<<Τρία>>

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Era un nuevo amanecer en el Reino de los Jung, habían pasado un par de días y nadie sabía lo que había sucedido con aquél sirviente. Quizás lo habían asesinado, pero ninguno de los familiares Jung había mencionado nada sobre el chico.

Tanto SeokJin como Jungkook estaban un poco curiosos, pero poco a poco, la curiosidad desapareció por completo, claro que Jungkook de vez en cuando recordaba al bello Omega, pero lo dejaba pasar.

Jungkook aquella mañana había despertado, apenas había amanecido cuando el despertó, claro que se arregló para el desayuno, vestido con sus largas gabardinas, con su cetro negro con aquella costosa gran gema Roja en la punta.

Como siempre, bien peinado, con sus guantes negros, su rostro reluciente y viéndose perfectamente bien, en ese momento se encontraba apreciándose en el espejo de su alcoba cuando tocaron su puerta.

— ¡Puede entrar! — Una pequeña chica había metido solamente su cabeza de manera tímida para no interrumpir la privacidad del Lord.

— El Rey Jung, pide su asistencia en el comedor real para desayunar todos juntos. — Jungkook asintió con la cabeza y le pidió a la chica que saliera, ella se retiro y después lo hizo Jungkook.



Al llegar al comedor real todos se encontraban allí, esperando por su presencia, tanto el Rey Jung como el Rey MinHyuk, se encontraban conversando animadamente, SeokJin y NamJoon solo se miraban, y la Reina Hwasa conversaba con la madre de SeokJin, sin mencionar al último par de duquesas que quedaba en el Reino, siendo que el resto de duquesas y duques, ya habían regresado a sus hogares esa misma mañana.

Jungkook comenzó a incomodarse al darse cuenta de que nadie había notado su presencia en el comedor, así que hizo un sonido gutural con su garganta y así todos lo miraron.

— ¡Oh, Jungkook! — Exclama el Rey MinHyuk.— No nos habíamos dado cuenta de tu presencia, discúlpanos.

— No se preocupe, alteza. Todo está en orden. — Dice amablemente tomando asiento al lado de SeokJin, quien estaba sentado frente a NamJoon y Hoseok, así que todos se dispusieron a desayunar calmadamente y en silencio.

Vamos, Jungkook tenía que admitir que era realmente incómodo y aburrido, estaba a mitad de sus 24 años, estás cosas no eran para él.

— ¿Cómo han pasado su corta estancia aquí? — Pregunta la Reina Hwasa, mientras partía un pedazo de fruta.

— Realmente cómodos. Llegamos ayer, pero me siento muy a gusto aquí.— Dice SeokJin, y claro que Jungkook había notado el sarcasmo, pero al parecer había sido el único en notarlo, claro, tenían la misma edad, se entendían muy bien.

— Que alegría. — Dice NamJoon mirando a Hoseok feliz con una sonrisa.

— Es maravilloso, ojalá puedan quedarse más tiempo aquí. NamJoon y yo nos sentimos bastante solos. — Menciona Hoseok, comiendo aquel plato de avena con tranquilidad.

— Por supuesto, es una alegría que se sientan cómodos, esperamos que decidan quedarse más tiempo después de la boda de NamJoon y SeokJin. — El Rey Jung igual insistió.

— ¡Por supuesto! Esperemos que se queden un par de meses después de la boda. — Le dice al Rey Kim.

— Tenemos que hablarlo mi esposa y yo, es una decisión que debemos tomar juntos. — Dice el Rey Kim. A lo que el Rey Chanyeol le responde.

— Vamos, tú eres el hombre, tu tienes que disponer, no tu mujer, tú eres el que manda. Hwasa siempre me tiene que pedir permiso para todo, y si no se lo permito, no lo hace. ¿Verdad, mujer? — Dice con orgullo.

✨ℒℴ𝓇𝒹✨ 𝔎𝔬𝔬𝔨𝔳✨ (𝑳𝒊𝒃𝒓𝒐 1)✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora