"¿Ustdes son los padres de la Señorita Sawyer?" ambos adultos se pararon de golpe al escuchar la voz de la enfermera decir su apellido.
"S-sí." respondió la mujer, con lágrimas en los ojos. El hombre a su lado tomó su mano y la apretó.
"Acompáñenme, por favor." siguieron su indicación, y la siguieron hasta una pequeña oficina muy mal decorada con un olor fallido a canela. En realidad olía a medicamento. Asqueroso diría Leila, también arrugaría su nariz y sacudiría la cabeza como protesta. Pero Leila no estaba aquí.
"Tomen asiento." una voz masculina pidió amablemente a la vez que la enfermera se retiraba y cerraba la puerta tras de ella. "Tengo entendido que su hija es la paciente 790."
"Preferimos que le diga por su nombre, por favor." imploró el padre en un murmullo.
"La Señorita Sawyer... Leila tiene una costilla rota, múltiples heridas profundas que fueron hechas posiblemente con algún objeto punzo-cortante, su tobillo está torcido y en su pie derecho tiene un desgarre..." fue callado por los sollozos de la señora. "¿Está usted bien? entiendo que esto es difícil, pero es mi obligación el informarles de las heridas que su hija tiene. Si desea podemos continuar en otro momento, pero al final de cuentas tendrán que escuchar esto."
"Continúe, por favor." indicó Robert, mientras plantaba un beso en la mejilla de su esposa.
"Sus manos están muy mal, sin embargo son heridas exteriores producto de la defensa propia, no tardarán mucho en sanar. Y lo que realmente me tenía preocupado fue el golpe en la cabeza que sufrió, pero después de realizar algunas radiografías, puedo garantizar que ella está bien. Su estado no es el mejor por el momento, pero debo decir que es un milagro que ella esté aquí."
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Hey hey hey, historia llegando a su fin KAJHGSHAJ. Más adelante entenderán todo, <3. Las amo, besos.