Un plan, con fallas.《Completa en Dreame》

2. El primer encuentro.

Bufo, completamente frustrada al no lograr entender la tarea que tenía frente a mí. Por un momento había creído que no tenía nada más para hacer, pero cuando venía hacia mi habitación había recordado que para mañana debía de entregarlo, lo cual me frustraba mucho más. 

«Maldita tarea.» 

No, mejor aún. «Maldita materia. ¿Para qué demonios iban a servirme las matemáticas en mi futuro?» 

Tan solo con saber realizar cuentas básicas me alcanza totalmente, pero ahora el integrar fracciones me parece demasiado hasta el punto de ser un tema irrelevante. Mucho más cuando no lograba realizar los cálculos que me pedían. 

Miro dichas fracciones con molestia. Sin dudas aquellos números existen para joder mi mente al máximo. No había forma de que lograse resolverlos, por lo que frustradamente alejé la hoja de mi vista, dispuesta a que Fred me los pasara mañana, pues al maldito le iba bastante bien en matemáticas. 

Suelto un largo bostezo a medida que me levantaba de la silla. No tenía sueño, pero de igual manera me sentía tremendamente cansada, sin importar el hecho de que ni tan siquiera he salido de mi casa. 

«Joder. Parecía más una anciana que una adolescente, increíble.» 

La mañana había culminado, al igual que la tarde. El día había pasado jodidamente rápido, aunque a la hora de sentarme a hacer la tarea fue tremendamente lento, pero ahora no sabía qué más hacer. 

Miro la puerta de mi habitación y al instante mi estómago suena una vez más, reclamando comida. Sin dudar salgo de mi habitación dispuesta a ir por algo más de comer, para después elegir una película, puesto que el dormir ahora mismo no era una buena opción. Sin embargo, antes de que terminara de bajar las escaleras, la luz de absolutamente toda la mansión se apagó en un santiamén, obligándome a detener bruscamente mis piernas. 

«¿Esto realmente me estaba pasando a mí? ¿En serio no podía tener una noche tranquila?». 

Me quedé inmóvil por un minuto, esperando a que la luz volviera, pero en cambio nada sucedió. Bufo, echando la cabeza hacia atrás, verdaderamente frustrada. 

«¡Lo que me faltaba!»

Me giro lentamente para volver a subir las escaleras e ir a mi habitación, en donde sabía que estaría segura. Mientras continuaba con mi camino, estiro mis brazos para tantear lo que tenía frente a mí y de esa manera, impedir que me golpeara con alguna pared. No obstante, me detengo una vez más de manera brusca al oír un sonido en mi habitación. 

«Oh, mierda, mierda. Han entrado a robar.» 

Llevo rápidamente una de mis manos hacia mi boca, amortiguando el sonido de mi propia respiración. 

«Elizabeth, es tu maldito momento de brillar.» 

Mi mente comienza a recordar todas aquellas clases de defensa personal en las que he asistido junto a Fred, pero ninguna de ellas me servía, pues ahora que lo recordaba, jamás habíamos entrado al lugar sino que entrábamos al local que había enfrente, el cual vendía una exquisita variedad de hamburguesas. 

«Genial. Definitivamente moriré. Lástima que tenga que estar con el estómago vacío.» 

Camino lentamente hacia la puerta de mi habitación, pero antes de entrar tomo el palo de hockey que tenía fuera de mi habitación. Era uno de los tantos deportes en los que me había inscrito con Fred y que hemos abandonado a la semana, pero ahora mismo agradecía completamente el hecho de habernos comprado estos palos días antes de comenzar el deporte. 

«Vamos, Elizabeth. Todavía no es momento de morir.» 

Mentiría si dijera que mi corazón no estaba acelerado. Sentía demasiada adrenalina pues jamás había golpeado a alguien. Tengo curiosidad de cómo me terminaré sintiendo después de golpear a la persona. Sin demorar más, abro lentamente la puerta, esperando ver a alguien dentro de mi habitación, pero al no ver a nadie decido seguir caminando hasta mi cama, en donde sabía que tenía mi móvil encima.