(in) toxicated.

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Bésame.


Bésame.




Bésame.

Volvamos a hacer uno mismo...



Bésame.



Bésame.




Bésame.



¿Podemos estar juntos?





















*

Llegó antes de lo esperado, la tromba le comía los talones comenza una llovizna dando una probada del terror. Pies sucios y lastimados jurando que sangran, piedad... ¿qué era eso? No sabia con exactitud cuando perdio el otro zapato pero que más da, unas cuadras y estaría en casa.

Ocupa una píldora de alegría o si no sería devorado por su vieja amante: frustración.

Los cambios constantes de escenarios era prueba del círculo maligno de la paranoia, grano por grano hasta matarlo en el reloj de arena, aunque resista las notas del piano continúan deformando la melodía por algo apresurado y alterado.

Gnomos espiando por las ventanas de las casas, mirándolo fijamente sin perderlo de vista, el cielo consumido por oscuridad apagando toda la vida, árboles y flores marchitas olvidando su olor, animales muertos rodeados por gigantescos charco de sangre y el olor muerte esta por todo el pueblo.

Tweek solloza al ver eso, lo acaba de confirma: esta demente.

Nunca llegó a ese límite, estaba asustado.

Cerró los ojos creyendo que así desaparecerían pero no, una y otra y otra vez...

¿¡Por qué le sucedía eso!?

A metros de su hogar, casi tira la puerta en pleno arranque de terror, cerrándose de un portazo. Calma, estás a salvo.
Desecho físico y mentalmente se deslizó por la madera hasta tocar el piso, se encorvo todo lo que pudo ocultando su cabeza entre las piernas con los brazos cubriendo las ojeras y lloro.

Estaba sólo.

Siempre lo estaba.

Siempre...

El dolor era brutal queriendo abrirse el cráneo, tomar una parte dárselas a los cuervos de la parca.
Absorto del universo subió a su alcoba, todo da vueltas, recuerdos de ellos juntos de niños se veían como hologramas. Sabor a nostalgia en lengua, lágrimas deleitan al olvido y el fantasma sigue sus pasos.

Abrió el cajón, las pastillas sonaron a través del frasco naranja. Citalopram.

Una, dos, tres, seis, nueve. Nueves pequeñas amigas saludan la boca sin saber que realidad son nueve pequeñas balas que ayuda al suicida.

Tic, tac. Tic, tac.

Se derrite, su habitación se derrite mientras cambia de colores muy intensos como luces segadoras, rojo, azul, amarillo. Era un efecto secundario estar al revés o por que esta en techo.

Folie à deuxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora