Capítulo 21: Confrontación

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Hogar Scott / Viernes / 11:08 p.m.

—¿Hal?
—Jack…

¿Como lo pudo olvidar? Todas las noches, Jack llamaba a casa para hablar con Jim ó Alan sobre su estadía en la Universidad de National City. Desde su partida, Hal se liberó de sus miradas despectivas y se abstuvo de soportar un solo comentario desagradable sobre el más mínimo detalle en su vida por parte de su hermano, que a pesar de estar a miles de kilómetros de distancia, no perdía oportunidad para arrojar veneno.

Fueron esos actos hirientes los que destrozaron la relación entre los hermanos Jordan

—Ah… 
—¿Y Jim? Llamé un par de veces y no contestó
—Estábamos cenando con los Garrick…

Tal vez esa simple respuesta no estaba equivocada, pero se sentía mal, tan mal que Hal se odio por responder de esa esa forma

—¿Con los Garrick? ¿Todos?
—Si, era… Una ocasión especial

Por el tono neutro que estaba usando Jack, Hal dedujo que ni Jim o Alan le hablaron al respecto de los bebés

—¿Es algo sobre Jim o el tío Alan?
—No, se trata de…

Su voz enmudeció lentamente, su boca se sentía seca y no podía formular una simple palabra en su mente. 

Era difícil; si fuera cualquier otra persona, un extraño en la calle, un compañero de la universidad, Hal no dudaría en hacerle saber explícitamente lo poco que le importaba su opinión; Pero no era así, sí, Jack era un idiota homófobo, pero era su hermano, lo quería a pesar de todo, lo extrañaba y de cierta forma, aun lo respetaba. 

Jack solo era mayor por dos años, pero después del accidente y la muerte de su madre, dejó atrás sus últimos años de infancia; tomó la responsabilidad y seriedad para encargarse de Hal, Jim y no ser una carga total con el tío Alan. Habían pasado tantos buenos momentos juntos, jugando videojuegos, peleando por el control de la televisión, ayudándoles con sus tareas cuando su tío llegaba tarde del trabajo.

Fueron tardes, fueron noches y días los que se quemaron bajo el ardiente despreció; orgullosos y necios defendieron sus posturas, conviviendo con el resentimiento de lo perdido y el dolor causado; se habían atacado con una muestra férrea de indolencia, lastimando aquellas heridas que ambos ocultaban en lo profundo de su ser.

Aquella lejana pelea que había incoado sus problemas no fue la última, ni la menos dolorosa, el tiempo forjaría una llaga al rojo vivo.

Era una gran diferencia con su ahora pareja, para Hal y Barry esa noche los marcaría; la distancia y la indiferencia dejaría a su paso una cicatriz que recordarían con agria nostalgia.

Para Hal y Jack, la herida nunca dejo de sangrar, continuaron las pugnas letales, sin tenerse consideración alguna.

Fue más fácil culparse el uno al otro.

Hal suspiro liberando sus propias culpas y errores hacia su hermano. Como había decidido, ya no mas, ya no huiría, ya no culparia a los demás por sus equivocaciones, el chico que ahora lo aguardaba en su habitación era la mayor prueba del cambio que la valentía y el perdón podían traer consigo. Daría el primer paso por sí mismo, por el amor a su familia y la esperanza de restablecer lazos; sostuvo con firmeza el teléfono y habló sin un rastro de resentimiento

—Estábamos teniendo una cena familiar, por Barry, y por mi
—No entiendo de qué hablas
—Y no tienes que hacerlo, solo… por favor escucha hasta que termine de hablar
—Ya se hacia donde se dirige todo esto, si vas a comenzar con alguna de sus estupi…
—¡Te quiero Jack! Eres mi hermano mayor y a pesar de todo, te respetó. Se que no me comprendes en lo más mínimo pero, no necesitas hacerlo, porque a pesar de todo el daño que nos hemos hecho, yo te quiero hermano. ¡Perdon!, lamento todas las cosas hirientes que te dije en el pasado, por encerrarme en mi egoísmo cuando perdimos a papá y mamá, por nunca felicitarte por tu beca, por no despedirte cuando te marchaste y  más que nada, lo siento por no dirigirte la palabra este par de años
—No… No se que sucede Hal… 
—Sucede que tengo dos, no… Tengo tres grandes razones que me impulsaron a avanzar y a enfrentar mis errores
—¿Y cuales son esos errores?
—No son los que tus esperas escuchar… Como te dije, no tienes que comprenderme o aceptarme, solo te pido que respetes lo que decidido, buenas o malas decisiones, yo las elegí. Seré piloto Jack, porque amo volar al igual que papá, se de los riesgos que eso conlleva y los aceptó
—Dices que estás enfrentando tus errores pero defiendes el ser piloto ¡Estás siendo tan egoísta como siempre! Tal vez tú te maravillabas con cada vuelo de exhibición ¡Pero mamá y nosotros sufrimos preocupados, temiendo el día que algo saliera mal! ¡Y eso fue lo que sucedió! ¡¿Cómo esperas que acepte que mi hermano menor se dedique al oficio que nos arrebató a nuestro padre?!
—Quisiera saber la respuesta a esa pregunta Jack, lamentó preocuparlos, pero hace mucho no le temo al cielo
—Dijiste que tenías tres razones para avanzar ¿Ninguna es lo suficientemente importante para que valores más tu vida o consideres el terror que sentirán cada que estés en un avión?

Doble ProblemaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora