Protocolo [L.O.U.D.]

ES MÁS FÁCIL DECIRLO

ES MÁS FÁCIL DECIRLO

Era una hermosa mañana en Royal Woods, cielo despejado y ni una sola nube a la vista, sin duda alguna un día perfecto para salir a pasear felizmente al lado de una amorosa familia, los primeros rayos de sol entraban por la pequeña ventana circular de la amplia habitación donde se encontraba dormido nuestro protagonista, a pesar de seguir cansado y molesto decidió despertar, ya que este día no había clases, y quería evitar interactuar con su "familia" por lo que salió a hacer su rutina, con la notable diferencia de no tener que hacer la fila de siempre, se dio un largo baño de agua tibia, se cambio y bajo a preparar su propio desayuno, nada nuevo tomando en cuenta que es lo que llevaba haciendo por meses, encendió la estufa tomo dos huevos del refrigerador junto a otros ingredientes variados, coloco una sartén con aceite en el fuego y se preparo unos huevos con tocino y un toque de queso para gratinar, se sentó en la mesa y comenzó a degustar sus alimentos con un vaso de jugo.

El día de ayer fue sumamente oscuro para la familia Loud, su único hijo se había enfurecido con ellos, por motivos racionales y completamente justificados, a pesar del "berrinche" y destrucción que obviamente provoco en su habitación el día anterior, Lynn Loud padre no pudo culparlo, al fin y al cabo ellos habían hecho algo peor, se habían olvidado completamente de el por meses, y no de forma figurativa, el día anterior fue el ejemplo perfecto del exilio al que habían mandado a su primogénito, pues no notaron ni su partida, o su retorno, hasta que lo encontraron escondiéndose temblando de miedo, mientras protegía el único objeto que parecía devolverle un poco de la alegría perdida durante todo este tiempo, aunque lamentablemente la perdió en un acto de total egoísmo de parte de sus hermanas, el padre de familia despertó temprano, no pudo conciliar bien el sueño, pues la noche anterior su amada esposa completamente devastada le informó de los pocos triunfos que había tenido su primogénito en los últimos meses, los cuales ellos ignoraron como si no importaran, y es que en su momento... así fue.

es interesante como el ser humano puede llegar a actuar en el amplio periodo de conciencia que llamamos vida, la mayoría de veces en lugar de detenernos para observar agradecer a aquellas personas que alegran y apoyan nuestras vidas, prescindimos de ellas y cuando ya es muy tarde para agradecer, no nos queda otra cosa más que implorar por su perdón, aunque lamentablemente la mayoría de veces es demasiado tarde, así es como se sentía Lynn Loud padre, pues ese pequeño de ahora 12 años siempre fue el niño mas alegre de la casa, dispuesto a ayudar y mayormente cuidar a sus hermanas, a veces por gusto, y otras bajo amenaza, pero aun así, ahí estaba, dispuesto a servir, sin recibir un simple gracias de pago, pero ahí estaba, al igual que la pequeña reflexión al inicio de este párrafo el padre de familia sabia que era tarde para agradecer, así que solo le quedaba pedir perdón.

A pesar de saber que sería algo difícil tenía la determinación para intentarlo, el día de ayer se hijo estaba furioso de eso no había duda alguna, pero tenia la esperanza de que la almohada lo ayudara a calmar su enojo, o incluso que reflexionara el cómo actuó la noche anterior y se disculpara por su agresivo comportamiento y su discurso de odio hacia ellos, aun si todo era verdad y se lo tenían merecido, el tenia la esperanza de que el hijo que tanto amaban regresara a su comportamiento pasivo y alegre habitual, así que con toda la determinación en su cuerpo se levanto de su cama, se cambio de ropa y salió de su cuarto rumbo a la cocina, debían disculparse, eso era obvio, la pregunta era... ¿Cómo? Comenzó por preparar el platillo favorito de su hijo, bolitas de macarrón, seria un buen inicio intentar alegrarle la mañana, también comenzó a preparar un platillo único, para ser mas exactos un postre de chocolate, similar a un tanquecito cubierto de chocolate fundido, era único por la razón de no ser preparado mas que para ocasiones muy especiales, pues la rareza, dificultad y el precio de los ingredientes no era algo que pasaba desapercibido, y supuso que esta lo era una de esas ocasiones, así comenzó a preparar ambas comidas, con la intención de contentar al exiliado de la familia, los minutos pasaron y el padre de familia tenia ambos platillos terminados, solo faltaba esperar.