- dijo estirandose
-Buen día- respondí antes de pasarme, salí de la habitación y de inmediato me metí al baño para darme una ducha.
15 minutos después volví a mi habitación para vestirme y Reese ya no estaba ahí, me vestí y me maquille un poco para ocultar mis ojeras y salí de la habitación con mi mochila en las manos
Baje las escaleras y después de tirar la mochila al sofá, fui a la cocina, donde sólo estaba mamá
-Hola- bese su mejilla y busque una taza en la alacena- ¿Y Reese?
-Dijo que tenía que irse a un lugar antes de ir a la escuela- respondió tomando un sorbo de su té. No dije nada, simplemente llene la taza con café y fui a sentarme- ¿Quieres galletas?- me ofreció de un plato- Las hice anoche
-Gracias- dije tomando una, mamá no es muy buena repostera, pero no puedo decirle que no cuando sonríe así
-¿Te gustan?- preguntó apenas la mordí
-¡Estan deliciosas!- exclamé sorprendida
-Estoy mejorando ¿Verdad?- preguntó sonriendo contenta y dejo el plato sobre la mesa
-Lo haces genial- la anime sonriendo y acarició su barriga que ya creció un poco- ¿De cuanto estás?
-Dos meses y medio- respondió mirándose
-Seras una buena madre- dije, la verdad que deseo con todo mi ser que ese bebé no pase por lo que yo pasé
-Eso espero- dijo y volvió a mirarme- Lamentó no haberlo sido contigo
-No hay problema- mamá acarició mi rostro y suspiré- Será mejor que me apresure, no quiero llegar tarde
-Esta bien, iré a la casa de una amiga, nos vemos más tarde- beso mi cabeza y salió de la cocina.
Tome todo mi café lo más rápido posible y lavé la taza, busque un taper en los cajones hasta que encontré uno y guardé un par de galletas en él.
Colgué mi mochila en mis hombros y salí de mi casa cerrando con llave, respire hondo y empecé a caminar a la escuela.
Camine a mi casillero y busque un par de libros, al cerrarlo y darme vuelta para ir a clases, Cárter pasó a mi lado pero ni siquiera me miró, fruncí el ceño y decidí seguirlo hasta el segundo piso, donde encontró a Smook, un amigo y empleado de los Brooklyns, le prometí a Scott que no iba a meterme, así que di media vuelta y fui a mis aburridas clases
***
Volví a casa sola, lo que raramente pasa, al llegar como es costumbre estos últimos días, no había nadie, ni siquiera Reese, que últimamente está viviendo aquí.
Me tire al sofá y encendí el televisor, pase los canales durante unos minutos hasta que la puerta se abrió y entró papá
-¿Qué haces aquí?- pregunté sorprendida y con una pequeña sonrisa
-Pude salir antes- sonrió y de sentó a mi lado-¿Y tu madre?
-No tengo idea- me encogí de hombros- Antes de irme dijo que se iba a lo de una amiga.
-Esta bien- sonrió- Muero de hambre, ire a cocinar algo
-No, yo cocino, tu ve a darte una ducha, apestas a estrés y computadoras- dije y me levanté
-¿A que huelen las computadoras?- preguntó divertido y burlón
-A ti- respondí sonriendo antes de ir a la cocina y preparar la cena
No soy una gran cocinera, pero me defiendo bastante bien
Más si lo que cocino es comida chatarra
Cuando termine de freír las papas y las hamburguesas papá entró a la cocina ya limpio y un poco más energético
-¿Estas mejor?- le pregunté buscando dos platos
-Ahora que no huelo a computadoras y estrés, si, creo que si- respondió buscando vasos
-Me alegro por tí- dijo irónica y ambos nos sentamos a comer
-Sera mejor que comamos rápido antes que la mamá más llegue y nos regañé- dijo papá frotando sus manos y mirando con deseo la cocida, como ambos tenemos la mejor suerte del mundo, la puerta de entrada se abrió anunciando la llegada de mamá
-Genial, tienes el don de invocarla- dije irónica agarrando mi tenedor
-Hola- dijo mamá entrando a la cocina-¿Qué hacen comiendo eso?
-Kat me cocinó- dijo papá con la boca llena
-¡Kat! Sabes que tu padre no pude comer comida chatarra- se quejó poniendo sus manos en su cintura y sonreí
-Una vez no le hace daño a nadie- me defendí- Hace años no come algo así, déjalo está vez, ya mañana pude volver a su dieta
-Por favor Dalma- suplicó papá
-Solo con una condición- dijo me miró
-¿Cual?- pregunté
-Me dejarás elegirte lo que te pondrás para la cena de mañana- habló y fruncí el ceño
-¿Iremos a otra de sus aburridas cenas de trabajo?- pregunté volviendo la vista a mi plato, hubo un silencio bastante tenso y vi que papá dejó de tenedor a un lado
-¿Aún no le dices?
-¿Decirme qué?- pregunté y mire a ambos
-No sabía cómo hacerlo- dijo papá limpiandose la boca con una servilleta
-Acordamos que salias antes del trabajado para decirle mientras yo me iba- dijo mamá enojada y papá se puso de pie
-¡Podrian decirme que sucede!- exclamé y ambos me miraron
-Dile- dijo mamá y papá se puso en cuclillas frente a mí después de suspirar.
-Mañana va a venir la familia de mi jefe a cenar- empezó a decir
-¿Y eso qué? Siempre vienen
-No estoy hablando de Francis, es mi jefe nuevo y necesito que hagas algo por nosotros- hablo mamá y papá tomo mis manos
-¿Qué cosa? Ya están empezando a asustarme- dije y papá trago saliva con dificultad
-Él hijo del nuevo jefe es lo más preciado que tiene y las dicisiones las toma mayormente él- dijo y fruncí aún más el ceño, si es que eso es posible- Si logras agradarle a él, podrías hacer que nos asciendan
-¿Quieren que sea la puta del hijo de su jefe?- pregunté ofendida y me puse de pie
-Ese vocabulario- me regaño mamá y me reí con asco
-Me importa una mierda mi puto vocabulario- dije y mire a papá- Esto no es justo, no soy su prostituta
-No te estamos pidiendo que te acuestes con él- dijo mamá y la mire mal
-Por ahora- me crucé de brazos y volví a mirar a papá- Esperaba esto de ella, pero no de tí
-Katty- dijo dolido e intentó tocar mi brazo
-No me llames así- lo interrumpí y di un paso atrás antes de salir de la cocina y corrí escaleras arriba para encerrarme en mi habitación.