Aveces lo único que quería era poder sentir ese calor del que tanto hablaban las personas. Ese calor que solo te puede transmitir alguien especial. Yo solo tengo 24 años y estoy aquí, sola, sin familia y sin amigos. ¿Porque? Esa era la pregunta que siempre me hacía. ¿Porque las personas siempre terminan alejándose de mi?
Un día nublado, mis favoritos, sentada en la cafetería tomando un café, me encontraba viendo a las personas convivir animadamente con sus parejas y amigos. ¿Acaso era tan difícil conseguir a alguien así? ¿A alguien que me quisiera?
Tal vez no, por que ese mismo día llego alguien que cambió todo completamente... Min Yoongi.
Si, Min Yoongi, ese era su nombre, un chico pálido y muy guapo. Para ser tan serio resultó ser una persona realmente agradable. Nunca antes alguien había llegado como si nada a sentarse conmigo. El fue el primero y se lo agradezco porque tal vez sin el ahora no fuera feliz.
- Soy Min Yoongi, un gusto.- me ofreció una sonrisa mientras se sentaba, yo estupefacta lo miraba como si fuera algo fuera de este mundo.
- K-kim Seon Hi, mucho gusto.- le ofrecí una sonrisa tratando de sonar amigable.
- Eres linda.- me volvió a sonreí y yo, roja como un tomate solo baje la mirada.
Esta resultó ser la primera cita que tuve con un chico, y ese chico termino siendo ahora mi novio. Mi dulce y lindo novio.
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