Capitulo 1

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Mi nombre es Leah Anderson tengo 16 años y vivo en Los Ángeles. Soy una chica alta, trigueña, cabello negro rizado, ojos marrones oscuros, mi ropa es casi siempre negra ya que no me encantan mucho los colores vivos y soy todo lo lejano a dulce. Rachel; mi prima es alta, morena, cabello negro, ojos color café y su vestimenta tiene parecido a la mía. Es muy seria pero en el fondo es muy cariñosa. Rachel y yo nos fugamos de la casa como de costumbre pero... Bueno la verdad es que yo vivía con mi madre, padre y con mi hermano Carlos en Puerto Rico.

Mis padres se divorciaron cuando yo tenía 13 años. Mi madre y su prima Jessica; mamá de Rachel decidieron mudarse acá a LA. Mi hermano Carlos se fue a New York a estudiar, tiene 18 años con una novia llamada Luz, ¿será ese su nombre?, no me acuerdo muy bien pero lo que se es que tiene novia, también se fue con unos cuantos amigos. Yo me volví una rebelde y arrogante con todos desde el divorcio, Rachel y yo buscamos y descubrimos un grupo de motociclistas que hacen las carreras más peligrosas llamados Los Diamonds, ser una Diamond es mi mayor sueño pero para entrar se necesita hacer una serie de cosas entre esto: Robar, grafitis, asaltar, entre otras cosas. Pero para eso debo viajar a la ciudad de Miami. Rachel ha intentado convencer a su madre de mudarnos pero... No ha tenido mucho éxito.

Como les decía, nos fugamos de la casa para ir a una fiesta, eran las 5:30 am y Rachel me dejo alfrente de mi casa. Subí por el árbol, mi ventana debía estar abierta como siempre. Al llegar a mi ventana estaba cerrada por la parte de adentro. Ugh, solo a mí. Lo intente de nuevo pero nada. Bajé y me dirigí a la puerta principal y me coloque justo al frente de ella. Lo que me faltaba. Abrí la puerta silenciosamente y entré cerrando la puerta tras de mi, no veía a nadie, por lo que procedí a subir pero las luces se encendieron y allí estaba mi madre al lado del sofá cruzada de brazos con una expresión sería y neutra.

Me detuve y la mire fijo a los ojos rogando mentalmente que me perdonara.

"Estas no son horas de llegada." dijo sería "¿Dónde estabas?."
Mi madre sonaba seca y muy enojada pero en realidad solo quería dormir.
"Estaba en una fiesta." dije dirigiéndome hacia las escaleras.
"¿Por qué no me dijiste nada?."
Miré hacia atrás."Porque eres una paranoica y siempre dices que no... Ya, adiós." dije rodando mis ojos. Suspiró pesado y paso su mano por su cabello.
"No sé que hacer Leah, eres demasiado rebelde."
"No hagas nada, así es mejor."
"Algo haré, no te quiero así en mi casa."
"Hubieras pensado eso antes de divorciarte." Levante mi voz furiosa. Suspiró otravez, "Vete a tu habitación."

Rodé mis ojos y subí a mi habitación cerrando la puerta de un portazo para dejarle saber que la detesto. Fui al baño me duché rápidamente, me puse algo cómodo y me acosté a dormir.

Me levanté a las 4:45 pm con unas ojeras insoportables y un humor de perra. Abrí la puerta y baje directamente a la nevera busque todo lo necesario para hacer un emparedado y volví a encaminarme a mi cuarto.

"Leah." Dijo mi madre sería.

Suspiré y volteé. "¿Qué?" Dije seca.

"Te irás con Jess y Rachel a Miami."

"¿Qué?, ¿Enserio?." Exclamé.
Eso era perfecto podría conseguir mi entrada a los Diamonds.

"Sí, pero a un internado que queda cerca de la casa de ellas. Tienes seis meses e iré a checar a ver si maduras."

"¡¿QUÉ?!" Grité histérica.

"Sí, te vas en dos días." Dijo y se fue.

No!. Esto arruina mis planes de entrar a Diamonds pero algo haré, no me quedare así.

Dos días después...
Era el día de irme y aquí estoy, frente al areopuerto con una maleta y vestida con jeans oscuros, camisa de tirantes negros, botas negras y chaqueta de cuero negra. De paso unas gafas Raybans oscuras. "Hija, espero que madures, pero no dudes que te amo y te voy a extrañar." Dijo abriendo sus brazos para abrazarme. Cosa que esquivé y la mire mal. "Espero que vivas feliz ." Dije y me retiré con Rachel.

"Uhh muy ruda." Dijo burlona.

"Cállate idiota." Dije golpeándole el hombro, ella soltó una risa.

Tres horas después...
"¡Hola MIAMI hola chicos LINDOS!." Dijo Rachel y yo solté una carcajada. Pedimos un taxi y el taxista nos dije que tomaría como unos cincuenta minutos. Coloqué la canción 'Started From The Botton' de Drake y así que me quedé dormida.

De pronto sentí que me movían de un lado a otro y poco a poco abrí los ojos y era Rachel despertándome. Salí del taxi y busque todo mi equipaje.

Estaba alfrente de un internado debo admitir grande, muy grande. Mi tía se posó frente de mí y me abrazó. "Lo siento mucho, intenté todo lo que pude... Te amo." Dijo abrazándome.
"Gracias, igual." Dije y la solté.

Rachel me abrazó fuerte, bueno muy fuerte para mi gusto. "Tú buscarás la manera de escaparte y cuando lo hagas me llamarás." Dijo.
"Sí, lo sé."

"Te amo mucho, enana." Dijo sonriendo.

"Adiós Rachel." Dije y me reí.

Agarré mis maletas y me dirigí a la mierda de internado. Las puertas se abrieron. Allí había una gran recepción y varios chicos y chicas pasando.

Me coloque alfrente del mostrador y una chica un tanto rubia de ojos oscuros y mucho maquillaje estaba allí.

"Eh... Hola bienvenida al internado De MIAMI gusto en conocerla soy María. ¿En que puedo ayudarle?." Dijo con una sonrisa.
"Me inscribieron aquí hace unos días." Dije seca.
"¿Nombre?" Dije mirando la pantalla.
"Leah Anderson" dije
"Bien, aja aja.... aquí estas claro! ¿Tienes dieciséis de Los Ángeles, cierto?." Preguntó.
"Sí, esa soy yo." dije seria.
"Perfecto. Aquí están tus horarios empiezas mañana te harán un chequeo en seis meses y ah... Tu habitación es la 320 junto con la Señorita L."
"¿Señorita L?" Pregunte bajito.
"Así le decimos." Dijo dándome las llaves "Que guste."
"Si, claro." Dije irónica y me dirigí al ascensor.

Le di al número tres y esperé pacientemente.
Salí de aquí, chicos subían y bajaban y no paraban de mirarme.
315,316,317,318,319 y aquí esta 320
Y llegue a mi infierno.
Toqué la puerta pero nadie contestó, así que abrí la puerta y no vi nada más que un pequeño pasillo.
Me adentré y allí habían dos camas.
Una perfecta y la otra siendo ligeramente acomodada por una chica con libros sobre la cama.

"Oh, hola!." Dijo la chica al verme.
Era alta, de cabello castaño claro y ojos marrones. Se veía muy amigable debo decir.

"Hola." Dije seca dejando mis cosas en la que sería mi cama.

"Mi nombre es Leonella o señorita L ..." Dijo algo nerviosa.

Amor delincuenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora