C A P I T U L O S I E T E

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A los nueve años de edad.

Un fuerte trueno lo hizo saltar de el sitio donde se encontraba, estaban en épocas de tormentas y cada noche llovía.

Unos golpes en la puerta lo extrañaron, ya era muy tarde, ¿y si era un ladrón?, otro golpe lo hizo volver a la realidad. Cuidadosamente abrió la puerta, viéndola empapada, con sus ojos azules rojos al igual que su nariz, su instinto protector salió a la luz, ella se veía tan frágil, parecía un pajarito en medio de la lluvia.

Rápidamente la hizo pasar mientras le decía qué esperará mientras él iba en busca de unas toallas.

--Toma, cariño.-- Le tendió una manta junto con un toalla.

--Gracias.-- Susurro ella en un susurro apenas audible, él sabía qué de seguro había pasado algo malo en su casa, Finn siempre era el refugio de Hannah, era su hogar, ese del qué ella no gozaba, hablando en el aspecto de un hogar amoroso, él solo le estaba dando tiempo de hablar.

Pasaron unos minutos de silencio mirándose a los ojos, Hannah decidió romper el silencio.

--Volvieron a pelear.-- Tenia las manos en su regazo mientras jugaba con sus uñas.

--Lo siento tanto, Hannah, sabes qué siempre estaré aquí para ti.-- Finn entrelazo su mano con la de la pelirroja, encajaba a la perfección.

--Lo sé, pero esta vez fue diferente...Papá le pego, Finn, le pego-- Se llevo sus manos a la cara mientras sollozos de horror salían de sus labios. Finn la dejó llorar todo lo qué ella quisiese para qué luego pudiera continuar.

<<La dejo inconsciente, estaba en un estado de shock, no pensé en nada qué no fuera venir aquí, necesitaba sentirme segura, soy una mierda de hija, no debí dejarla así.

Para Finn y para ella no era un secreto qué la madre de Hannah engañaba al Sr.Kobby, todas esas noches en las qué llegaba ebria a casa, con marcas en su cuello y a Colonia de hombre la habían delatado fácilmente, Hannah no entendía por qué no se separaban y ya, en cambio estaban atados a vivir una vida miserable y con abuso doméstico, el Sr.Kobby no se preocupaba en el lugar donde maltrataba a su mujer, no le importaba si era en frente de Hannah, simplemente le decía cosas horribles, al principio era maltrato psicológico, cosas como: "eres una prostituta y no mereces respeto", pero esa noche, esa noche de el último viernes de agosto se convirtió en algo más, la había golpeado hasta dejarla inconsciente y para colmo, Hannah tenía que lidiar con su enfermedad, a altas horas de la noche siempre escuchaba a sus padres lamentarse de eso, haciéndola sentir miserable.

--Hannah, estaré para ti en esta vida, y en mil más si es necesario para calmar tu dolor, siempre estaré aquí.

--¿Lo dices en serio?-- Levanto su mirada azulada para mirar al pelinegro.

--Nunca había estado tan seguro de algo.

Tiempo actual.

Ese fugaz recuerdo entró en mi mente mientras Finn conducía a la laguna qué me llevó aquel día, eso me llevó a pensar, ¿Por qué los seres humanos siempre hacemos promesas qué sabemos que no vamos a cumplir? ¿Por qué tenemos que llenar de una falsa esperanza a las personas?

Sin dame cuenta habíamos llegado, Finn tomó mi mano de una manera sutil para hacerme bajar de la moto.

Ninguno de los dos dijo nada en todo el camino hasta llegar a la laguna.

--Suelo venir aquí cuando necesito paz, qué prácticamente es todo el tiempo. -- Una pequeña risa sarcástica brotó de sus labios.

No dije nada, no sabía qué decir.

Silencio.

--Perdón, pero esta vez de verdad, he sido un imbecil contigo y no te mereces eso, es tan difícil controlar mis impulsos cuando se trata de ti.-- Volteó a mirarme con un brillo en sus ojos, hace mucho qué no veía ese brillo en sus bonitos ojos marrones, no pude sostenerle la mirada y volteé para otro lado.

--Solo promete qué no lo volverás a hacer, porqué juro por Dios qué si vuelve a pasar no voy a permitir qué te vuelvas a acercar a mi, Finn.-- Hable con tono firme.

--Lo prometo.

Sin poder controlarlo las palabras salieron de mi boca por si solas, ya no me podía seguir conteniendo, sus respuestas cortas no convencían a las miles de preguntas qué yo tenía para él.

--¿Así como prometiste no olvidarme?

Vi sus músculos tensarse.

--Hannah...

--No, Hannah nada.-- Lo mire dolida.-- ¿Sabes lo desesperante qué es esta situación?, fingir qué no tuvimos historia antes y qué esperé tu puta llamada por tanto tiempo, no podía dejar de estar al lado de él telefono todo el día esperando escuchar tu voz, así qué no vengas con "Hannah".-- Hice unas comillas con mis dedos índices a lo último nombrado, mi voz sonaba dolida y es qué lo estaba.

--No sabes cómo fueron las cosas.-- Y ahí vamos de nuevo con ese tono frío y tajante.

--Porqué nunca me dijiste como fueron.-- Le respondí a cambio.

La tensión era tanta qué se podía cortar con un cuchillo, nadie dijo nada, pero yo sabía qué él iba a hablar.

--Siempre supe qué eras mucho, mucho para este pueblo, mucho para...mi, tenía que dejarte ir y qué volaras como la hermosa mariposa qué eres, sabia qué yo no era el indicado para ti, nunca lo fui, podías encontrar a alguien mejor, a alguien que no estuviera tan jodido como y-..

Mis ojos se habia llenado de lágrimas pero no podía permitir qué estas salieran a flote.

--Para, por Dios para.-- Lo interrumpi.-- nunca me dijiste qué sentías eso.-- Me levanté y él siguió mi acto.

Me sentía tan molesta con él, por pensar eso y por ser un completo cobarde, pero también quería darle un abrazo y decirle qué no estaba solo, qué yo podría calmar su dolor, qué estaría así como él estuvo para mi todas esas veces qué tenía problemas.

--¿Crees qué fue fácil dejarte ir? Eras la única esperanza qué tenía, pero yo quería tu felicidad.

--No, eso...-- Mi voz se quebró.-- no es una excusa, sabías por todo lo qué habíamos pasado y...no te importó.-- Dos lágrimas gruesas rodaron por mis mejillas.--

A mi mente vino una imagen de Finn tragándose todo ese dolor, tuve un impulso y no pude contenerlo, agarré a Finn por su chaqueta de cuero y...

Nota de autora.

Ojo, no estoy prolongando el abuso tanto físico como verbal, solo muestro una parte de lo qué se ve en los hogares día a día y todo lo qué callan las mujeres.

Nos estamos leyendo.

DESPUES DE ELLA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora