Sinfonía 4: Nessie.

537 22 2
                                    

Doménico:

Alexandria , dulce y compasiva Alexandria. Lo que daría yo por protegerte, de cubrirte los ojos de el maldad del mundo que te rodea.

Después de salir de su casa, me largue a casa de Aldanna, una vieja amiga, solemos compartir cosas. No me malinterpreten, es lesbiana, creo.

-¿Que hay perrita loca?, pensé que no vendrías a visitarme -hizo un tierno puchero, dejándome la puerta abierta para que pasara.

-Volví de Berlin hace un mes, no he tenido mucho tiempo. Tenia que instalarme en mi nuevo depa.- suspire tirándome en su sofá.

-¿Te compraste un depa?- pregunto asomándose por el marco de la cocina- ¡genial!, supongo que algún día iré a bendecirte con mi presencia. Ya sabes, para que no hagas un incendio en la cocina.

-¡Oye! ya superarlo, no fue mi culpa que esa vez tu madre me halla llamado solo para pedir que le ponga el bloqueador. Cuando volví los panques estaban carbonizados y el horno se había incendiado.

-Si lo se, yo ni me di cuenta por que estaba distraída hablando por facebook con Allain.-me hablo desde la cocina.

-¿Y al final que paso con ese gilipollas?.-le pregunte observando como volvía de la cocina con una bandeja.

-Termino conmigo-dijo sonriente colocando dos platos con fondue. Uno de chocolate y otro de queso.

-Mis condolencias, o debería decir ¿felicitaciones?-no pude evitar que mi tono de voz saliera con sarcasmo.

-No y si, era un imbécil arrogante que solo me usaba para.. you know.- me dijo y yo lo capte.

-Todo un caballero.-me reí.

-¿Sarcasm in the air?.-pregunto.

-Eso es algo obvio, ¿no crees?- dije tomando una fresa.

-Jaja, claro, viniendo de ti. -suspiro- Te extrañe mucho Domé, en verdad te extrañe. Principalmente tu sarcasmo y tus consejos.

-¿Las bromas pesadas no?- Aldy me dio una mirada fulminante- es broma Aldy.

-Ha ha, la ultima vez termine con una fractura, idiota.-me dio un zape en la cabeza.

-Eso no fue mi culpa, ¡tu no parabas de moverte!, te caíste, rodaste por las escaleras y ¡tada!. Tus huesos resonaron por toda la sala, junto con tu grito.-me carcajee.

-¡Me agarraste con una frazada en pleno agosto!-me reprocho.

-En mi defensa, estaba aburrido- alcé las manos-y tu te dejaste.

-Si lo se, estaba confundida. Y como tu te aburres fácilmente, me quisiste sacar mi confusión a prepo.- murmuro.

-Seh, digamos que fundir mi aburrimiento con lo de tu confusión no fue buena idea, por cierto, ¿sigues con lo de tu orientación, o ya no?.-quise saber.

-Ahora creo estar segura de ser bisexual.-soltó sin mas

-¡¿Que?!-exprese sorprendido.

-Domé, me gusta una chica.-me confeso tímidamente.

-Oh, ¿como se llama?-interrogue a mi querida amiga.

-Frances.-simplemente dijo, yo suspire.

-¡Ay no!, ¿otra vez con tu obsesión hacia la hija de Kurt?.-me reí divertido.

-Doménico, en verdad se llama Frances- me tiro una mirada seria y lo capte, había dicho mi nombre.

-Oh, y ¿es linda?.-dije en tono pervertido.

The Bittersweet Symphony ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora