The big Six | Escuela de poderes

Capítulo 38: Respuestas

"Capítulo 38: Respuestas"

Elsa

Me tomó de la mano corriendo detrás de dos personas. No reconocía a nadie de los que seguíamos. Sinceramente no sé porque lo seguía, solo lo estaba haciendo. Llegamos más a dentro del bosque y nos escondimos detrás de una roca. Entraron a una pequeña casa de piedra o no sé qué era.

- ¿Qué estamos buscando? - pregunté, no volteó la mirada hacia mi.

Camino más cerca hasta llegar a una ventana. Me junté con él sin que nos vieran. Oyendo varias voces que no podía reconocer ninguna.

Jack

Estaba seguro que Pitch tramaba algo y lo iba a descubrir de la forma que fuera. Lo de Hiccup no era normal y no puedo dejarlo. Hemos pasado tanto juntos que no puedo simplemente ignorarlo y estoy seguro que hizo una tontería y lo iba a ayudar. Y el estar junto con Elsa me daba más confianza.

- No hay trato - se oyó la voz clara de Pitch. Una chica se quejó.
- ¿Por qué no?, enserio lo necesito, ¡por favor! - replicó junto con otra chica.
- ¿Crees que mis poderes son una broma? - alzó la voz - todo tiene un costo. Y ahora mismo no veo un buen trato, así que adiós -

Corrimos hacia el bosque rápidamente al oír a las chicas regresar, volteé hacia atrás a ver si nos seguían que cuando volteé de nuevo no vi la bajada al igual que Elsa y los dos caímos hacia abajo.

Rapunzel

Voleibol, carreras de natación, peleas en la tierra. Estos dos ya no tenían límite, ¿por qué peleaban?, ¿si quiera se conocían?, ¿que tienen Los hombres por pelear?. Eugene estaba perdiendo la cabeza. Me parecía algo lindo, pero ya se estaba pasando.

- ¿Cuándo se dejarán? - dijo Merida fastidiada. Solté un suspiro.
- Vámonos - paré a Mérida y nos alejamos. Hasta que una chica nos paró.

- ¡Esperen! - nos alcanzó recobrando aliento - ¿irán a la fiesta? - intercambiamos miradas confundidas.
- Vayan arregladas, en el comedor a las ocho - nos sonrió y se fue.

Ya nos íbamos cuando nos acordamos de Anna. Pero al ver que andaba abrazada cargada en los brazos de un chico la dejamos ahí.

Kristoff

- Flynn, en serio, ya déjalo - dije entre risas. Por más que lo pensaba era muy divertido la forma en que manejaba sus celos. Acomodé mi cabello rubio mientas reía con Hiccup.

- Déjame en paz - replicó Flynn y continuó tentando al otro chico.
- Oye, ¿habías dicho que tú chica no sabe nadar, verdad? - dijo Hiccup mirando hacia otro lado.
- Si, ¿Por que?, y no es mi chica - golpeó mi hombro dos veces para voltear.

Anna se estaba ahogando, corría hacia ella pero estaba muy lejos. Antes de pestañear un chico alto y cabello marrón la llevo a la esquina en sus brazos.

- Lo siento amigo - hizo una mini risa Hiccup.

Hiccup

Ya se estaba haciendo tarde, caminé junto a Flynn y Kristoff que se la pasaban quejándose. Yo no paraba de reír con esos dos. Cuando íbamos llegando a las cabañas, Pitch estaba mirándome recargado sin decir nada. Me detuve sin decir nada y me alejé. Me asustó lo que podía decir y di la vuelta hacia el otro lado cuando me encontré con Astrid.

Elsa

Caímos varios segundos hacia abajo. Hasta quedar en el suelo. Me dolía todo el cuerpo, alcé mi cabeza Jack estaba enfrente de mi tirado. Mi dolor se interrumpió cuando se empezó a reír sin parar. Contagiándome la risa al final. Terminamos de reír y guardamos silencio.

- ¿A qué crees que se refería con lo de trato? - miré a Jack que estaba muy pensativo.
- No tengo idea, pero estoy seguro que los está manipulando -

Quería más respuestas pero sentía que el no quería hablar mucho del tema. ¿Quien era ese?, ¿que estaba buscando Jack?.

- Además no podemos usar nuestros poderes fuera de aquí - agregué. Se me quedó mirando quitándose la camisa y acercándose mucho mi. Me quedé pasmada, ¿¡Qué rayos hacía!?.

- Ponte esto - lo dejó en mis piernas. Se me había olvidado que solo traía mi traje de baño y seguía toda mojada. - Este...yo.., pero se va a mojar - No me gustaba tenerlo cerca.

- Se te verá mejor a ti, al fin y al cabo ya estás hermosa - Me dedicó una sonrisa tierna que me volvía loca por dentro.

Jack

- Cálmate - se rió nerviosamente.

Me encantaba ponerla nerviosa, siempre es fría y directa pero luego la dejo sin que decir y es divertido.

- Espera - puse mi mano en su rodilla que estaba raspada por la caída Cubriéndola con una pequeña capa de hielo.
- De vez en cuando podemos usar nuestros poderes - se me quedó mirando y luego se acercó mucho a mi.

Puso su mano en mi mejilla sonriéndome, luego su sonrisa se apagó. Sus ojos azul claro me miraron fijamente que me dejaba inmóvil.

- Me voy a ir -

Próximamente capítulo 39: