Un lunes a las 8 de la mañana me despierta una llamada de un número desconocido. ¿Qué putas? Llevaba poco tiempo acá y nadie tenía mi número. Seguramente era alguien de la fiesta del otro día pero es raro porque hoy en día nadie llama, o sea si alguien quiere decir algo, lo escribe. "Si es muy urgente, volverían a llamar", pensé. Me di media vuelta en la cama y pensé lo que me pondría para la fiesta. Ya había probado una vestimenta femenina. Se podría decir que me veía atractiva, también. Sin embargo, hoy no me sentía con esa energía. Quería ponerme mi hoodie y tenis favoritos y llegar así a la fiesta pero en Colombia todos parecen vestirse tan bien que no quería causar una mala impresión.
Me empezó a vibrar el móvil de nuevo en la mano. "Hola?", contesté con voz de dormida. "Aló, soy la coordinadora de UQA, hemos recibido tu aplicación y has pasado a la fase de la entrevista presencial. ¿Tienes tiempo hoy para pasar?". Cuadré una cita en la universidad y enseguida me levanté para arreglarme con mi camisa de cuadros favorita. No sabía qué tipo de preguntas me harían, joder. Decidí ser yo misma, ya tenía conocimiento básico. Igual como decía mi madre "lo que es tuyo, nadie te lo quita".
La universidad me quedaba lejos de la casa pero eso no me molestaba porque era campestre y me gustaba tener un escape de la ciudad. Decidí ahorrar para poder comprarme un auto pero por ahora usaría el metro que tenía la universidad. Salí con tiempo de casa porque como no conocía nada, me daba ansiedad perderme. Tenía que tomar un metro hasta la estación final y luego el tren de la UQA. El metro de esta ciudad me gusta, parece más limpio que el de madrid y la gente de verdad lo respeta. Eso me gusta mucho. Iba escuchando mi música favorita del momento, una especie de rock post apocalíptico que no sabría muy bien como explicar pero el nombre lo explica mejor. Me llegó un mensaje de texto justo cuando me bajaba del metro para hacer el trasbordo. Era Sarita. Una foto. Joder. No recordaba la fiesta. Me había distraído tanto con el tema de la universidad que no recordaba la fiesta de la noche. Sarita me había mandado una foto. No quise abrirla aún pero tenía curiosidad. Por que me mandaba una imagen después de que juro tratarme como si nada? Seguramente era un mensaje de cadena o una oración. La iba a abrir pero no. No podía distraerme de mi buen humor. Nada podía arruinar mi entrevista en la universidad más prestigiosa de Latinoamérica. Pero qué tal si la imagen era una nude?" pensé, "pero que idiota, ella no me enviaría un desnudo en mitad del día. El timbre de la estación de metro detuvo mis pensamientos esquivos.
Me he bajado junto con otras cinco personas aproximadamente. Todos hicimos fila para subir al tren de la UQA. El tren me recordó al tren de Harry Potter. Era negro y victoriano pero era mucho más petit que el de hogwarts, de eso no hay duda. Entre al primer vagón. De no ser por los extensos cafetales y su olor tan particular, yo no me hubiese sentido en Colombia. Algo en el tren hacía que me olvidara del mundo externo. Me gustó esta sensación; era frío pero acogedor. La madera era oscura. Decidí caminar un poco por el tren así que dejé mi maleta en el vagón. El tren por dentro es más largo de lo que parece. Tiene 7 vagones. En este primero hay como 20 hileras de sillas de terciopelo rojo. El segundo vagón tiene cuartos pequeños de estudio. El tercero tiene un restaurante, un restaurante para un trayecto de 45 minutos! El cuarto vagón es idéntico al primero solo que tiene un televisor que pasaba noticias de la universidad. Los últimos tres vagones todos tienen módulos de estudio y almohadones en el suelo. Uno de los jóvenes que se bajó conmigo estaba tomando una siesta con un libro en la cara. Regresé al vagón tercero y vi la universidad desde el televisor, es todo un sueño. No pensé que me fuese a enamorar tanto de una universidad y menos en latinoamérica. De verdad quería entrar a la UQA.
Apenas llegue a la universidad vi el mapa de la estación y corrí a la oficina de gerencia. No tuve tiempo de analizar bien las instalaciones. Llegué a tiempo y Sandra Ayala, la directora, me esperaba en su oficina con la puerta abierta. Entré y me senté en la silla y mientras ella anotaba en su computador. Yo observaba la universidad desde el ventanal detrás del escritorio de Sandra. No había duda que era una de las mejores universidades de Latinoamérica. Las instalaciones me dejaron atónita, tenían un aspecto minimalista junto con la academia inglesa. Digo inglesa porque los muebles son clásicos: madera robusta y estantes extensos. Hay estatuas de mármol en todo el lugar. Aun así, el sitio parece moderno tal vez por sus columnas grandes, las paredes blancas y los ventanales que dan a las montañas antioqueñas. El olor era inigualable. En fin, diría que la universidad es el Cambridge moderno.
Sandra se quitó las gafas, entrelazó sus manos, se acomodó en el asiento y antes de saludarme, me dijo: " ¿estás consciente que ya habíamos cerrado el proceso de entrevistas?". Antes de que yo pudiera responder Sandra continuó, "sin embargo te dimos la oportunidad. ¿Por qué crees que te dimos la oportunidad Clara?". "Tal vez porque soy extranjera", respondí yo.
-No. Es porque tienes algo que buscamos en nuestros estudiantes que no tiene todo el mundo.
- ¿Qué tengo?
-No te lo diré yo, ya lo descubrirás", me respondió Sandra. Esta mujer tenía un aire misterioso particular. Era seria pero se notaba que por dentro reía, es confuso pero es real. Su mirada era pícara. No quería asumir que era lesbiana pero lo podía intuir por su independencia y esa mirada retadora. Sentí una confianza plena en esta mujer, como si fuese a guardar mis mayores secretos. Eso se siente bien, especialmente porque es directiva de la universidad. Me ofreció tinto recién cosechado de la propia universidad y lo probe. Hablamos un rato acerca de la universidad y lo que ofrecía. No puedo contar ahora mucho porque después me hizo firmar un contrato de confidencialidad pero ya iré revelando más secretos de la universidad.
"Es necesario que tomes las pruebas que requiere el estado para entrar además de la prueba del UQA. Debes hacer esto lo antes posible porque las clases comienzan en un mes y debes tener el permiso firmado por todos los profesores. Recuerda de nuevo que todo los procesos internos de la universidad son completamente confidenciales. No es por nada que creamos a la generación de científicos, investigadores y teóricos más prestigiosa de toda hispanoamérica", de nuevo me reiteraba Sandra la importancia de la confidencialidad. Sea lo que sea que pasara dentro de las aulas de clase, quería averiguarlo. Asentí con la cabeza y prosiguió a hacerme preguntas. A juzgar por el tipo de preguntas que hacía, podría pensar que me hacía una prueba psicológica de sensatez y nivel de psicopatía. Me preguntó desde qué haría en caso de un apocalipsis zombie hasta mi opinión sobre la clonación humana. Respondí lo más honesto que pude. Luego me hizo ciertas preguntas sobre la carrera y hablamos sobre teorías de química quántica. Hablar de eso me recordó porque quería estudiar la carrera. Aunque no me podía ver directamente, sentía mis ojos como los de un cachorro viendo un buffet de comida, con esa chispa de pasión y placer al saborear lo que aún no tiene. Al final Sandra se despidió con un apretón de manos.
Salí de su oficina y vi mi móvil: 10 llamadas perdidas. Se me había olvidado decirle a mi tía que estaba en la universidad. También olvidé responder a Armando sobre la fiesta. Joder! Había pasado 3 horas en reunión y no me había dado cuenta. Tenía apenas el tiempo para regresar a la ciudad, comprar bebidas y llegar a la fiesta. Ya no podría cambiarme; llegaría con la típica camisa de cuadros a la fiesta. En el metro rumbo a la casa traté de recordar la entrevista pero puedo jurar que hasta el día de hoy, no recuerdo ninguna de mis respuestas. Lo dejé a un lado y me dormí un rato hasta que me despertó una llamada de Armando. "Oye loca, ¿ya vienes en camino?", preguntó Armando con una música de fondo. Se me había pasado por completo la fiesta. "Si, ya voy pero me demoro porque estoy en otra ciudad", le dije. "Te esperamos. Trae cerveza. Besitos" respondió él y colgó. Recordé que Sarita me había mandado una foto y me apresure a abrirla. Mis ojos no creían lo que estaban viendo.
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Nuevo capítulo cuando pase los 50 likes <3
Gracias por el apoyo.
Pregunta del día, qué foto le ha mandado Sarita a Clara?
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Tóxica.
General FictionLa vida de Clara, una chica española, cambia drásticamente cuando llega a vivir a Medellín. Allí conoce a una Sarita, una mujer que la despierta sexualmente. Entra a la universidad más prestigiosa de latinoamérica, lugar con los mayores secretos y e...