Muevo por enésima vez mi boca, tratando de quitarme esta maldita venda. Me era extremadamente incómoda, sin mencionar que hasta podía sentir mi propia saliva, lo cual he de asegurar que no era una linda sensación.
Lastimosamente para mí, me habían atado las muñecas detrás de mi espalda, por lo que me era aún más difícil tratar de sacarme la venda.
Frustrada, detengo una vez más mis movimientos.
«En estos momentos me arrepentía de haberles informado que podía ver el camino, pero en mi defensa, fue jodidamente maravilloso ver la reacción que tuvieron al darse cuenta de lo pésimo que estaba saliendo su plan. »
Con más ímpetu que antes, sintiendo también que el dolor en mi boca había disminuido, decido intentarlo una vez más. Gracias al aporte de mis labios y hasta de mi propia lengua, conseguí al fin liberarme de la estúpida venda.
—Me es necesario orinar, compañeros. —les informo, escuchando al instante varios bufidos de molestia, más una pequeña risa del chico a mi lado.
Muevo levemente mi boca, tratando de disminuir el dolor.
—Me sorprendes, —menciona Kyle— por un momento creí que te rendirías. —me confiesa, dándome a entender que de vez en cuando habrá visto algunos de mis intentos de liberarme.
—Me hiere la poca confianza que me tienes, compañero.
—Estamos por llegar —informa Ryan, interrumpiendo una vez más nuestro intento de conversación—, faltan solo unos minutos.
—No podré esperar tanto. Ustedes deciden, —giro mi cabeza un par de veces, como si estuviera viéndolos, aunque no lo hacía gracias a la venda que me impedía ver— o me hago aquí mismo o, frenan para que pueda hacerlo detrás de un árbol.
Cruzo mis piernas, pues realmente quería orinar.
—¿Por qué demonios tuvo que ser ella? —bramó una voz que no conocía del todo, por lo que deducía que era Trent, el conductor. —Ryan, acompáñala. —le ordena, mientras sentía como frenaba la camioneta.
—No es buena idea, —Niega de forma inmediata.— sin dudas la mataré. Owen, ve tú con ella.
—Yo también te quiero, Ryan. —bromeo, sonriéndole a la nada.
Nadie dijo nada más.
Mis oídos logran escuchar como alguien se levantaba, para después oír la puerta corrediza abrirse. A mi lado, siento a Kyle moverse.
«¿Qué demonios estaba sucedi...?» Mis pensamientos se callan abruptamente al sentir como uno de ellos tomaba bruscamente mi brazo, obligándome a salir fuera de la camioneta.
—¿Tan mal las han tratado las mujeres, como para venir a tratarme de esta manera a mí? —bufo, tratando de equilibrar mi cuerpo. —Necesitan urgentemente anotarse a varias clases de cómo tratar a una mujer, cavernícolas.
—Lo que digas, mujer. —le oigo decir de forma molesta— Ahora ve a orinar de una buena vez.
—Tal vez no lo creas, —hablo con tranquilidad— pero sin poder ver dudo mucho que pueda hacerlo. No se podría orinar a ciegas, genio. ¿No crees que me sería difícil intentarlo?
Owen bufa. —Eres tan malditamente exasperante. —musita, acercándose a mí para quitarme la venda.
—Te sorprendería la cantidad de personas que me han dicho tal atrocidad. —le comento, mientras trataba de acostumbrar mi vista al entorno que nos rodeaba.
—Sinceramente no me sorprende para nada.
Teniendo en cuenta que no estaba del todo oscuro, podría decir que era de madrugada. Miro a Owen, el cual me dedicaba una mirada de molestia «como siempre».
ESTÁS LEYENDO
Un plan, con fallas.《Completa en Dreame》
Teen FictionCuatro chicos, a punto de cometer un delito federal, pero no por gusto, sino por necesidad. Ellos pensaron demasiado antes de tomar esta decisión, pero no tuvieron otra alternativa, por lo cual llegaron a una única conclusión. Secuestrar a la hija d...